Capítulo 36.

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Ronan se acerca a mí rápidamente, el asombro palpando en su rostro.

-Mi preciosa... - forma una media sonrisa. - Iré por el doctor, ya vuelvo.

Sale como disparado por un rayo, dejándome sola en la habitación. Siento el cuerpo muy adormecido, la cabeza me duele como si me quisiera explotar y tengo vagos recuerdos de lo que me pasó. Pasan unos segundos cuando de pronto ya me encuentro rodeada de enfermeras y un señor algo canoso, parece ser el doctor. Me mira y sonríe amablemente antes de reclinar la camilla donde estoy acostada. Hago una mueca de dolor por la punzada en mi pecho.

-Grace, ¿cómo te sientes? - su voz rasposa hace que lo mire.

<<De la mierda>>

-S-Siento el cuerpo algo adormecido, también me duele el pecho, pero estoy bien, supongo - mi voz sale entrecortada.

Asiente y me ofrece un vaso con agua para humedecer mi garganta, le sonrío levemente como agradecimiento.

-Te explico brevemente lo que sucedió. Hace poco más de un mes que te dispararon en el pecho y entraste en estado de coma ya que la bala perforó una de las arterias que conectan a tu corazón. Es muy sorprendente que hayas despertado, tu familia nunca perdió la fe, eres una chica muy fuerte. Le diré a tu novio que pase, él puede ponerte al día de todo lo que ha pasado.

Me quedo asimilando todo lo que acaba de decirme, aún sin poder creerlo. ¿Un mes en estado de coma? Joder, no puedo ni imaginar el dolor que les he causado a todos.

Ronan y Derek se adentran a la habitación, el rubio se acerca a mi lado con una sonrisa.

-Me alegra que hayas despertado, Grace, yo sabía que no ibas a dejar solo a mi hermano.

-Gracias, Derek - besa mi mejilla.

-Estaré afuera para decirle a Mercy que despertaste, seguro no tarda en llegar.

-No le des la noticia tan rápido, hazlo con sutileza - le dice Ronan, él asiente luego de blanquear los ojos.

Se encamina hasta la puerta y se detiene antes de salir por completo.

-Por cierto, Grace, hoy es el cumpleaños de tu chico, por si quieres darle su regalote - abro los ojos por la sorpresa.

El rubio se va y observo directamente al chico frente a mí.

-¿Es cierto lo que dijo? - pregunto.

-Lo es, y no pude haber recibido mejor regalo que éste, volver a ver tus hermosos ojos chocolate es lo que más anhelaba - una lágrima cae por mi mejilla.

-Perdóname por hacerte pasar por esto, yo sólo quería que estuvieras bien... - llega a mi lado, rodeándome con sus brazos.

-No, preciosa, perdóname tú a mí, no supe protegerte lo suficiente - acaricio su mejilla antes de abrazarlo.

Me aferro a su cuerpo con más fuerza, no queriéndolo soltar nunca. El sólo hecho de pensar que estuve más de un mes sin él, sin sus besos y caricias hace que me sienta aterrada. Escucho los acelerados latidos de su corazón y formo una media sonrisa.

-¿Porqué tu corazón late tan rápido, Davis? - sus ojos azules me observan con una mirada dulce y sincera.

-Late así porque tú lo provocas; desde el primer instante en que te vi empezaste a causar miles de sensaciones en mí, me volviste una persona diferente, revolucionaste mis hormonas a más no poder, hiciste que me volviera un estúpido enamorado. Has sido, sin duda alguna, lo mejor que me ha pasado en la vida, Allen.

Se acerca a mis labios cautelosamente y entonces me besa. Sus suaves y carnosos labios se mueven sobre los míos, causando un revoltijo incesante en mi estómago. Su lengua invade mi cavidad bucal, yendo al encuentro con la mía. Nos separamos un momento, dejando nuestras frentes unidas.

-En cuanto salga de este nefasto lugar voy a compensarte por todo el tiempo que no estuvimos juntos, también voy a darte ese regalote del que habló Derek - ambos reímos.

-Te eché mucho de menos, mi muñeca pervertida - deja un beso en mi frente.

-Y yo a ti, mi precioso - se queda sentado junto a mí, dándome calor, haciéndome sentir segura.

Su respiración calmada me hace sentir en paz también, me hace ver que mi lugar es a su lado. Veo su perfil, sus largas pestañas, sus labios rosados. Es tan perfecto.

Justo cuando estoy por decirle lo mucho que lo quiero, se escucha que gritan desde afuera:

-¡Mercy, tú hija despertó! - la voz de Derek hace que ambos soltemos una carcajada.

-Más vale que le dijiste que fuera sutil, ¿no? - asiente divertido.

Nos abrazamos unos segundos más, disfrutando el silencio y la presencia del otro.

-Este momento es perfecto, ¿verdad? - niega con una sonrisa.

-Te equivocas, muñeca

-¿Porqué? - frunzo el ceño.

-Porque no sólo este momento es perfecto, cada segundo que estamos juntos lo es, todo se vuelve mágico mientras estoy a tu lado - dejo un pequeño beso en sus labios.

Ambos nos sonreímos con ternura, con amor.

-Te amo, Ronan.

-También te amo, Grace.

Y por primera vez en mi vida siento una sensación diferente, algo que me dice que ahora sí seremos realmente felices.










FIN

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Falta el sensual epílogo y los suculentos agradecimientos, tranquilas.

Voten y comenten, ya las leo.

¡Besos!


Tentación criminal #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora