My Dear Director

C I N C U E N T A Y O C H O

Ojalá les guste 🙇

××

Sonríe ante mi respuesta y se acerca para tomar mi rostro entre sus manos.

-Seré cuidadoso, ¿sí? - me da un ligero beso.

Que a pesar de ser corto, está cargado de emociones, y basta para encender mi cuerpo, que comienza a temblar por lo que se viene. Toma el control de mi cuerpo con solo besarme.

Llevo mis manos a su espalda para acariciarle y niego con la cabeza. Él frunce el ceño confundido y espera impaciente por mi respuesta.

-No quiero que seas cuidadoso - juraría que puedo oir como su corazón brinca con desespero - Quiero que lo hagas como sabes hacerlo - digo y mis propias palabras, me hacen temblar.

Tal vez estoy cabando mi propia tumba al pedirle aquello. No sé en que me he metido.

-¿Me quieres matar? - pregunta casi sin aliento.

Sonrío sobre sus labios y saco mi lengua para pasarla por su labio inferior, delineandole. Me mira fijamente y noto como poco a poco sus ojos se oscurecen cada vez más.

-Pero de placer - respondo.

Sonríe lujurioso, y desliza sus manos a mi trasero para apretarlo fuerte, sin ninguna delicadeza, y me encanta. Me encanta como me sostiene con tanta necesidad y me encanta su brutalidad a la hora de tocarme. Nunca había sentido placer por eso, pero con él, todo es mucho mejor.

Atrapa mis labios entre los suyos, y tira de el lenta y exquisitamente. Cierro los ojos y vuelve a hacerlo hasta que por fin atrapa mis labios en un beso. Sigue siendo lento, y su lengua entra en mí, poseyendo mi boca a la vez que estruja mi trasero pegandome más a su cuerpo.

Cuando siento su bulto dando en mi ombligo, dejo escapar un jadeo que llega desde lo más profundo de mi garganta. Hasta yo me sorprendo al escucharlo y lo sensual que ha sonado.

En Justin produce un efecto diferente y siento como su bulto crece un poco más.

Me desespera lo lento y cuidadoso que está comportándose. Lleva sus manos a cada lado de mi cabeza, sosteniendola con fuerza mientras me besa despacio. Abro los ojos y noto en su rostro que se está conteniendo.

-Creí que había sido clara cuando dije que no quería que fueses cuidadoso - susurro sobre sus labios.

Pega su frente a la mia y niega con la cabeza.

-No quiero hacerte daño. No me lo perdonaría - sonrío y acaricio sus mejillas.

-Hagamos un trato - asiente con la cabeza - No seas cuidadoso, y sí siento que podrías dañarme o estás sobrepasandote, te pediré que bajes el ritmo.

-¿Y si no puedo? - lame sus labios.

-Podrás, por mí - me besa ligeramente.

Intento alcanzar sus labios para besarle en serio, pero no me deja.

-Es exactamente tú quien me hace perder el control - muerdo mi labio, desesperada por más.

-Y seré exactamente yo quien te hará recuperarlo - enredo mis dedos en su cabello con fervor - Por fav...

Me obliga a tragar mis suplicas cuando atrapa mis labios con brutalidad. Por fin me besa como lo deseaba, aunque me encantan los besos lentos, el deseo te hace querer cada vez más.

Me besa con pasión, con devoción y mucha, mucha fuerza. Movemos los labios rápidamente, enredandose unos con los otros.

-¿Así? - pregunta y yo sonrío.