Miró a su padre.
-Hola papá -dijo tomándole la fría mano, notaba las asperezas de aquella mano, la que lo guió cuando comenzaba a caminar, a la que se aferraba cuando salían a pasear por Altea, la que le secó las lágrimas después de la muerte de su madre, la que le alborotaba el cabello a pesar de su renuencia.
Besó la mano de su padre y la llevó a lo alto de su cabeza, ¿cuántas noches no había hecho aquello esperando que su padre le acariciara como cuando era pequeño?, ¿cuántas noches se había quedado ahí deseando que su padre abriera los ojos y le sonriera?, ¿cuántas veces no lloró sobre aquella mano maldiciendo por no haber estado ahí para protegerlo?
A él nunca le importó gobernar el universo, no le interesaba que tan grande era o los secretos que albergaba, lo único que él deseaba más que nada era poder estar con su padre, lejos de toda esa pelea por el poder.
Era cierto que le gustaba que lo miraran, que lo admirarán, pero si el precio era ver a su padre morir, pues... No quería nada de eso.------------------------------------------------------
-No hagas ningún ruido, ¿de acuerdo?
-¿Mamá?
Lotor veía a su madre a través de las lágrimas. El cabello blanco de ella estaba pegado a su frente por el sudor. Llevaban corriendo durante horas, alejándose de aquellos hombres que intentaban asesinarlos. Hasta que ella encontró la cueva. El vestido púrpura de su madre estaba sucio y roto, una manga le colgaba después de zafarse de uno de ellos. Tenía arañazos en los brazos y sangre en la boca, ahí donde uno de ellos las había golpeado.
-¿Mamá? -repitió Lotor, él ya era un hombre, no era más un niño pero aún así no podía dejar de llorar. Había visto a sus amigos muertos y saber que ellos eran los siguientes era demasiado para él.
-Está bien, mi niño. Está bien, tu papá llegará pronto y nos salvará, ya lo verás.
-¿Mamá? -no podía dejar de llorar, a pesar de que lo intentaba, a pesar de que debía ser fuerte, no podía.
-No, no hagas ruido.
¿Acaso no lo sentía? ¿Acaso no veía la sangre?
¿Dónde estaba su padre? ¿Por qué no los salvaba? ¿Por qué se había ido? ¿Por qué? ¿Por qué?
-Ya estamos a salvo Lotti, lo estamos, aquí no nos encontrarán.
Pero ya no importaba, no importaba que estuvieran dentro de una cueva escondidos, no importaba que ya nadie los persiguiera, no importaba, porque su madre seguía sangrando. Y ella no se daba cuenta. Y por mas que él lo intentaba, ella no lo dejaba acercarse para ayudarla. Sólo lo tranquilizaba diciendo mentiras.
-Mamá -su voz ya era un susurro.
-Ya lo sé, Lotti -dijo ella-. Lo sé, pero te juró que no duele.
Así que lo sabía. Notaba como la sangre salía de su vientre a borbotones, sabía que moría. Ella lo dejó abrazarla.
-Te amo Lotti. A ti y a tu padre. Los amo, te amo.
Su madre estaba cada vez más fría.
-Nunca lo olvides Lotti. Te amo más que a mi vida. Tienes que ser fuerte, por tu padre.
Lotor asintió. Aspiró el olor de su madre, olía a flores secas y a miel. Eso no debía haber sucedido. Todo era culpa de Alfor, habían recibido una llamada de auxilio de algún planeta lejano y había obligado alos demás paladines a seguirlo, a pesar de su padre le había insistido en que era muy sospechoso y que lo mejor era que sólo uno fuera, pero con Alfor era difícil dialogar y los había arrastrado lejos. ¿El resultado? Una flota había llegado y había masacrado a todos en el castillo, sólo él y su madre habían logrado escapar.
Alfor era un idiota, su padre había tenido razón, aquella llamada de auxilio era falsa, no era más que una distracción para alejarlos de ahí.
Las manos que lo acariciaban de pronto cayeron flácidas a los lados, el corazón que él había estado escuchando se había detenido, el aliento de su madre se había extinguido.
Lotor la abrazó contra sí y lloró hasta que el dolor lo hizo caer en la oscuridad.
Cuando abrió los ojos ya había anochecido. Tenía los músculos rígidos, el cuerpo de su madre estaba frío entre sus brazos.
¿Dónde estaba su padre?
Un grito lo sobresaltó.
Venía de afuera.
Salió, el grito se volvió a oír y Lotor corrió hacia él.
La vio apenas llegó.
Era una niña, tenía más o menos su edad y estaba en el suelo sangrando, uno de aquellos que los habían atacado estaba sobre ella, con un cuchillo en los alto.
Lotor fue más rápido, desenvaino la espada corta de su padre, que siempre llevaba encima, y atacó al hombre. Lo mató al instante clavando la espada en la nuca de éste. El hombre se desplomó a un lado con un gruñido de sorpresa . Lotor miró a la niña, su piel morena cambió de pronto adquiriendo la misma tonalidad púrpura de Lotor.
-Gracias -dijo ella.
Lotor le ofreció la mano y la ayudó a levantarse.
-Tus padres...
-Muertos -replicó ella al instante, no había ni una sola lágrima en sus ojos -eran druidas.
Lotor asintió, eso explicaba la extraña vestimenta de ella. Se sentía un tanto avergonzado de sí mismo, aquella niña era más fuerte que él.
-Vendrás conmigo, obligaré a mi padre a que te adopte.
La niña sonrió.
-Gracias. Tu madre es...
-Era -replicó rápidamente-.
-Lo siento.
-¿Cómo te llamas?
-Haggar.
-Lotor.
-Entonces, tu madre si era...
-La hermana del rey Alfor. Sí, lo era. Y él la mató.
------------------------------------------------------Lotor abrió los ojos.
Después de la muerte de su madre, Zarkon había cambiado, se volvió distante con él y siempre parecía tener la mente en otra parte. Y luego comenzaron las acusaciones. Su opadre culpaba a Alfor por la muerte de su esposa, no supo bien cómo sucedió pero de pronto su padre se lo había llevado y jurado vengarse de Alfor. Había intentado convencer a Allura de irse con él pero ella se mostró terca y se negó a abandonar a su padre. Tonta.II
Lotor vio con satisfacción, como el león azul se posaba suavemente sobre el suelo. Un segundo después salía Lance. No llevaba su traje de paladín, en cambio usaba unos pantalones azules, una camiseta y una chaquetilla roja anudada a la cintura.
-Me alegro de verte, Lance.
El chico lo fulminó con la mirada.
-¿Dónde está? -exigió.
-¿Quién?
-Sabes perfectamente quién.
-No te has dado cuenta, ¿verdad?
Lance no respondió.
-Yo soy Javier. Siempre lo he sido -soltó Lotor.
Silencio. Lance lo miró como si fuera tan interesante como un gusano.
-Ajá y yo soy Magnus Chase.
-¿Quién? -ahora el confundido era Lotor.
-Olvídalo, ¿donde esta Javier?
Lotor rió, realmente sabía que no podía engañar a Lance, pero quiso intentarlo del todas maneras. De hecho lo había sorprendido, lo que era difícil.Había sido de último minuto, él había querido secuestrar a alguno de sus hermanos, pero cambio de opinión, quería a Lance de su parte y no lo conseguiría si secuestraba a su familia, por lo que investigó un poco y se encontró con el adorable Javier. El chico le había abierto la puerta creyendo que de trataba del propio Lance, Javier lo había abrazado y le había dicho que lo extrañó antes de dejarlo inconsciente. Había buscado por todo el departamento hasta que encontró la memoria roja y supo de inmediato que había sido un regalo de Lance, bueno, en realidad porque lo vio en la mente de Javier.
Pasaron por varias puertas hasta que encontró la indicada.
Lance no parecía ni un poco alterado, se movía con total seguridad.
Entraron.
Lance dejo escapar un grito ahogado.
-Javier -musitó y corrió hasta la cápsula, puso su mano sobre el vidrio mirando al chico "dormido"-. Liberálo.
Lotor evitó sonreír. Se encogió de hombros e hizo un gesto a uno de los soldados.
Segundos después Javier caía directamente a los brazos de Lance. Éste lo atrapó y lo sostuvo contra su pecho.
Javier abrió sus enormes ojos dorados.
-¿Lance?
-Soy yo. Soy yo -lo tranquilizó, apartándole los espesos rizos del rostro.
Javier lo abofeteó. Lotor se sorprendió tanto como Lance. Realmente ninguno se esperaba eso.
-¿Y eso por qué...?
-Eso fue por secuestrarme.
-Pero yo no...
Javier no lo dejó terminar, lo tomó de la nuca y lo besó delicado pero angustioso como si temiera estar soñando.
-Y eso es por haberme secuestrado.
-Eres un idiota -dijo Lance sonriendo y besando la frente del chico.
Su sonrisa se borró al recordar dónde estaba. Miró a Lotor.
-Pues ya me tienes aquí, tal y como querías. ¿Qué piensas hacer conmigo? -preguntó Lance.
-Ya lo verás. Por el momento -dijo sonriendo- pónganse al día, ustedes dos.
Lotor salió de la sala no sin escuchar antes el "te busqué" de Lance.Lotor estaba convencido de poder corromper a Lance.
Y cuándo eso sucediera, Lotor tendría su venganza.

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Don't Leave Again
FanfictionDespués de la desaparición de Shiro, Keith debe hacerse cargo de liderar a Voltron. Pero antes de enfrentarse a Zarkon y al príncipe Lotor, debe aprender a trabajar en equipo sin querer matar a sus compañeros, en especial al idiota de Lance.