¿El fin? Corrigiendo

53

Habían pasado mucho tiempo y escuchaba a Diego llorar, tenía su cabeza sobre mi hombro. Mi espalda dolía sin embargo prefería esperar un poco más, yo había experimentado el mismo dolor.

Por inercia comencé a acariciar un poco su espalda para que se tranquilizara, no quería decir nada para que no se alejará.

-Se murió - dijo por fin con la voz rota. Asentí levemente y musité. -¿Cómo le voy a decir a los niños? ¿Cómo decirles que perdieron a sus padres casi al mismo tiempo? Allá murieron muchas personas, todo por culpa de Roger, el mando a que hicieran eso - su voz se había convertido en algo lleno de rencor y odio.

Se separó de mi, puse mi mano sobre mi rodilla y bajé la cabeza, limpié las lagrimas silenciosas que habían recorrido mis mejillas hasta el mentón. 

-Tenemos que irnos - se levantó y caminó, abrió la puerta.  

Recordaba la promesa que le había hecho a Damian y Ángela para que se fueran, me dolía saber que no la había cumplido y no solo con eso también se tenía que sumar el hecho de que estaba muerta.

Me levante resignada y salí de la casa.

--------

Diego caminaba un par de metros delante de mi, no volteaba si quiera y lo agradecía por que las lagrimas no dejaban de salir, por más que las limpiaba salían y salían, todas acompañadas por un inmenso dolor en el pecho.

Seguía sin poder alejar los recuerdos de todo lo que había sucedido hace una hora. 

Mucha gente había muerto, no podía creer que Roger/Mateo/quien fuera el culpable, no se había tocado el corazón al hacerlo. 

Las personas habían muerto atacadas por zombies, por haber recibido el impacto de los muros y sufrir alguna fractura o desangrados. 

La imagen de los cuerpos cerca de los muros, lo que le paso a Carmen, la muerte de Christina y la muerte Karla se repetían en mi mente como una película; de la misma manera que David y Nico.

Estaba muy preocupada y ansiosa por ver a los demás, temía que Daniel y los chicos no hubieran podido salir, temía que Valeria hubiese tenido problemas en el camino.

----

Nos habíamos perdido en un laberinto de callejones, nos demoramos un buen rato salir de ese lugar, me dolían los pies y parecía que no tardaría en llover. A cada rato y complicación me frustraba más...

Estábamos en el estacionamiento de un centro comercial. Nos habíamos tardado mucho tiempo, solo esperaba que Diego no nos hubiera llevado hacía uno equivocado.

-¿Si es aquí?- pregunté después de haber caminado casi dos horas en silencio.

-Si -

-Hemos caminado por mucho tiempo...-

-Si es aquí - me interrumpió. -pero tomamos el camino largo - dijo y comenzó a caminar.

-Si, seguro - susurré y lo seguí.

Atravesamos el pequeño estacionamiento y llegamos a la entrada. 

La puerta estaba en muy malas condiciones y nos costó un poco de trabajo abrirla sin que se cayera.

Entramos y todo estaba en silencio. Nuestros pasos resonaban en el gran lugar y aún así nadie salía.

-Aquí no hay nadie - dije después de varios minutos en los que no había ni una señal de vida.

-Eso parece - 

-¿Por qué nos trajiste aquí?- estaba muy frustrada, quien sabe a donde nos había traído este idiota.