He's not my friend!

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Matt era de gran ayuda a la hora de escribir canciones, le sonsacaba su vena literaria, y le arrancaba los sentimientos de cuajo para plasmarlos en el papel.

–¡Esto es buenísimo!– Gritó Frank entusiasmado.

–Sí, lo es... Me merezco un buen premio, ¿no crees?– Preguntó Matt acariciando suavemente el muslo del castaño, haciendo que este lo mirara con los ojos muy abiertos.

–Em... Claro, sí, tienes razón...– Frank despertó del shock por fin.

–Oye, voy a cansarme algún día de las mamadas, ¿Sabes no?– Matt cada vez parecía más desesperado. El castaño lo miró confundido.

–Matt, ya sabes que yo...

–Sí, ya sé que eres virgen... pero Frankie, me muero por tenerte a cuatro en mi cama, gritando mi nombre y sintiéndote temblar debajo de mi cuerpo...

–Vale, vale... lo pillo. Pero no quiero hacerlo así y lo sabes.

–Quiero hacer un trato contigo.– Dijo el moreno de repente, haciendo que Frank pusiera especial atención.– Quiero que... si ganas esa mierda con la canción que estamos escribiendo, me dejes ser el primero.– Aquello no podía ser verdad.

–¡No! ¡Ni loco!– Se negó por completo.

–¡Vamos Frank! Por favor...

–De ninguna manera, ni hablar...– Negó de nuevo.

–Frank, soy de confianza, a demás de que te estoy ayudando.

–Matt, eso se supone que debe ser especial y...

–Prometo que será especial.– Se apresuró a decir el moreno, haciendo callar a Frank.– Prometo que te llevaré a un sitio precioso, habrá velas, habrá comida, habrá regalos... Pero debes prometerme que seré el primero si ganas el micro abierto.– Todo aquello le parecía surrealista. ¿Tanto le importaba a Matt?

–¿Dónde será?– Preguntó interesado.

–En una casa del lago, ¿Te parece?– Preguntó el moreno desesperado.

–¿Habrá comida?– Preguntó enarcando una ceja.

–Toda la que puedas comer.– Volvió a responder Matt.

–¿Regalos?– Preguntó de nuevo el castaño.

–Te trataré como si fueras un rey.

–¿Por cuánto tiempo?

–Frank, que tampoco soy de oro...– El castaño le miró mal.

–Matt, te estoy entregando mi virginidad...– Le recordó.

–Es verdad, es verdad. Todo lo que pidas para que tu noche sea perfecta.– Aquello era tentador, pero había que tener en cuenta que estaba a punto de vender su virginidad, cual prostituta (y no de las baratas). Tenía que pensarlo bien antes de acceder a esa locura, porque a lo mejor a Gerard se le ocurría alguna canción mejor...

–Lo pensaré, mañana te digo seguro.– Respondió.

–Aquí te esperaré.– Después de eso, se despidieron como si no acabaran de ponerle precio a la virginidad de Frank.

***

Gerard no paraba de darle vueltas. ¿Se estaba ablandando? Realmente había sentido cómo bajaba las defensas cuando estaba hablando con Frank.

Lo que más le aterraba era que tenía ganas de escribir más, deseaba que llegara la clase de música de mañana para poder repetir lo de hoy. Todas esas bromas, risas... se sentía como si Frank pudiera verlo sin esa máscara, como si pudiera ser él mismo por una vez en mucho tiempo, como si Frank fuera su... amigo de verdad.

¡Pero no! ¡Qué disparate! Ese mendigo no podía ser su amigo. O al menos eso le decía su subconsciente, también llamado: "recuerdos y traumas de infancia."

Recordaba que su madre le decía que la amistad se gana con dinero y títulos. Y Frank no tenía de eso, no tenía nada.

Quizás estaba confundido porque jamás tuvo amigos de verdad (sin contar a Patrick Stump o Raymond Toro).

También se sorprendió a sí mismo buscando el nombre de Frank en Facebook por si lograba encontrarle. Pero nada, ese chico no tiene redes sociales, es como un fantasma... a lo mejor sólo él podía verlo.

A parte, el tema de la canción iba de mal en peor, a él  no se le ocurría nada, y esperaba que Frank fuera mejor en estos temas.

A menudos dos había juntado la profesora Angelic.

***

Ya en casa, Frank decidió ir a dormir sin cenar. Total, sabía que se había quedado sin lo bueno, porque quien llega antes se lleva la mejor parte.

Se duchó con agua fría. Al ser uno de los últimos, es obvio que se quedaría sin agua caliente.

En su habitación estaban todos sus compañeros leyendo cómics o jugando a la lucha libre con almohadas.

Os preguntaréis cómo diablos puede Frank irse a dormir mientras Pete y Brendon luchaban... por costumbre. Lo hacían todas las noches y uno se acostumbra al jaleo.

***

Camila le pegó un puñetazo a la pared para que los niños de al lado dejaran de gritar y pelear con almohadas o lo que sea que estuvieran haciendo, y continuó leyendo un libro que cogió de la biblioteca: "La vida de Adèle"

Era un libro interesantísimo que le recomendó Jamia.

Iba por el capítulo doce, donde aparecía un personaje más, una chica de cabello azul y finas facciones.

Todo iba bien, hasta que leyó que la protagonista, Adèle, hablaba de que no se podía quitar a la chica del cabello azul de la cabeza, y la busca en un bar lésbico.

–¡Qué horror!– Gritó al leer aquello.– Es un libro de lesbianas...– Murmuró tapándose la boca.

Le vino a la cabeza la conversación con Lauren, su comentario homófobo y la reacción de la pelinegra.

Y encima no podía parar de leer, le resultaba imposible apartar la vista de la hoja aunque le provocara escalofríos.

Al parecer le había atrapado el deseo de leer cómo la protagonista tenía relaciones sexuales con aquella peli-azul que tan loca le tenía la cabeza.

Y sin darse cuenta, su mano derecha fue a parar a su sexo por debajo de sus pantalones mientras continuaba leyendo.

Aquello era tan prohibido, tan excitante...

***

Lauren llegó a casa deseando que se acabara el mundo. Estaba muy cansada y escuchar los berridos de Gerard intentando afinar no ayudaba, y menos escuchar el bajo de Mikey retumbando por toda la casa.

Decidió encerrarse en el sótano para poder descansar de ellos... pero lo que descubrió, fue que abajo no había un sótano, sino un estudio de grabación enorme con sillones e instrumentos.

Aquello era como un sueño...

Había posters de gente famosa, así como de los ochenta/Noventa. Todos producidos por Donna Way.

¿La señora Way era productora musical antes de fallecer?

¿Por qué nadie le dijo nada?

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Nota:

Uh, voy a escribir otro.

Long live car crash hearts 💔

Insignificant. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora