Tonight's the Night.

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Gerard estaba en su habitación. Llevaba media hora intentando que su pelo se quedara despeinado, pero no tanto, bonito y casual. Esos treinta minutos delante del espejo es lo que hacía que el cabello de Gerard se viera siempre tan genial.

Aunque Mikey y Lauren pensaran que eso era una estupidez y una pérdida de tiempo.

"Yo no te digo nada cuando te pasas una hora en el baño maquillándote." Le había dicho a la chica.

"Yo no te digo nada cuando tus duchas duran más de una hora." Le había dicho a Mikey.

Si te metes con Gerard y su forma de hacer las cosas, ten por seguro que tendrá respuestas para todo.

Al fin estaba listo. Se miró en el espejo de cuerpo entero, admirando cada detalle de su atuendo. Su camiseta de Motörhead era vieja, pero a él le quedaba espectacular cuando la combinaba con sus vaqueros grises rotos por varias partes, y con esa chaqueta de cuero que parecía haber salido de la película de Grease o de un videoclip de los Arctic Monkeys...

Su look Grunge le hacía ver jodidamente bien.

***

Lauren se había puesto su vestido negro favorito, medias de rejilla a juego y unas botas negras.
Su pelo azabache ondulado le caía por la espalda descubierta, así les insinuaba a los chicos que no llevaba sujetador. Algo atrevido para su gusto, pues no iba por ahí pidiendo sexo, pero les hacía ver que podían mirar, pero no podían tocar.

Se dio unos últimos retoques en el maquillaje frente al espejo y salió de su habitación.

Dejaría a más de uno impresionado, aunque siempre hacía eso, incluso vistiendo trapos viejos.

***

Mikey iba más informal, con sus converses nuevas y sus vaqueros negros rotos por las rodillas, mas su camiseta de Joy Division y su peinado de emo 2005.

Se puso las gafas (porque no podían faltar las gafas) y se colocó bien su gorro gris que le daba un toque hipster.

Salió de la habitación para bajar a encontrarse con sus hermanos y esperar a que llegue la gente.

***

Mientras, en otra parte:

Frank ya no sabía cómo colocarse el pelo. Que si el flequillo le tapaba la vista, que si está muy despeinado, que si está muy peinado... Todo eso le jodía la existencia.

Quería lucir decente, dado que iba a ir a la mansión Way y lo último que quería era que Gerard comenzara a burlarse de su aspecto.

Por eso, había sido muy meticuloso en cada detalle de su atuendo. Llevaba su mejor camiseta de Iron Maiden, con una chaqueta vaquera con pins de bandas de años pasados, mas sus mejores pantalones vaqueros y sus mejores converse.

Todo era semi-nuevo, porque sólo lo usaba en ocasiones especiales, y porque lo compró de segunda mano.

¿Por qué demonios se tomaba tantas molestias por impresionar a un capullo?

Escuchó que tiraban piedras a la ventana de la habitación, supuso entonces que era Jamia.

Al asomarse, a quien vio fue a Austin.

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