Estoy muy nerviosa.
Me veo como por milésima vez al espejo para comprobar que mi apariencia esté impecable. Mi vestido negro se adhiere perfectamente a mi cuerpo, quedando hasta la mitad de mis muslos y dejando mi espalda al descubierto. Las zapatillas negras complementan a mi vestimenta y mi cabello suelto junto con el maquillaje me hacen ver sofisticada.
Resulta que hoy es sábado por la noche y Ronan me ha invitado a cenar. Digo, no es como si nunca hubiese salido a una cena, si no que con él se siente diferente. Después de que hace un par de días quedamos en dejarnos llevar y tener una relación me siento nerviosa cuando estamos cerca, ya hasta parezco una adolescente enamorada, aunque eso no quiere decir que lo esté.
-¿Ya estás lista, preciosa? - la voz de Ronan se escucha del otro lado de la puerta y tomo un pequeño bolso para luego abrirle.
Lleva un traje negro que le queda como hecho a la medida, una camisa blanca debajo del saco con los dos botones de arriba desabrochados dejando ver los tatuajes que suben hasta su cuello, el cabello muy bien acomodado y una flamante sonrisa en el rostro.
-Estoy lista - respondo pasando mis brazos por su cuello.
-Estás preciosa - me rodea con sus brazos por la cintura, simplemente me limito a sonreírle dulcemente.
-Tú estás como para desvestirte y violarte aquí mismo - ríe y esconde su cabeza en mi cuello, besando esa zona sensible.
-Recuerda que si me dejo no cuenta como violación - reímos. Paso mis manos por el dobladillo de su camisa, viendo que no lleva ni corbata ni moño, siempre haciendo lo que quiere.
-¿Nos vamos? - asiente y ambos salimos del departamento.
Saco las llaves de mi auto y Ronan me detiene antes de entrar.
-Permítame conducir ésta noche, señorita - hace una reverencia y río.
-Como usted quiera, joven - ríe y ambos subimos al auto.
La pasamos escuchando la música clásica que pasan por la radio todo el camino, eso hasta que llegamos al lujoso restaurante donde Ronan hizo la reservación. Baja él primero y me abre la puerta, ayudándome a bajar.
Entrelaza nuestras manos y caminamos hasta la recepcionista.
-Buenas noches, ¿tienen reservación? - pregunta la chica y le sonríe abiertamente al chico a mi lado.
-Sí, a nombre de Ronan Davis - la chica teclea en su computadora y asiente.
-Por aquí, por favor - la seguimos y nos señala una mesa del fondo, algo apartada de todos los comensales.
Tomamos asiento y empiezo a ver a mi alrededor. El restaurante estaba perfectamente decorado, en lugar de paredes había vidrios que daban una hermosa vista hacia la cuidad y había una segunda planta para ir a la terraza a tener mejores vistas.
-Es un lugar muy lindo - asiente y toma mi mano sobre la mesa.
-Un lugar perfecto para ti - le sonrío dulcemente y aprieto su mano.
-Nuestra segunda cita, eso es más que genial - se acerca para besarme sobre la mesa pero el camarero que viene a tomar nuestra orden nos interrumpe.
-Buenas noches, les dejo la cartilla y enseguida vuelvo - me sonríe con amabilidad y se da media vuelta.
Ambos vemos la cartilla y yo me decido por una ensalada, mientras que Ronan pide algo de lasaña. El chico vuelve por las cartillas y después de sonreírme nuevamente, se pierde por la cocina. Ronan empieza a contarme chistes que son realmente malos, pero igual me encuentro riendo por su entusiasmo al decirlos. Pasan varios minutos y nadie nos trae la comida. Mi acompañante le llama a la recepcionista y ella enseguida llega a nuestra mesa, yo miro algo confundida al chico.
-¿Qué sucede? - pregunta la chica, igual o incluso más confundida que yo.
-Pasa que tengo demasiada hambre y el estúpido camarero no se ha dignado a traer nuestros platillos, y encima no dejaba de sonreírle a mi novia, ¿qué tiene que decir al respecto? - la chica se pone roja de la vergüenza y hace un ademán.
-Iré a solucionar esto, enseguida vuelvo - se va y yo me quedo asimilando algo.
Ronan dijo 'mi novia', joder, eso sonó tan bien en sus labios, pero igual sé que no debo hacerme ilusiones y mejor me quedaré callada. Por fin llegan nuestros platillos y el chico no espera por nada, rápidamente empieza a devorar su comida.
-Perdón, pero realmente tengo mucha hambre, no puedo evitarlo - niego divertida y seguimos comiendo, la merienda acompañada de un buen vino tinto.
Termina su platillo y me observa mientras termino el mío. Siento su mano sobre mi muslo desnudo y trago saliva levemente.
-Ronan... - advierto con una mirada fulminante.
-¿Qué pasa, preciosa?¿Acaso tienes miedo de excitarte aquí mismo? - su voz llena de diversión me hace morderme el labio.
-Ya, por favor, dejémoslo para después - ríe pero termina alejando su mano de mi pierna.
Nos bebemos el resto de vino de nuestras copas y me hace señas para ir a la terraza, así que me levanto y tomo la mano que me ofrece. Vuelve a entrelazar nuestros dedos y al llegar a la baranda me abraza por la espalda, dejando una de sus manos en mi vientre y la otra tomada de la mía.
-¿Sabes algo, Grace? - pregunta en mi oído.
-¿Qué cosa, Ro?
-Te vez tremendamente hermosa y caliente esta noche - me giro y lo abrazo por la cintura.
-Eres tan tierno... y tienes un pene tan grande - ríe acariciando mi cabello.
-Sólo mi preciosa podría decir algo dulce y caliente en la misma frase, por eso cada día me doy cuenta de lo mucho que te quiero - me separo un poco de su pecho y lo miro a los ojos.
-¿Me quieres? - pregunto con algo de pena.
-Lo hago, cariño - besa mi frente y vuelvo a recostar mi cabeza en su pecho.
-Yo también te quiero, Davis - murmuro y siento los acelerados latidos de su corazón.
Me aleja un poco y pone sus manos a cada lado de mi rostro, juntando nuestros labios en un beso dulce. Introduzco mi lengua en su boca y la suya no tarda en ir al encuentro, profundizando el beso con cada roce.
Pero hay algo de lo que no me queda ninguna duda. Los latidos amenazantes de mi corazón no son en vano, siento que ambos estamos empezando a sentir muchas cosas y pronto vamos a colapsar.
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¡Hello!
Primero que nada, feliz día de las madres, y si todavía no lo son, pues díganle a sus mamás que les mando unos enormes saludos mexicanos. xD
Volviendo a lo otro, el capítulo de hoy estuvo algo cursi, no sé, creo que empezaré a vomitar mariposas un día de estos. No se olviden de votar y dejar sus suculentos comentarios, porque me voy a enojar si no lo hacen, ahre.
Ya las leo, y recuerden que las amo.
¡Besos!
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Tentación criminal #1
RomanceGrace Allen ha demostrado ser una de las mejores abogadas de todo el país, consiguiendo dejar en libertad a muchas personas a pesar de todo lo que se les acusa. En un buen momento de su carrera, se ve obligada a demostrar su astucia y capacidad en u...