Estaba caminando de un lado a otro en frente del ascensor sin saber que hacer. Yoongi ya no me respondía y eso me ponía aún más inquieto. ¿Que tenía que hacer?
¡Dios si existes dame una señal!
¡Y vaya que me la dio! El letrero que colgaba cerca del ascensor se desprendió justo cuando iba pasando debajo de el. El golpe me hizo ver estrellas por varios segundos pero luego pude ver la señal divina.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A pocos pasos de donde me encontraba había una caja de emergencias con una pequeña hacha, más adelante había otra caja pero con un tanque cosa que no necesitaba. Busqué algo con que quebrar el vidrio ya que estaba con seguro pero en mi desesperación termine empuñando mi mano contra aquél vidrio.
Ahí fue cuando comencé a llorar... Sí, a llorar. Varios vidrios se habían insertado en mi piel y por más fuerte que tratará de ser para rechazar el dolor no podía, no funcionaba. Retiré todos los vidrios que pude de mi mano y regresé al ascensor estampando el hacha justo en aquella ranura. Miré con asombró que al primer golpe logré separar ambas puertas por escasos centímetros.
¿Así que el entrenamiento de tirar aquél estúpido árbol si era útil después de todo? Quién lo diría.
Volví a golpear y la ranura se abrió aún más dejándome ver la figura de Yoongi dormido (O al menos eso quería creer). El hacha se me resbaló y me dispuse a empujar lo que faltaba con las manos.
Lo abrí por completo y entré de una. Me inqué para estar a su altura pero el no respondía cuando lo llamaba.
Me quite inmediatamente la chaqueta que andaba y se la pase por los hombros manteniendola agarrada sobre su pecho. A penas llevaba unos segundos dentro del ascensor cuando el frío comenzó a darme jaqueca. ¡Y él que había estado casi una hora!
Una señora que supuse quería ir al restaurante por medio del ascensor, al vernos salio corriendo y gritando que llamaría a la policía.
Yo que no quería tener ningún tipo de problema que tuviera que ver con policias me levanté y cargué a Yoongi que estaba completamente helado de pies a cabeza.
Antes de salir del edificio tiré de la chaqueta que le había puesto y se la subí aún más tapandole la cabeza ya que afuera la tormenta ya había comenzado. También busqué con dificultad en sus bolsillos las llaves del coche.
