My Dear Director

V E I N T I O C H O

Maratón 3/3

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Ni yo misma sé de donde saqué valor para acabar de raíz con lo de Justin.

Duele, claro que duele. Saber que en realidad él nunca tuvo intenciones de algo más conmigo porque ya tenia alguién con quien estar. Y yo ilusionandome cada día con lo nuestro y sintiéndome extremadamente mal cuando me dijo que yo habia renunciado a lo nuestro cuando comencé un noviazgo con Mason. Joder, luego de eso no deje de darle vueltas a eso, sintiendo que fuí egoista con él, pero luego descubro, por coincidencia, ni si quiera porque el se atrevió a decirmelo, que ya estaba emparejado.

Fue un golpe muy duro enterarme de la manera en la que me enteré. Tuve que guardar todo en mi interior, reprimiendo las ganas de llorar. Tuve que tenerla frente a mi, cuestionandome que no tenia yo que ella sí y me sentí tan poca cosa.

Muerdo mi labio, reprimiendo las ganas de gritar para ver si así de una vez por todas puedo arrancar esa espina que está clavada en mi corazón y que no deja sanar mi herida, logrando que solo sangre con más fuerzas.

Me pongo de pié y avanzo hacia el profesor, quien está muy animado haciendo su clase.

-Profesor - digo interrumpiendole. Me mira - ¿Podría ir al baño? - pregunto sintiendo como mi vista se nubla a causa de las lagrimas que ruegan por salir.

-Ve - asiente con la cabeza.

-Gracias - susurro.

Cuando salgo del salón y entro al baño, siento que la liberación por fin llega y entonces dejo escapar todas esas lagrimas que esperaban por salir.

Y es como si mi mente me quisiese torturar porque comienza a reproducir cada momento que he pasado con él, es como sal para mi herida.

Cuando lo vi por primera vez, creyendo que era un chico nada más conociendo el lugar. Cuando me ponia nerviosa de solo pensar en él o cuando fue mi ayuda aquella vez que salí a trotar y me caí.

Rio con nostalgia al recordar ese momento. Todo ahí era mejor.

Cuando lo besé por primera vez y luego él a mí. Cada risa o discusión. Cada caricia o mirada. Cada palabra que me dejaba sin aire. Todo está latente en mi cabeza, como si hubuese sido ayer.

Desde que discutimos por ultima vez, que no lo he visto. Al parecer ha tenido mucho trabajo fuera del colegio o simplemente se está dedicando a SU chica.

Dios mio. Aun recuerdo esas palabras.

Soy Julia, la chica de Justin.

Es increíble como palabras tan insignificantes para algunos, puede ser el dolor de otros.

Tanto problema con el que tengo que lidiar. Cuando estaba soltera y sin ningún hombre a mi lado, era todo mucho mejor.

Agradezco que hoy, viernes, Mason no haya venido. Aunque se me hace extraño, su castigo y suspención acabaron ayer, por lo tanto, hoy debía volver.

Pero tampoco queria lidiar con él y toda su mierda.

Con lo unico que debo lidiar hoy, porque él si volvió, es con las asquerosas miradas de Benjamin cada vez que me vé. Es que me da un asco ese tipo.

Sacudo la cabeza y seco las lágrimas que posan en mis mejillas para luego beber algo de agua y salir del baño.

Justo cuando estaba cruzando el umbral de la puerta, escucho un fuerte ruido de una puerta cerrarse, pero no logro ver de donde proviene.

No le tomo importancia y me decido por ir a ir a tomar algo de aire afuera.

Cuando voy de camino, escucho otro fuerte ruido y frunzo el ceño al ver de donde proviene; La oficina de Justin.