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Moví la cabeza, asintiendo. Me había quedado sin habla, ahora era un tanto vergonzoso.

Giré hacía el pasillo y Vanessa estaba de pie, al inicio del mismo. Completamente sorprendida.

-No sabía que ustedes...- levantó el dedo índice y nos señalo levemente -lo siento - dio media vuelta y se alejó.

Volví hacia Diego, se paso las manos por el cabello en un gesto frustrado.

-Debo irme - dije por último y salí de ahí.

Era incómodo, él y yo apenas cruzábamos palabras y, hace un momento, habíamos estado a punto de llevar esto más allá.

Vanessa estaba sentada a la mesa con Valeria y Mariela. A lo lejos podía ver que los cuerpos ya no estaban ahí.

Llegué hasta ellas a paso lento y confiado.

-Voy a dar una vuelta - Vanessa se levantó en cuanto me vio acercar -¿Quieres venir conmigo?- asentí al instante, sería mejor que quedarme con ellas. Una me odiaba y la otra parecía no querer verme.

Caminamos en silencio a la salida, antes de cruzar la puerta me detuve y la volteé a ver.

-¿Llevas algo...?- ella entendió a que me refería y asintió. No pregunte más y salimos.

Llevábamos recorrido la mitad del sitio y no había nada. No había rastro de los amigos de Diego ni de zombie alguno.

Solo eramos nosotras, nuestras respiraciones y nuestros pasos; era lo único que escuchábamos.

Dimos vuelta en la esquina para ir a la parte trasera del edificio.

Habían más autos, algunos tenían las puertas y el cofre abiertos.

-¿Por qué escogieron este lugar?- preguntó Vanessa. Veía unos camiones de mercancía como dulces, muebles, papel y de todas las distintas marcas que vendían en esta plaza.

-Mariela y su padre vinieron aquí, Valeria y Diego sabían en donde quedaban así que... Fue la manera de salir en diferentes momentos y llegar al mismo sitio.- expliqué.

-Diego y tú se retrasaron más - resople con frustración. Esa no había sido mi mejor decisión.

-Si... No sabía llegar aquí y él si, así que tuve que partir con él -

-¿Cómo?- se detuvo un momento -Creí que ustedes dos...- negué, no eramos y no estábamos cerca de ser. -¿Entonces que fue eso? No quise ver pero no creí que estarían...- volví a negar. Aún seguía pensando en cada segundo, sensación y pensamiento que tuvieron lugar en mi cuerpo en ese y desde ese momento. No podía explicarle algo que ni yo sabía y no entendía por que había pasado.

-No se que paso - susurré pero el maldito silencio fue en mi contra, ya que cualquier cosa que dijera se podría oír con claridad. -Simplemente paso, él y yo nunca hemos sido amigos si quiera... Así que...-

-¡Ayuda! - un niño apareció justo antes de dar vuelta, chocando y aferrando sus pequeñas manos a la sudadera de Vanessa. 

Me acerqué a la tercer esquina despacio, vería que estaba del otro lado.

-Llévenlo con ustedes - apareció un chico y retrocedí. Su rostro estaba pintado de color purpura y verde, con venas azules y verdes resaltando de su frente y cuello, labios secos y ojos tornándose de color amarillo. -Por favor - pidió y se hecho a correr entre los autos y camiones.

Rápido se perdió de la vista y me costó un par de segundos reaccionar a lo que acababa de pasar.

-¿Quién era él?- pregunto Vanessa, quien por su rostro estaba en la mismas que yo.

¿El fin? CorrigiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora