Ella vuelve. Tiene un secreto. Un secreto que solo Ella, Su abuela y Deaton saben.
Ellos no la esperaban. También tienen un secreto. Un secreto que muchos saben. Pero Ella no.
Ella conoce a Parrish. Se enamora. Trata de ignorarlo. Pero no puede.
P...
Desperté. Scott estaba tirado en el sillón y Stiles en el suelo. Ambos dormidos. Me levanté tratando de no hacer ruido para no despertarlos. Al pasar por arriba de Stiles sin querer lo pateé. El se removió y habló dormido.
-No papi no quiero comer la espinaca...-Yo me tapé la boca y cerré fuertemente los ojos para no reír.
Salí de la casa y me senté en las escaleras del porche. Al mirar para un costado, vi muchos arboles. Había un bosque, y no estaba tan lejos. (NOTA DE AUTORA: Realmente creo que en la serie si esta lejos, pero hagamos como que esta cerca XD) Desde pequeña siempre amé los bosques, pero, nose por qué este tenía algo especial. Entonces, sin darme cuenta, comencé a caminar, hasta que estuve en la entrada al bosque. Y ahí entendí todo. Entendí por qué este bosque era especial. Era el bosque. El bosque de mis sueños. Allí estaba el Németon.
Me adentré en él. No sabía donde me encontraba, pero mis pies se movían solos, como si ya supieran el camino. Y luego de caminar y caminar, llegué. Estaba parada frente a él, era igual al que veía en mis sueños, solo hacía falta una cosa. Mi abuela.
De repente comencé a escuchar el crujido de las hojas secas. Alguien se acercaba. Me escondí detrás de un arbusto.
Un hombre llegó volando, como si alguien lo hubiera empujado con muchísima fuerza, chocó contra un árbol y cayó al piso. Su remera estaba sucia y rasgada, había estado luchando contra alguien... o algo. Entonces apareció otro hombre que venía con la cabeza gacha. Al levantarla, lo primero que vi fueron sus ojos, rojos. Mi abuela me había enseñado sobre criaturas sobrenaturales. Me dijo que como yo pertenecía a ese mundo me serviría en un futuro. Y ella tenía razón. Porque en ese momento, sabía exactamente lo que tenía frente a mi: un hombre lobo. Y uno de los más fuertes, un Alfa. Sin embargo, no sabía que clase de ser era el hombre herido. Se me escapó un suspiro de asombro por lo cual me tapé la boca. Ninguno de los dos pareció escucharlo. El Alfa comenzó a hablar.
-VAMOS, DEFIÉNDETE!-Dijo realmente enfadado mostrando sus garras y colmillos.
-Ya te lo dije. No se a lo que te refieres-Dijo el hombre que estaba tirado en el suelo. El otro rasguñó su pecho, del cual brotó mucha sangre. Creí que me iba a desmayar al verla pero, sorprendentemente, no lo hice. Entonces comencé a escuchar una voz, entendí perfectamente lo que decía: "CONVIÉRTETE! AHORA!". Sacudí la cabeza para borrarla. Al volver a ver la escena, el hombre herido todavía seguía tirado en el suelo, pero había algo malo, estaba mirando en mi dirección. Y el hombre lobo no estaba. Lentamente me di vuelta.
-Hola cariño- Sentí como me tomaron del cuello. El alfa me había descubierto y me llevó a donde él estaba parado anteriormente.-Pues mira nada mas. Si que es bella, verdad?
-Déjala no la molestes.- el hombre herido habló.
-Es cierto no me molestes. No te conviene.-No se de dónde me salió eso. Pero me arrepentí al instante.
-Oooh una pequeña valiente.-El alfa rió y me apretó más el cuello. Estaba asfixiándome. Entonces esa voz volvió a sonar en mi mente: "CONVIÉRTETE! AHORA!". Decidí hacerlo. Sentí cuando mis ojos se volvieron azules.
-Suéltame, ahora.
-Wow-El hombre que estaba tirado susurró.
-Vaya, vaya-El hombre lobo me bajó.- ¿Qué eres? ¿Una especie de hada del bosque o algo así?-Volvió a reír mientras daba vueltas a mi alrededor.
-Prefiero el término ninfa.
-¿Y qué? ¿Qué poderes tienes? ¿Haces que salgan arcoíris de tus manos y cuando tu cantas las aves te responden?- El sonrió burlón. Yo me reí
-No exactamente.- Alcé mis manos.
-¿Qué haces?-El río pero se calló al instante. Nose como lo hice pero detrás de mi había una especie de gran "ola" de agua. La había atraído, yo sola. Y al llevar las manos hacia adelante esta me rodeó y chocó contra el cuerpo del alfa llevándoselo a su paso.
Entonces cerré los ojos y volvieron a cambiar. Miré al hombre herido y me acerqué a él.
-¿C-cómo hiciste eso?-Él tartamudeo mirando por donde el hombre lobo desapareció con la gran ola que había formado.
-No lo sé. Es la primera vez que uso mis poderes- Yo le sonreí y él a mi.
-Pues fue impresionante.
-Eso creo, gracias. Te duele?- Toqué una de sus heridas, él se quejó debido al dolor.-Te voy a curar.- El río.
-Creo que esto necesitará más que simples vendas.
-¿Y quién hablo de vendas?-Yo sonreí. Entonces, apoyé mis manos sobre sus heridas y al sacarlas ya no había rastros de rasguños, solo manchas de sangre.
-Ok... eso fue raro.-Yo reí al igual que él.-pero gracias.- Lo ayudé a pararse.
-Esta amaneciendo. Debo irme, mis tíos se preocuparán. Adiós.- Comencé a alejarme de él.
-OYE ESPERA!- Me detuve y lo miré.- ¿Cómo te llamas?- Le sonreí.
-Me llamo Becca. ¿Y tu?
-Parrish. Me llamo Jordan Parrish.
¿Dónde había escuchado ese nombre antes?
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