Capítulo 4

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-Que... que necesitas- pregunte nervioso llegando a mi cuarto.

Deje la puerta abierta por cualquier cosa, el llego a sentarse libremente en mi cama y observaba todo al rededor mientras yo no me alejaba demasiado de la puerta.

-Asi que un omega... porque no me sorprende?

Trage sonoramente saliva, estaba entrando en pánico... me aterraba que Kacchan hiciera algo... solo por un enojo.

-Deja de estar de miedoso... apestas a miedo- funció el ceño

-No harás nada?- me atreví a preguntar.

-Yo haré lo que quiera... Deku- su voz sonó demasiado amenazante al final.

-Entonces... que quieres?

-Eres rápido pensando, quien es tu alpha?

-Mi alpha?

-Estas marcado no? Ya no hueles como antes...

-Oler?- pregunte dudoso.

-Tienes un olor a girasoles... pero ahora parece como si tuvieras un olor a invierno encima... de hecho ahora ni siquiera huelo tu aroma.

-Tanto así?- me sorprendí.

-No estoy aquí para darte clases idiota... quien te marco?

-No voy a decirlo...

-Porque no?

-Nadie sabe que soy un omega... nadie debe saberlo, si estoy marcado o no tampoco... eres mi amigo de la infancia y tampoco puedo ocultartelo pero...

-Amigos.... cuando lo fuimos?- volvió a remarcar eso con enojo.

-Nunca me considerate tu amigo? -pregunte con tristeza.

-Jamás... eras un buen juguete para golpes.

-Solo eso fui para ti?

-Si...

-Entonces... tampoco es de tu incumbencia saber quien es mi alpha- tome el valor para recalcarle aquello.

Vi la furia en sus ojos y luego sentí su puño en mi estomago sacándome el aire y tirandome al piso, se había hecho más fuerte desde la ultima vez que me dio una paliza...

-Eres un maldito omega... no tienes derecho de contestarme de esa manera- me pateo las costillas y luego me levanto del cuello-ahora dime quien te marco?

-No te lo diré...

-Maldita sea... quieres entender de otra manera?

Me estampó contra la pared restregandose contra mi, sentía como se frotaba con más insistencia en mi entrada y empezaba a entrar en pánico... quería a mi alpha, lo necesitaba... empece a sollozar.

-Ahora vas a hablar o quizá te gusta esto?

Su mano bajo por mi cuerpo y empezó a acariciar mi abdomen por debajo de la camisa, sus dientes rozaron mi cuello y solté un grito de pánico... no quería que me tocará... no quería perder el aroma de Todoroki.

-Katsuki... sucede algo?- grito su madre desde la planta baja.

-Nada- grito enojado.

-Ya es hora de irnos... despidete...

Con esa frase me solto y me dejo caer al suelo... me hice un ovillo tratando de tranquilizarme, me veía con desdén desde encima.

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