burning red; yoonkook

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Entre llantos y promesas

Yoongi

Jin y Namjoon salieron huyendo de la futura escena del crimen y nos dejaron a Jungkook y a mí solos de nuevo.

Jeon corrió hacía arriba diciendo que tenía que verse presentable para su madre y yo sólo me di una mirada de arriba a bajo decidiendo quedarme así (porque vamos...he estado peor). Claro que Jungkook no pensaba lo mismo porque volvió a bajar corriendo con varias camisas en su hombro. Vi con horror que venía en mi dirección.

-¡Elige una de estas!-gritó.

-Déjame morir en paz por favor...-suplique sacudiendo mi nariz en un nuevo paño.

-Bueno, lo haré por ti. Me gusta esta- eligió una negra y luego se acercó arrebatandome la que tenía puesta.

Inmediatamente me tapé con las manos algo de piel. Jungkook pasó la camisa negra por mi cabeza y me levantó las manos para ponerla bien. Luego empezó a despeinar mi cabello y finalmente terminó limpiando mi cara con ayuda de su saliva. Hice una mueca de asco.

-¡Ya basta! Que asco- quite su mano de encima-¡QUE TE DETENGAS ESO ES ASQUEROSO!

-¡Ponte zapatos! Tu resfriado empeorará.

-Estás peor que una madre.

-Uff créeme mi madre es mil veces peor así que desde ya te advierto que le tengas paciencia y...

-Es una mamá Jeon, nunca le diría nada malo a una mamá más si es la tuya.

Jungkook comenzó a peinarse con sus manos cuando el timbre de la casa sonó. Nos dimos una última mirada y me levanté dispuesto abrir pero Jungkook corrió hacia la puerta y como yo quería abrir primero también corrí.

Llegamos a la puerta entre empujones y al final terminé ganando. Abrí mientras me reía ya que Jungkook se había caído al suelo por mi empujón y comenzó a levantarse. Claro que mi risa se apagó cuando vi el semblante serio de la señora al abrir. Nuevo miedo desbloqueado: "La suegra".

Tiré del brazo de Jeon y lo puse enfrente de su madre y usándolo como escudo. Se veía a leguas que quería matarme.

-¡Hola mami!- gritó Jungkook algo inseguro y abriendo los brazos.

Su mamá lo abrazó sin vacilar y le dio unos cuantos besos alrededor de la cara.

¿Esta era mi oportunidad para huir? Definitivamente. Di un paso hacia atrás pero inmediatamente la mano de Jungkook se aferró a mi muñeca.

-Pasa- abrió más la puerta para que entrara y yo no hice nada mas que sonreír nervioso y seguir escondiendome detrás de Jungkook. Nos sentamos en la sala y para mi desgracia me tocó sentarme en el sillón que estaba en medio de los dos.

-Jungkook cariño, ¿serías tan amable de regalarme un poco de agua?-habló la señora.

No. No. No. ¡No me dejes solo! Miré a Jungkook alarmado. Éste le sonrió y asintió.

Maldito.

Cuando Jeon se levantó sentí la mirada de su madre clavarse en mí. Tague saliva y le devolví la mirada algo dudoso.