Amo odiarte | Akashi Seijuro

7 - Let's play

— Si, fui yo. Tendrás un enfrentamiento en una hora ¿cierto? — sacó un juego de llaves de su bolsillo y se acercó a la puerta del pabellón abriendo el candado — Me pareció injusto que no pudieras utilizar la cancha para entrenar.

Akane sonrió a sus espaldas con calidez llevándose consigo la mirada de su compañero Hayama, quien no pudo evitar dibujar una sonrisa socarrona.

— Eres muy amable... ¿Akashi?

Seijuro asintió y sin más vueltas abrió las puertas dándole el paso de ingreso primero a Ia peligris que por poco entra atropellada por la ansiedad de pisar esa cancha. Corrió hacia el depósito y comenzó a sacar las cosas para armar la cancha y empezar de una vez.

— ¡Te ayudaré!

Se ofreció alegre el rubio y Akane le sonrió muy agradecida. Akashi tampoco se quedó atrás y les dio una mano. Una vez que estaba todo listo, ambos muchachos se quedaron a un lado de la cancha mientras Akane se posiciona a unos seis pasos detrás de la línea de saque. Tomó una gran bocanada de aire sin sacar el ojo de la pelota entre sus manos y tras un largo suspiro lanzó el balón al aire al mismo tiempo que tomó carrera para dar un gran salto y que el balón saliera expulsado con fuerza al entrar en contacto con su mano.

Fue una perfecta coordinación, un buen tempo, pero algo le estaban fallando y eran los nervios. El balón apenas rozó por encima la red. Akane chasqueó su lengua molesta y fue por otro, así hasta sentirse satisfecha pero terminando realmente cansada. Quedaban diez minutos para que el equipo titular llegara y gane un buen sermón de porqué estaba allí.

— ¿Por qué juegas al voleibol?

Una pregunta casi escupida de la boca del pelirrojo dejó estática a Inoue, Hayama le dedicó una mirada misteriosa al capitán de su equipo pero no cuestiono aquello.

Akane se tomó sus segundos para responder. ¿A qué venía aquello? pero la incomodó totalmente, ella no recuerda haberse planteado algo así, simplemente lo hacía porque le gustaba, tal vez sea un sentimiento que no se pueda explicar con palabras.

— Yo... — lo miro nerviosa y luego desvió su mirada a la red frente a ella — Es mi cable a tierra. Es lo único que me apasiona desde niña, bueno era un fracaso y entrené muy duro para estar donde estoy ahora, por eso... — cerró sus ojos con fuerzas acompañada de sus puños y al abrirlos nuevamente devoró a Seijuro con su mirada — por eso no puedo permitir que me pisoteen como si nada aquí.

Akashi sintió aquella determinación y sus labios se curvaron levemente hacia arriba.

— ¡Le patearas el trasero, Inoue!

Gritó emocionado Koutaro extendiendo un puño al aire.

— ¿A quien le pateara el trasero? — sorprendentemente, la capitana del equipo de voleibol estaba ya parada en la puerta con los brazos en jarra — O tal vez deba preguntar ¿Cómo demonios entraste aquí y con qué permiso?

Inoue se puso nerviosa, sabía que no lo pasaría por alto.

— Maldita...

Comenzó Hayama pero fue inmediatamente detenido por la voz de Seijuro.

— Con mi permiso. — le miro totalmente serio poniendo los cabellos negros de punta a la capitana — ¿Algún problema? Cualquiera puede utilizar la cancha y más si es miembro del club correspondiente. Que tu seas una caprichosa no debería ser un problema.

Akane quedó estupefacta ante aquellas palabras. Él estaba totalmente en lo cierto aunque podía sentir una gran tensión entres estos dos.

— Bien ¡Empecemos de una vez!

Ingresó revoleando su bolso a un lado de la cancha. Fue entonces cuando notó que no estaba sola, todo el equipo titular estaba con ella. O eso creía, cuando comenzaron a ingresar, una caravana de estudiantes venían tras ella.

— Traje un par de espectadores para el desafío. Espero no te pongan nerviosa.

Sonrió con malicia y Akane sintió la sangre por el suelo.

« ¿¡Era necesario?! »

Si perdía aquel encuentro su vida realmente se iba a acabar.

— ¡Inoue! — llamó su atención Akashi al notarla fuera de si — Puedes hacerlo.

"Puedes hacerlo"

Tan solo esas palabras le ocasionaron una extraña sensación dentro de ella. Sus manos ya no temblaban, sino que se sujetaron firme al balón entre sus dedos. ¿Estaba realmente preparada? Su heterocromía aún no había aparecido y eso le daba mala espina. Era algo que ella no podía controlar, aparecía cuando se le daba la gana y en los momentos más inoportunos, llevándola donde está ahora. Estaba totalmente acabada si no aparece.

— ¿Estás lista para perder, niña? — la miro desafiante Himori mientras se terminaba de acomodar a un lado de la cancha sola — Te daré a elegir a las titulares o miembros del club que tu quieras.

Akane sintió una mala espina ante eso.

— Vamos — agregó — No tengas miedo, será un juego totalmente limpio.

‹ No lo permitiré ›

« ¿Te dignaste a aparecer? maldita sea. »

‹ Solo quiero hacer las cosas más divertidas, permíteme. ›

Una pequeña risa salió disparada de los labios de Akane y tras un parpadeo, su heterocromía entró en escena. Akashi se percató de eso mientras Hayama la señalaba con disimulación y le hablaba a su capitán.

— ¿Lo ves? Ahí está de nuevo.

Seijuro asintió ante el hecho y se dedicó a observar la situación.

— ¿Me crees estúpida? Lo haremos a mi manera, querida Himori.

— ¿A qué te refieres?

Se cabreó la azabache ante sus palabras.

— Tu elije a quien quieras para que forme parte de tu equipo. Hasta puede ser todo el equipo titular, pero yo jugaré sola.

« ¿¡QUE!? »

Se auto señaló y el pabellón se llenó de murmullos generando un gran eco. Incluso los ojos de Akashi y Hayama se abrieron a más no poder. Prácticamente había unas treinta personas mas allí adentro además del club de voleibol, inclusive la manager y los entrenadores. Esto era totalmente un show para ellos y Akane estaba decidida a dárselos.

— ¿Es un chiste? —rió la capitana — Bien, si quieres enterrar tu propio cadáver te daré el gusto. Por dios, que patética.

— ¿Patética? Te advierto que el dicho original es "Cavar tu propia tumba". Vaya ¿Y yo soy patética?

Retrucó con sarcasmo la peligris. Esto se estaba yendo por las nubes.

— Haré que te mueras de ese lado de la cancha.

Gruñó entre dientes apunto de colapsar en nervios.

Akane le devolvió el gesto con una sonrisa. Esto va a ser divertido.