Monday in the afternoon.

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Frank aporreaba su bolígrafo repetidas veces contra el cuaderno. Estaba nervioso.

El aula de música estaba totalmente en silencio, los alumnos trabajaban codo con codo con su compañero, escribiendo la canción del dueto que tendrían que hacer en el micro abierto. Lo malo, es que debían escoger una canción famosa, y a demás, escribir una ellos mismos. Complicado.

Y más con el compañero que tenía, Gerard Way.

Frank proponía ideas, pero Gerard le respondía con un gruñido que en realidad quería decir: "ni me hables" y eso siendo cortés...

La profesora Angy se paró en frente de ellos.

–Bien chicos, ¿qué tal vais vosotros?– Preguntó la señora con una sonrisa.

El castaño miró a Gerard, quien dibujaba algo en su cuaderno donde se suponía que debían escribir la canción. Después, volvió a mirar a la profesora.

–Vamos bien. Hemos decidido la canción ya.– Dijo Frank convencido, ganándose una mirada de confusión por parte del pelinegro.

–Bien, Bien. ¿Puedo preguntar qué canción?– Preguntó de nuevo la profesora.

–Don't Cry, de Guns n' Roses.– Respondió Frank con una sonrisa. Sí, le gustaba su elección.

Recibió una patada de Gerard por debajo de la mesa, aunque no le tomó mucha importancia.

–Oh, preciosa. Me gusta. Muy bien chicos, recordad que tiene que reflejar sentimientos que sintáis por la otra persona.– Añadió la profesora.

–Oh, entonces la cambiamos por: "Die Die My Darling" de Misfits.– Se apresuró a decir Gerard. La profesora le miró mal.

–Sin cambios. Don't Cry es una buena elección, y si no sentís eso, haced que lo sintáis.– Les regañó la mujer.

Ambos chicos resoplaron en cuanto la mujer se dio la vuelta.

–Tuviste que abrir ese pozo de mierda que tienes por boca...– Murmuró Gerard apretando los dientes.

–¿¡Y yo qué sabía!?– Se quejó Frank aún más frustrado que él.

–Yo paso de "sentir" lo que sea que dice esa mariconada de canción por alguien como tú.– Gerard se cruzó de brazos y se recostó en su asiento.

–En primer lugar, me es indiferente que quieras o no sentir algo por "alguien como yo", segundo, ¿Mariconada de canción? ¿Tú estás demente? Es una buenísima canción y si no lo entiendes es porque eres un inculto musical.– Le recriminó el castaño, quedando satisfecho.

–¿Yo? ¿Inculto musical?– Preguntó Gerard cabreado.– Maldito enano de mierda, te esperaré a la salida para darte una paliza como me vuelvas a insultar.– Le amenazó.

–Pégame, así sólo refuerzas mi teoría de que no tienes cerebro y sólo sabes hacer sufrir a los demás.– Le contestó Frank.

–Dios, eres insufrible. No sé de qué agujero saliste pero haz el favor de volver a él y dejar de joderle la vida a los demás con tu presencia.– Le dijo Gerard.

–Está claro que no tienes alma. Paso de hacer esta mierda contigo, es más fácil adiestrar a una zarigüeya con la rabia.– Contraatacó el castaño.

–Al menos, yo no parezco una zarigüeya con la rabia.– Se burló el pelinegro.

–oh, que maduro por tu parte. No sabes ni discutir sin soltar un insulto. Descerebrado.– Le soltó Frank.

–Mira rata callejera te voy a...

–¡Señor Way! ¡Señor Iero!– Le interrumpió la profesora Angelic en cuanto los pilló discutiendo.– Les guste o no, trabajan juntos. Si quieren los créditos de mi clase, deben comportarse y trabajar en equipo. A usted, señor Iero, no le interesará, pero al señor Way le vendrían bien esos créditos extra... ¿Me entienden?– Los regañó delante de la clase.– Y si no les gusta, ahí tienen la puerta.– Señaló dicha puerta. Frank se calló al instante. Esa clase le había dado la vida, no quería abandonarla.

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