It's 3AM...

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Su cabeza iba a estallar, estaba sudando pero tenía frío y estaba claro que se había desvelado. Por mucho que la cama de los padres de Gerard fuera infinitamente cómoda y mejor que ninguna otra, no podía volver a conciliar el sueño.

Quería levantarse para beber un poco de agua y refrescarse la garganta, o al menos mojar la toalla para que le bajara la fiebre.

Encendió la luz y miró el reloj. Las dos de la mañana.

Se intentó levantar pero acabó dando un paso y sentándose en el suelo por el mareo.

Lo admitía, estaba muy mal, no entendía esa facilidad con la que se ponía enfermo, había perdido facultades...

–No es nada, estás bien...– Se susurró a sí mismo. Quería irse a casa, mayormente porque no quería que nadie le cuidase, ni tampoco que Gerard lo viera tan débil, eso le daría excusas para pedirle cualquier cosa que se le ocurriera por esa loca cabecita suya.

–¿Frank?– Aquella voz otra vez. Gerard estaba detrás de la puerta... fue entonces cuando se dio cuenta de que hizo demasiado ruido al levantarse y que fue mala idea encender la luz.– Voy a entrar.– Aquello era un aviso, no una pregunta, porque a los tres segundos ya estaba dentro.

Y allí estaba, totalmente tirado en el suelo y apoyado en el colchón de la cama, con ojeras, sudoroso, con mal aspecto... en otras palabras, hecho una mierda delante del abusón del instituto.

–¿Qué hacías?– Le preguntó el pelinegro al verle tirado ahí.

–Pues nada, aquí...– Le respondió intentando recuperarse.

–¿Acaso te has caído de la cama?– Gerard se talló un ojo intentando despejarse, pues el también estaba durmiendo hace unos minutos.

–No...– Negó con la cabeza.– Intentaba conseguir algo de beber.

–Pues haberme llamado.

–No me podía ni levantar, ¿cómo coño quieres que te llame?– Le preguntó cruzándose de brazos. Lo siguiente que notó fue la mano del pelinegro en su frente.

–Te ha subido...– Murmuró.– Te pondré el termómetro y te traeré otra toalla.– Dicho esto, se fue tan deprisa que a Frank no le dio tiempo ni a quejarse.

***

Maldito niño... eso pensaba Camila, quien se encontraba en su dormitorio. ¿En qué estaría pensando al acceder a encubrir a Frank?

Había convencido a Growngry para que creyese que el castaño se había acostado pronto.

Tuvo que pedirle a Pete que se acostara en la cama de Iero.

***

Gerard volvió con agua, una toalla, y un termómetro.

Frank seguía en la misma posición que antes, sólo que esta vez con los ojos cerrados.

–¿Quién lo diría? Parece inofensivo cuando duerme...– Dijo Gerard suspirando, hablando para él mismo.

–Que te jodan.– La voz de Frank salió enfadada aunque débil. Gerard no pudo evitar reírse.

–Tómate el agua y ponte el termómetro.– Le ordenó entregándole el vaso.

–¿Por qué eres tan bueno conmigo de repente?– Preguntó de nuevo por curiosidad.

–Soy humano aunque no lo creas, me das pena ahí tirado moribundo...– Contestó con simpleza mientras el castaño se bebía el contenido del vaso.

Insignificant. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora