La puerta de mi dormitorio se abre. Causa mucho ruido al hacerlo, lo que me extraña. Abro los ojos, asustada, mirando hacia ella para saber quien es la persona que ha entrado en mi habitación.
-Hola, pequeña - dice, y su voz hace temblar de pánico mi cuerpo y la piel se me eriza.
Su voz es profunda, y mucha maldad se escucha en ella.
Sus pasos retumban con fuerzas sobre el piso, y no solo por el echo de que él sea extremadamente grande, si no porque sus zapatos también lo son.
Miro hacia otro lado que no sea él, y veo a un chiquito, con algunos moretones en su rostro mirándome con temor, pero no soy yo quien lo causa, es la misma persona que me lo causa a mí.
Siento que un lado de mi pequeña cama se hunde y vuelvo la mirada, viendo a aquel hombre sentado a un lado de mí. Lleva una de sus gigantes, y sucias manos a mi cabeza, y acaricia mi cabello.
-Por fin a solas - me susurra asquerosamente.
Intento hablar, moverme, pero nada sirve porque el pánico me tiene atada, me tiene presa y sin dejarme hacer algo.
Comienzo a sollozar al notar como baja su mano. Como desciende lentamente.
-Por favor - digo llorando -Ayuda - me sacudo en la cama.
Pero aquel hombre me sostiene con su gigante cuerpo, y sigue su camino con su asquerosa mano. Intento hacer algo, pero es inútil, es mucho más grande que mi cuerpo.
-Quieta mocosa - dice y golpea mi rostro con una de sus manos.
Lloro más fuerte, y comienzo a gritar, lo que sirve porque segundos después mamá entra por la puerta.
-¿Qué he dicho sobre entrar a ésta habitación? - pregunta acercándose a él.
Este se pone de pie para enfrentarla.
-Te estabas tardando mucho con los demás, debía buscar diversión por otra parte - dice y ella le abofetea.
Pero enseguida recibe otro de vuelta. Mi hermano, y yo solo lloramos al ver como mamá cae al suelo.
Él se vuelve a acercar a mí, y toma con brutalidad mi rostro.
-Te vas conmigo - dice y ahora coge mi mano para sacarme de la cama.
Me resisto, dejando caer mi cuerpo al suelo, logrando soltarme de su agarre, pero él vuelve a mi para tomar mi mano.Mi hermano sigue llorando, y mamá en el piso, inconciente por el golpe que le propinó este hombre que me arrastra por la habitación.
Sigo resistiendome. Me muevo con fuerza para lograr soltarme. Sé cuales son sus asquerosas intenciones, y me dan ganas de vomitar.
-Deja de moverte, Lexi - dice enojado.
Niego con la cabeza y acerco mi boca a su mano para enterrar mis dientes en el. Aprieto fuerte, sin dejarme vencer en su intento de que le suelte. Él grita fuerte, demasiado, y me asusta.
-Hija de puta - dice quejándose y le suelto cuando él me suelta a mí.
Giro sobre mis talones para ir a por mi hermano, que está paralizado y sin dejar de llorar, pero toma mi cabello, haciéndome volver a él y llorar aún más por el dolor que me ha causado aquello.
-Tú lo has buscado - dice.
Y levanta su mano, cerrandola para luego acercarla con fuerza y rapidez a mi rostro.
-¡No! - grito y despierto.
Siento alivio al verme recostada en mi cama, pero el miedo vuelve a acecharme por aquella pesadilla que jamás había tenido, pero sé en el fondo, que si sucedió.
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My Dear Director
Fanfiction¿Alguna vez has conocido a alguien qué solo con verle te vuelve loca? ¿Qué con solo verle acelere tus sentidos? Ambos no imaginaban cuando se miraron por primera vez a los ojos que las cosas entre ellos se volverían tan complicadas, intensas, ni men...