Capítulo 11.

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Cierro la llave de la regadera y salgo de la ducha hacia el retrete, donde tendría que estar una toalla y mi ropa interior, cosa que no es así. Ahora que recuerdo, los olvidé antes de entrar a la ducha.

-¡RONAN! - grito y seguido se escuchan unos pasos afuera.

-Aquí estoy, ¿qué pasa?

-¿Puedes darme la toalla y mi ropa interior? Están sobre el tocador.

-¿Cuál es la palabra mágica? - su voz llena de diversión traspasa la puerta.

-Por favor - pongo los ojos en blanco y escucho como ríe.

Segundos después toca la puerta y la abro, sacando solo mi mano por la rendija.

-Abre la puerta por completo, si no tendrás que salir desnuda - abro más la puerta y tomo mi ropa de sus manos rápidamente.

-Já, eres lento - le pongo el seguro a la puerta y me empiezo a poner las bragas rojas.

-¡Linda ropa interior, el rojo me pone! - grita del otro lado y suelto una risa.

Resulta que hoy iremos a comer donde mi familia, en la mañana le avisé a mamá y estuvo de acuerdo, solo que no le dije que llevaría a Ronan conmigo.

Salgo del baño y observo a mi compañero de piso con una ceja enarcada.

-Hay otra televisión en la sala, vete de aquí, necesito privacidad - le digo y sonríe socarronamente.

-¿Privacidad? El otro día hasta querías que te follara y ahora me sales con esto, se supone que las chicas están bipolares cuando viene Andrés, pero tú superas las expectativas, preciosa - le lanzo un almohadón y este impacta directo en su rostro.

-¡Sal de mi habitación! - se queja pero igual sale partiéndose de la risa.

Me pongo unos jeans negros, unos tenis blancos y una blusa blanca también. Peino mi cabello y después de ponerme algo de perfume salgo hacia el living. Ronan está sentado en el sofá, viendo un programa sobre animales.

-¿Nos vamos? Ya es algo tarde - asiente y tomo mi bolso del perchero para salir.

Le quito la alarma al auto y luego de que ambos tenemos el cinturón puesto, procedo a conducir hasta la casa donde viví gran parte de mi adolescencia. Todo el camino la pasamos rapeando una que otra canción de Wiz Khalifa, y entre risas llegamos a nuestro destino. Bajamos del auto y antes de tocar el timbre, el chico me toma de la cintura.

-¿Luzco bien? - su aliento mentolado me pega de lleno contra el rostro.

Veo su apariencia. Jeans oscuros, playera blanca y tenis blancos, agregando el aroma varonil de siempre.

-Estás genial - sonríe y antes de alejarse deja un pico en mis labios.

Aprieto el botón beige que reposa sobre la pared y segundos después aparece mi hermano del otro lado.

-¡Hermanita! - beso su mejilla y le doy una abrazo.

-Jayden, me estás dejando sin aire - ríe y se separa de mí, viendo al chico detrás de mí.

Antes de que mi hermano dijera algo, mi madre aparece detrás de él.

-¡Lizi! - Jayden es brutalmente atropellado por mi progenitora y seguido ya la tengo dándome un abrazo de oso.

Diablos, porque me ha llamado así, odio tanto ese tonto apodo.

Al separarnos ambas personas que llevan mi sangre miran confundidas a mi acompañante.

Tentación criminal #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora