My Dear Director

C U A R E N T A Y C I N C O

Nunca habia amado tanto volver a clases como lo hago ahora y eso solo lo puede lograr una persona; Justin.

Ya es lunes y las clases se reanudan, lo que me pone extremadamente feliz porque es el colegio el que nos une a Justin y a mi. Es el lugar donde podemos vernos incluso aunque no podamos hacer algo más en público.

Suspiro mientras salgo de casa y pienso en todo lo sucedido con Justin. Es que me encanta tanto, le adoro, es en serio; Jamás habia sentido esto tan fuerte. Él llena mi vida de colores, le da alegria a mis días y si algun día me llega a faltar se que ese día será mi fin.

Y tal vez crean que exagero, pero no. Dependo de él ahora, mi felicidad depende de él. Porque él es mi todo. Él es mi sonrisa, mi alegría, mis lagrimas, mis ilusiones.

Aún recuerdo su «Te quiero demasiado» y al hacerlo automáticamente siento que nada podria hacerme infeliz.

Escucharlo fue como escuchar una de mis canciones favoritas. De esas que te alegran, que te dan un golpe de energia, que te hacen ver la vida de otra manera.

Muerdo mi labio mientras sonrío. Aún sigo sorprendida por esos "azotes" que recibí de su parte y no mentiré, me encantó. Me encantó ver a ese Justin dominante, a ese Justin celoso.

Luego de que Christian lo sacara de mi dormitorio, bajé para ver que pasaba. Mi hermano decidió llevárselo porque ya estaba quedándose dormido.

Ayer no nos pudimos comunicar porque mi móvil aún sigue en reparación. Creo que no pagaré lo que me pidan solo por la tardanza.

Suspiro y sonrío cuando veo a Leslie esperandome en la esquina. Corro hacia ella y luego le doy un gigante abrazo.

-Feliz navidad y año nuevo - digo y ella ríe.

-Feliz navidad y año nuevo - me alejo y besa mi mejilla.

Entrelaza su brazo con el mio y emprendemos rumbo al colegio.

-¿Cómo has estado? - pregunto mirándole.

Ella da un largo suspiro y yo frunzo el ceño.

-Te he necesitado toda la semana que pasó, pero no pude comunicarme contigo - hace una mueca.

-Lo siento nena, mi móvil se ha echado a perder. ¿Qué pasa? - pregunto preocupada.

-Decidí alejarme de Matias - dice y yo abro los ojos sorprendida.

-¿Qué? - alzo ambas cejas.

No puede ser. Ella se veia tan entusiasmada con él y le hacia tan bien. Desde que lo conoció ella ha estado mucho más feliz de lo normal y por lo que ella me contaba, se notaba que él era un buen chico.

-Andrea siguió molestando y yo no estoy para estar amargandome por una tipa como ella, además, Matias no era capaz de ponerle los puntos sobre la íes - dice dolida.

-¿Qué te dijo él? - ella me mira.

-Que no me iba a permitir que me alejara. No ha dejado de llamarme y buscarme - sonrío.

Es el correcto. Si no le importara Leslie, la hubiese dejado ir y ya. No es que diga que el amor se trate de arrastrarse por alguién, pero hay momentos en los que uno debe luchar por la otra persona y también hay momentos en los que uno debe saber cuando alejarse y dejar de insistir.

Y está mal que él no aleje a esa tal Andrea, pero los hombres son tan tontos en ese aspecto a veces, que creen no tiene nada de malo, y tal vez no lo tendría si esa otra persona se acercara para tener una amistad y no algo más que eso.

-¿Por qué sonríes? - frunce el ceño mi mejor amiga.

-Porque a él de verdad le importas - digo y ella lucha por no sonreír.