Lance se incorporó.
Su camiseta manchada de sangre se le pegaba incómodamente al cuerpo.
A su lado yacía el cuerpo de Keith.
Había sido bueno.
Keith lo había recibido gustoso sin comprender nada, lo había llevado hasta la cama sin complicaciones, lo había besado y finalmente Keith había aceptado hacer lo que fuera.
Y cuándo Lance le dijo que quería experimentar un poco, Keith lo complació.
Miró la navaja (¿de dónde la sacó?), restos de sangre seca decoraban el afilado borde.
El primer corte fue fácil.
Keith gritó tanto de dolor como placer.
Lance había succionando la sangre del pequeño corte de su clavícula.
Poco a poco los cortes se habían hecho más profundos pero Keith no los notaba, estaba demasiado embotado por... Todo lo que Lance le hacía.
Al final tuvo una muerte placentera.***
Se incorporó de golpe.
Otra vez pesadillas.
Miró el cuerpo acostado a su lado.
Javier abrió los ojos, el chico sudaba a mares.
—¿Pesadillas? —preguntó Lance.
—La misma.
—Tenemos que salir de aquí. Antes de que sea muy tarde.
—¿Y cómo haremos eso, exactamente?
—Ya se nos ocurrirá algo.
—Eso espero.***
—No lo sé, es demasiado arriesgado.
—El que no arriesga no gana. Vamos Sam, podemos hacerlo.
—Claro, a menos que quieras ver como Lotor asesina a tus hijos —Lance miró a Javier con reproche. Éste sólo se encogió de hombros, sin darle importancia—. Es la verdad.
—Tienen razón. Nunca debí abandonar a mis hijos.
Javier le lanzó una mirada a Lance que claramente decía: "¿Ves?, funcionó". El otro rodó los ojos.
—¿Entonces? ¿Nos ayudaras?
—Lo haré. Por Katie y Matt.
—Bien, ¿alguna idea? —Javier se recostó contra la pared.
—Algunas. Le insistiré a Lotor que me deje "arreglarlos". Una vez que lo logré ustedes tendrán que actuar.—Amo actuar —contestó Javier sonriéndoles.
***
—¿Estás seguro de que funcionará? —Lotor no parecía muy convencido de la propuesta de Samuel, era cierto que el hombre había resultado ser de gran ayuda, pero ¿permitirle jugar con sus mascotas? Eso era arriesgado.
—Yo puedo convertirlos en verdaderos adoradores. Cuándo termine con ellos podrán pensar por sí solos pero su lealtad será absoluta para el imperio Galra y sobre todo para Su Alteza.
—¿Lobotomía? ¿Así la llamas?
—Y un poco de electroshock. Verá las maravillas que se puede lograr cuándo se interactúa directamente con el cerebro.
—¿Pero puedes garantizarme resultados positivos?
—Los mejores. Puede estar presente, si lo desea.
—Por supuesto que estaré presente. Ellos son mi propiedad.***
A Lance lo sentaron en la silla y le colocaron las correas, unas inmovilizaban los brazos, los tobillos, el pecho, una evitaba que moviera su cabeza.
Javier estaba frente a él atado de la misma forma.
Sabía que torturarían primero a su amigo y luego a él.
Así funcionaba.
Aunque no habría tal.
Samuel no los lastimaría, sólo tenían que gritar, llorar y hacerle creer a Lotor que su sufrimiento era auténtico.
Sencillo.
Samuel se acercó con un enorme tubo de metal. Se suponía que el hombre lo insertaría directamente en su nuca.
Se preparó.
El show comenzaba.***
—Será sencillo. Javier llegará con ellos, les dirá que pueden salvarme aún y ellos vendrán como moscas a la miel.
—¿Cómo qué? —A veces Lotor lo desesperaba.
—Frase terrícola. ¿Qué dice?
—Es arriesgado, sabes que tenemos espías. La Espada de Marmora puede avisarles nuestro plan.
—Entonces los engañaremos también—intervino Javier. El muchacho tenía el rostro imperturbable como ya era común. Lance aún no se acostumbraba a eso.
—¿Y cómo harás eso? —Lotor se inclinó hacia delante.
—Lance me llevará al hangar, una vez ahí le pediré que me acompañe, le rogare, quizás llore un poco, pero Lance me golpeará y gritará que ya no le interesó y que lo único que quiere es deshacerse de mí, yo me haré el ofendido y me iré diciendo algo desagradable. Los espías miraran la escena y no me perseguirán cuándo salga de aquí. No habrá riesgo.
—Perfecto —felicitó Lance—. Javier les dirá que vengan en el león azul y rojo, dejaremos una nave en una luna cercana y cuándo sea el momento, deberemos crear una distracción.
—Un momento —Lotor alzó la mano— ¿Por qué esos leones?
—Soy paladín del rojo y lo fui del azul. Me obedecen —contestó Lance con total seguridad.
—De acuerdo, continúen.
—La distracción deberá parecer genuina, no sólo para los paladines sino también para los espías, matamos dos pájaros de un tiro.
—¿Matan qué?
—Es otra expresión terrícola —explicó Lance.
—De acuerdo, me gusta su plan. Si tengo a los paladines del león negro será más fácil encontrar al blanco. Un gran plan. Pero quiero que les hagan creer que están de su lado hasta que vayan de nuevo al hangar. No quiero que sospechen nada. ¿Entendido?
—Sí, Su Alteza —exclamaron al unísono.***
—¿Y Lotor no sospecha nada? —preguntó el espía, cuyo nombre Lance olvidó.
—Nada. Cuándo llegué el momento del rescate deberán poner una grabación en las cámaras de seguridad y mandar las claves a Allura para que puedan salir. Yo mantendré ocupados a los demás con ayuda del león rojo. Si algo sale mal, manda una alerta a Javier.
—¿Qué hay de Lotor?
—Yo me ocuparé de él.***
—No lo entiendo. ¿Por qué fingir que los traicionan? —Allura tenía su vista fija en Javier.
—Si alguien te traicionaría, ¿qué sentirías?
—Dolor, rabia, tristeza, incredulidad, desesperación... —contestó Nakir por todos.
—Exacto. Y analizarías cada momento en busca de una señal que te hubiera avisado, en pocas palabras la actividad cerebral se acelera y con ayuda del dispositivo que creó Samuel podremos acceder al mapa para encontrar al león blanco.
—Aún no comprendo eso. ¿Cómo saben que el resto de los paladines tienen el mapa en su mente? Creí que sólo el león negro podía encontrarlo.
—En las pruebas Samuel descubrió el mapa en la mente de Lance, dijo que estaba incompleto y que era muy probable que el resto de los paladines pudieran completarlo.
—¿Y no es peligroso? Entrarán a sus mentes —Matt parecía muy preocupado.
—El riesgo es mínimo. Sólo que una vez que lleguen aquí tienen que sacarles los dispositivos o comenzarán a alucinar o recordar cosas que prefieren olvidar. Es muy importante eso, nosotros vendrémos cuándo sea oportuno.
—Entonces es cierto que haces planes para todo, ¿eh? —Coran estaba impresionado.
—La mayor parte del crédito es para Lance. Yo sólo añadí detalles.***
—Soy un idiota.
—¿Por qué?
—Le dije a Keith que lo amaba.
—¿Y? ¿Crees que Lotor lo escuchó?
—Sé que no lo hizo. Pero no debí dejarme llevar al besarlo. Y tú tienes parte de la culpa.
—¿Yo? —Javier lucía indignado—.¿Qué hice?
—Si lo hubieras inyectado inmediatamente al besarlo...
—El hubiera no existe. Y además creí que no debía romper el hechizo tan rápido.
—Eres un idiota. Ahora estamos en problemas. Debemos irnos antes de que se le ocurra ponernos a prueba.
—¿Y qué harás?
—Le pediré ayuda a Allura. Tal vez nos reciba.
—Tiene qué. Somos aliados. ¿Llevaremos a Samuel?
—No pienso dejarlo aquí. Nos ayudó.
—Bien. Iré a avisarle, tú contacta a Allura. Si nos recibe saldremos inmediatamente.
—¿Qué? Necesitaremos transporte y...
—Lo tengo todo arreglado. Hay una nave lista para que la usemos.
—¿Sabías que ésto pasaría? —Lance estaba perplejo.
—Siempre estoy preparado para todo. Lo sabes.-----------------------------------------------------
¿Aliviados de que no fuera una alucinación?
No soy tan mala, ¿saben?
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Don't Leave Again
Hayran KurguDespués de la desaparición de Shiro, Keith debe hacerse cargo de liderar a Voltron. Pero antes de enfrentarse a Zarkon y al príncipe Lotor, debe aprender a trabajar en equipo sin querer matar a sus compañeros, en especial al idiota de Lance.