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-¿cuantos años tienes? - 

-4 - 

Veía a Andrés desde el sillón platicando y haciéndole a Ana un chequeo general. 

"Esa niña a partir de ahora es mi responsabilidad". Seguía pensando como le haría, esperaba que fuese algo fácil y, sobretodo esperaba contar con el apoyo de Karla...

"Ella es la única persona mayor con la que vivo que sabe cuidar niños y..."

-¿Puedes abrir?- asentí y me puse de pie.

Abrí la puerta y Diego estaba con Karla, salí y cerré.

-Hola cariño - saludó y sonreí con cansancio, ¡Maldición! Qué día... -Diego me contó lo que ocurre...- asentí -ten por seguro que te ayudaré en lo que necesites - me dio un abrazo y fue muy cálido, me transmitió el apoyo que necesitaba.

-Gracias - era una situación difícil y un peso muy grande el que estaba cayendo sobre mis hombros, realmente agradecía las palabras de Karla en este momento. -Pase para que la salude - puse mi mano sobre la manija detrás de mi. 

-¿No hay problema?- negué.

-No descuide - susurré con poca importancia; abrí la puerta y me detuve esperando a que entrará. 

-Listo - dijo Adrián -he terminado - 

-Ana - llamé su atención y me acerque a la camilla -ella es Karla, la madre de Diego -

-Hola - la niña sonrió y Karla se acercó a ella, se sentó en la cama diciéndole algo y yo me acerque al médico.

-¿Cómo esta? ¿Todo bien?- pregunté en voz baja.

-Si, necesita comer bien, es lo único. No esta enferma de nada y no tiene ninguna herida ni nada. Te la puedes llevar y cualquier cosa la traes de vuelta - asentí.

-¿Nos podemos ir?-

-Si, dale una ducha y algo ligero para cenar. Posiblemente le cueste trabajo dormir pero ten paciencia - 

-Ok. Gracias - 

Karla dijo que pasaría a saludar a Krista y que nos fuéramos primero.

-¿Vamos a casa?- preguntó Ana cuando tomé su mano y salimos de la habitación.

-Si, tomarás una ducha y cenaremos antes de salir a caminar un rato - expliqué. Había decidido hacer eso para que se cansará y durmiera rápido.

Adrián nos acompaño a la salida, abrió la puerta y salí con la niña, me detuve de golpe, ocasionando que Diego chocara levemente conmigo. 

-Perdón - susurré y seguí el camino hasta estar debajo del porche, donde Armando platicaba con Vanessa.

-Elizabeth - me habló -¿Podemos hablar?- preguntó esperando a que Diego bajará, ya que no se detuvo al verlo acercarse.

-No puedo - dije y cargué a la niña para caminar más rápido.

-¿Quién es ella?- preguntó.

-Me tengo que ir, después hablamos de lo que quieras - di media vuelta y comencé a caminar hacía mi casa. Sabía que al involucrarme con alguien tarde o temprano esto pasaría, no había necesidad de pasar por ratos incómodos como el de hace un momento.

-¿Quién es él?- preguntó Ana en mi oído y rodeé los ojos levemente. Los niños nunca sabían mantener la boca cerrada y era algo con lo que debía lidiar de ahora en adelante.

-¿Todo esta bien?- preguntaron a mi lado, hasta ese momento recordé que Diego venía conmigo y quise golpear algo.

-Si - contesté sin importancia.

¿El fin? CorrigiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora