Keith (Parte 1)

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Parte 1

Nakir lo besaba desesperadamente.

Javier les había recomendado dormir un poco, antes de ir por Lance, y por el rostro cansado de todos era evidente que lo necesitaban.
Apenas entró a la habitación, Nakir lo empujó contra la pared y comenzó a besarlo con desesperación.
Keith no pudo evitar pensar que Lance lo tomaría del cabello y lo obligaría a levantar la cabeza, con aquella mezcla de rudeza y ternura que le encantaba. Nakir sólo era tierno. A veces demasiado.
—Hueles a él —susurró Nakir besándole el cuello.
Keith se sonrojó. Si olía a Lance era porque casi nunca se quitaba aquella chaqueta verde.
Nakir se deshizo de ella y con una mano comenzó a desabrocharle el pantalón.
Keith lo detuvo.
—Ahora no.
—¿Por qué?
—¿No es obvio?
—No para mí.
—Nakir... —¿cómo explicarlo?—Sabes que en realidad te estoy usando, ¿verdad?
—Lo sé. Perfectamente, además.       ¿Crees que no sé que piensas en él cada vez que estamos juntos? "Oh, Lance, te amo tanto, Lance, Lance" —dijo imitando la voz entrecortada de Keith—. Cada noche es lo mismo. Sé que me utilizas simplemente para olvidar un poco, y lo acepto.
—Pero... ¿Acaso no te hiere?
—Un poco, sí, me duele saber que cuándo me ves sólo ves a Lance y no a mí. Que seamos ligeramente parecidos en aspecto es tanto una ventaja como una desventaja. No por nada me permitiste besarte aquel día.
—Lo siento, no...
—Está bien. Puedes utilizarme, de alguna manera, yo lo hago también.
—¿Lotor? —preguntó ligeramente asqueado.
—Un poco. No es fácil olvidar a tu primer amor. Fue mi primer beso también. Y mi primer... bueno, en hacer eso.
Keith estaba seguro que, de haber estado sentado, habría brincado.
—¡¿Qué?! ¿Lotor y tú?
—Fue hace mucho.
—Pero... ¿Qué no secuestró a tu padre y te torturó?
—Lo hizo, pero... —Nakir sacudió la cabeza— es un gran manipulador, se te mete por debajo de la piel y no hay manera de sacarlo. Y siempre terminas volviendo por más, te vuelves dependiente de él. Por eso es difícil que logren sacar a Lance. Muy difícil, le das todo de ti.
—Tú lograste salir —Keith se apartó de Nakir, ¿y si el chico era un espía? ¿Y si era un traidor?
—Lo hice después de años —contestó—. Recuerda que tengo más de 10,000 años de edad. Tuve mucho tiempo para poder controlarme.
—¿Lo haces? ¿Aún te controlas?
—No soy un espía, Keith. Estoy de tu lado.
—Eso no lo sé.
—¡No haría nada que te lastimará! —Nakir se acercó a él y lo tiró a la cama—. Nada. Lo juró. No te traicionaría por Lotor, él ya no me importa.
—Pero si lo vieras...
—Sé perfectamente que lo que siento por Lotor no es amor, es dependencia. Pero contigo es diferente. Sé que puedo amarte como te mereces.
—Lance.
—Podrás superarlo. Lance no podrá separarse de Lotor, incluso Javier lo sabe, sólo se esta aferrando a una ilusión. Bonita pero ilusión al fin de cuentas.
—Si tú puedes, él también.
—¿Necesito repetirte que soy de las razas más longevas del universo? Lance no tiene ni tendrá el tiempo necesario para olvidarse de Lotor. Javier omitió eso, no sé si lo hizo a propósito o no.
—¿Omitir qué? —si ese desgraciado mintió... lo mataría.
—Los juegos de Lotor. Después de torturarme me cargaba, (sí, él mismo) hasta una celda vacía y comenzaba a disculparse y... luego me abrazaba, me acariciaba y besaba... Era parte del juego. Te hacía estar en el infierno para luego hacerte llegar al paraíso. Y créeme es difícil resistirse. Todo para que te sea imposible estar sin él.

Keith estaba asqueado. ¿Cómo era posible tanta maldad?

—Después de que La Espada de Marmora nos rescatara me encerraron en una celda para que no pudiera escapar y correr a los brazos de Lotor —continuó Nakir con la voz ligeramente temblorosa.

Keith lo abrazó. Así que Javier tenía razón, era más complicado de lo que parecía, pero... ¿por qué no lo mencionó?

—Es posible que Javier no viera aquello, claro, o piensa encerrarlo también para que no escapé —dijo adivinando sus pensamientos—. Pero yo tuve suerte. Hubo otros, uno de ellos se suicidó porque no pudo soportar el estar lejos de Lotor. Decidió que la muerte era preferible a no verlo más o verlo como el enemigo que realmente es.
—¿Quién fue? —Nakir lo miró sin entender—. El que se suicidó, quiero decir.
—Drena —contestó éste apartando la mirada—. Mi hermana menor. ¿Por eso entiendes que mis ansias por verlo muerto es mayor que mi deseo por él?

Keith se estremeció al ver la mirada furiosa de Nakir.

—Ahora lo sé.
Nakir le sonrió y lo besó.
—Olvidemos ésta conversación, ¿de acuerdo?
—¿Cómo?
Nakir se arrodilló frente a Keith y le abrió el pantalón.
—Fácil. Sólo cierra los ojos, yo me encargo del resto.
Keith hizo lo que le pedía.

***

—¿Y cuál es el plan? —preguntó Hunk.
—Entramos, buscó a Lance y nos vamos —contestó Javier.
—Parece demasiado fácil, ¿no crees? —Shiro no parecía muy convencido.
—No te preocupes por eso, hay miembros de la Espada de Marmora que nos ayudará a entrar y salir sin que nos detecten. Lo tengo todo planeado.
—¿Y cómo lo hiciste? No sabías que vendrías, ¿o sí?
—Siempre planeo todo antes de tiempo. Planeé al menos ocho maneras de escapar. A Lance eso le fastidia, dice que debo dejar de preocuparme y vivir el momento.

Keith lo miró y no pudo estar más que de acuerdo con Lance. Javier parecía el típico chico que analiza cada cosa antes de mover siquiera un dedo. Su camisa blanca estaba dentro de los pantalones negros con absoluta sobriedad y su cabello era digno de un comercial de shampoo.  Viéndolo bien... Javier si parecía modelo.
—¿Existe una razón para que me mires de esa manera? —le preguntó el joven.
—Sólo pensaba en lo terrible que sería si te arrojó fuera de la nave.
Javier sonrió.
—El mismo pensamiento de Lance cuándo te vio —Keith levantó las cejas—. También hablábamos, ¿sabes?— Javier se encogió de hombros.

—No se preocupen, todo saldrá bien. Tal y cómo lo planeamos —los tranquilizó el chico.
Keith y los demás asistieron.
Javier les explicó que irían sólo en el león azul y el rojo, pues eran los más seguros de todos y que sería una tontería llevar el negro, por obvias razones.
—Pero, hay una cosa que no entiendo —interrumpió Shiro—¿por qué Lotor se tomó tantas molestias por Lance?
—Oh, ¿no lo saben? ¿Recuerdan cómo el bayard de Lance se hizo más grande o poderoso, lo que sea? Bueno, por eso. Aparentemente Lotor cree que la furia de Lance fue lo que modifico el arma, eso más el hecho de que el león blanco reacciona a la furia (según Lotor, claro) piensa que puede utilizar a Lance para encontrar al león blanco sin necesidad de tener al negro o a su paladín.
—¿Y cómo haría eso? —insistió Shiro.
—Bueno, no lo sé, no se puede decir que Lotor me hablará de sus planes. Creo que ni siquiera Lance lo sabe realmente.
—Entonces lo quiere para encontrar al león blanco y...
—Y para que lo manejé. Según sé.
—¿Podría? —preguntó Keith.
—Sí, si Lotor hace bien su trabajo, Lance podrá hacerlo. Se necesita un alma corrupta para controlar el león blanco, o al menos es lo que Lotor le dijo a Lance.
Keith contuvo un escalofrío.

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¿Listos para la segunda parte?

PD. La canción básicamente resume la relación entre  Lotor y sus... ¿víctimas?
Nada más imagínense a Nakir cantándole a Lotor esa y ya.

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