Capitulo 30

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Los malditos me dejaron tirada  nose donde, recojo la falda de vestido lo más que puedo para que no se ensucie y salgo a la carretera en busca de un taxi o algo para poder ir a mi boda.

Gracias a Dios, un taxi pasa y se detiene el señor me ve raro, le doy la dirección de la iglesia y arranca. No se que le voy a decir a Leandro cuando me vea llegar  en un taxi, no quiero que se altere o vaya hacer una locura.

Cuando estamos por llegar veo que el auto de Octavio viene en la dirección contraria, bajo el vidrio y le hago una señal para que detenga el auto, y así lo hace.

-Detengase por favor- le digo al taxista, así lo hace. 

Me bajo del auto, se baja Octavio y Carla.

-¿Donde estabas? - me reclama Octavio - tu futuro esposo está apunto de volverse loco.

-La limosina se dañó - miento.

-Bueno no importa vamos antes de que Leandro se vuelva loco de verdad - dice Carla, pero Ocatvio me lanza una mirada de que no me creyó nada de lo que le dije.

-Pagas el taxi - le digo, el asiente y lo hace, me subo en su auto.

En el camino Carla me arregla en maquillaje un poco, mientras Octavio me lanza una mirada. Talvez el me ayude no he podido quitarme la Grace que me dijo Vanesa.

Nada es duradero, no lo olvides.

Tengo miedo de lo que pueda llegar hacer, no tengo que dejar de pensar en eso ella no hará nada, solo lo hizo para joderme nada más, intento convencerme.

-Kathia, ya llegamos - me informa Carla - bajas cuando yo te de la señal, ¿de acuerdo?

-Si, si si - aterrizó de mis pensamientos.

No voy a pensar más en la estúpida de Vanesa ni en Rodrigo, hoy es mi boda el día más feliz de mi vida. Carla me da la señal.

Bajo del auto, no hay nadie afuera subo las gradas de la iglesia, una ves que escucho la música para mi entrada, me paro en la puerta y puedo a ver a Leandro con traje negro esperándome al final, con una hermosa sonrisa.

Camino, cada paso que doy estoy más feliz porque eso significa que voy hacer la esposa del hombre que amo y que vamos hacer felices por siempre.

Al llegar me ofrece su brazo, lo tomó el no se aguanta y me da un beso.

-Extrañaba tanto tus labios -susurra.

-El beso es después - nos regaña el sacerdote, y se escucha algunas risas.

La misa da inició, cada cosa que hacemos, nuestros votos, los anillos cada cosa se quedará grabada en mi memoria por siempre. Y al fin las palabras que tanto ansiaba escuchar.

-Os declaro marido y mujer, ahora si puedes besar a la novia - dice el sacerdote, mi sonrisa es gigante, tanto como la felicidad que siento.

-Al fin eres mi mujer, mía solo mía - dice Leandro antes de besarme, es nuestro primer beso como marido y mujer, y creo que es mucho mucho mejor que los anteriores besos, no se porque pero así lo siento. Todos apluaden.

(...)

Estamos bailando nuestra primer baile como marido y mujer, mis brazos están en su cuello mientras sus manos están en mi cintura mientras nos movemos al ritmo de la música.

Kathia -No confundas el placer con amor- (+18)--@BlueRoseAwards Donde viven las historias. Descúbrelo ahora