Mi chófer te recogerá a las 8 en punto.
Es lo que decía el mensaje de Leandro. Al llegar a casa me encontré una bolsa con un vestido negro hermoso.
Es por el vestido que te dañe, me gustaría que lo usarás esta noche.
Decía la nota que están en el interior, es vestido precioso es con un escote no tan abierto por adelante, pero como mis pechos no son pequeños se ve más, de lo que a Leandro le guste. En la espalda es totalmente descubierta. Me maquillo poco, pero uso mi labial favorito que es el rojo pasión. Mi cabello lo dejo suelto, cojo mi bolso y sin más salgo. El chófer me está esperando abre la puerta y me lleva.
El restaurante es de lujo, entró y atraigo la mirada de varios hombres, un mesero me guia a la mesa donde esta Leandro, está en una terraza, se puede ver las cielo es un lugar precioso.
El mesero me indica donde esta Leandro, me acerco a la mesa sola, nuestras miradas se conectan el me Débora con la mirada sin ningún pudor. Yo sonrió un poco avergonzada, la forma en la que me mira me intimida.
Se pone de pie y se acerca a mí- Te ves preciosa.
-Gracias-susurro, el me acaricia el rostro y me besa, sus labios son tan suaves, se mueven de manera tan sensual, su lengua entra en mi boca y ahí es donde empieza la pasión, el deseó.
Besa tan bién, al terminar muerde mi labio inferior.
-Extraña ya tus labios.
Estamos sentados, Leandro pide la comida y yo me limito a observarlo, sus ojos azules son tan penetrantes, son como ver el cielo o el mar, es un mundo diferente, el me a llegado a un mundo diferente. Sus labios son tan suaves, carnosos, perfectos de solo recordar como besa, de los besos que me ha dado, las veces en que sus labios recorrían mi cuerpo, me calienta.
-Tan Galán te parezco-me dice divertido.
-Si, eres perfecto el hombre cualquier mujer quisiera-le digo sincera.
-Me halaga tu comentario-y ahí es cuando me doy cuento que no lo he llamado señor, ¿Cuando nomás se supone que debo llamarlo así?
-Una pregunta Leandro-le cuestiono.
-Dime
-No se como actuar contigo, no se si debo llamarte señor, o por tu nombre-le digo confundida.
-Hasta ahora lo has hecho bien, entre semana tu sabrás cuando llamarme señor, te darás cuenta y en cuanto los finés de semana ya te enseñaré-me dice con una sonrisa.
-Vale-me limito a decir, el mesero llega con nuestra comida. Es una cena normal hablamos sobre trabajo.
Hablamos normal y mientras cenamos y conversamos, me pongo a pensar como será el fin de semana tendré ¿que llamarlo siempre señor? Ser sumisa, hacer caso en todo.
El mesero termina de recoger todo.
-Tengo algo para tí-me dice con una sonrisa y saca una caja negra, pequeña.
-¿Que es?-pregunto emocionada, el me ofrece la caja, yo la cojo y la abro, es un anillo.
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Kathia -No confundas el placer con amor- (+18)--@BlueRoseAwards
Literatura KobiecaÚnica regla no confundas el placer con amor. Pero esa regla ya fue rota, como continuar podrán continuar con esa relación o no?. Prohibido la copia total o parcial. Código de registro: 1710043705594 Fecha de registro: 04-oct-2017 23:47 UTC