Mondays and "Dykes"

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Frank había pasado una semana horrible, había ido con fiebre al instituto sin faltar un sólo día, había seguido escribiendo la maldita canción con Matt, y en clase de música se había dedicado a escribir él solo ya que su compañero Gerard no se había dignado a aparecer.

En lo que a Camila respecta... se tenía que comer todas las burlas de los amigos de Lauren Way, y se estaba cansando de hacer como si no les escuchaba.

Frank se hundía en la rutina y Camila entre las burlas...

***

Lunes.

Una palabra, cinco letras, un sentimiento... asco.

ASCO de lunes.

Frank odiaba con toda su bendita alma los malditos lunes. Hasta cuando lo dices en voz alta te sabe amargo.

Los lunes indicaban el comienzo de la semana, de nuevo, el castaño se hundía en la rutina.

Despertar, ducharse, desayunar, ir a clases, soportar las tareas, discutir con Growngry y volver a dormir. Así hasta el viernes, y después del fin de semana, a repetir.

Esperaba que al menos aquel lunes gris, Gerard apareciera para ayudarle con la canción, o simplemente para sentir que salía del bucle infinito de amargura que era su vida.

Había que admitir que aquel pelinegro tocapelotas animaba mucho su vida con disputas sin sentido.

Al llegar al infierno, dejó algunos libros en la taquilla y se fue directo a clases.

Por si no fuera poco el hecho de ser el primer día de una larga semana, encima tenía examen a primera hora.

Matemáticas.

Quería arrancarse la piel a tiras.

Se sentó en su asiento y miró a su amiga Jamia, quien le sonreía como diciendo: "Buenos días, zombi de mi corazón" o algo por el estilo debía estar pensando.

El castaño hizo una mueca que parecía el intento de una sonrisa... pero se quedó en eso, en un intento, una mueca.

El profesor pasaba por las mesas repartiendo los papelotes de cada uno, explicando con su voz aburrida y monótona las consecuencias que habría si alguno se copiaba o algo parecido.

–Se ve complicado, ¿No?– Le preguntó Jamia en un susurro. Frank sólo se encogió de hombros, tampoco es que tuviera mucho que decir.– Oye Frankie, te noto raro... ¿estás triste o deprimido por algo?– Volvió ha hacerle preguntas en un susurro.

El castaño no se percató de que irradiaba tristeza a tal punto de parecer un emo deprimido.

¿Tanto le afectaba la rutina? ¿Tanto le afectaba la falta de un compañero que le retaba cada x tiempo?

–No, sólo ando cansado.– Murmuró sin despegar su vista de aquellas complicadas fórmulas.

Al parecer, eso bastó para que Jamia dejara de atosigarle con preguntas tales como: "¿estás bien?" "¿Quieres agua?" "¿Necesitas llorar?" Y más parecidas.

El examen le salió fatal, es más, no escribió ni su propio nombre.
Esperaba que en clase de música mejorara la cosa.

***

Camila se encerró en un cubículo en el baño de las chicas.

Acababa de llegar hace más de una hora y ya le habían señalado y se habían reído de ellas unas siete veces en cada pasillo.

Al menos ya nadie escribía "Tortillera" en su taquilla como la semana pasada.

Joder, se habían cebado con la morena. Parecía que el rumor se extendía con el tiempo, y eso, en un instituto, era muy malo.

Tampoco es que Lauren Way haya hecho algo para pararlo, el rumor seguía extendiéndose por el centro como si se tratase de una plaga o algo parecido. Pero esta vez se trataba de algo privado, algo muy personal.

Ella no era lesbiana.

O si.

Ni ella lo sabía, ¿Cómo iban a saberlo los demás si ni ella lo sabía?

No era justo.

Incluso en la pared del cubículo estaba escrito.

"Camila dyke" (Camila Tortillera).

La morena rodó los ojos y resopló. Ya no podía más, tenía que hablar con Lauren o se acabará volviendo loca intentando huir de sus nuevos sentimientos.

***

A media mañana, Frank fue a almorzar junto a su no-novia, Jamia.

"No-novia" era un término que ellos mismos se inventaron. Se atraen, se gustan, se respetan, se quieren... pero sólo en el terreno de amistad. Son amigos, pero actúan como novios (aunque sin besos ni sexo) son No-novios.

Frank ni siquiera había tocado la comida, y eso que hoy tocaba hamburguesas vegetales y helado...

–Frankie, en serio, te noto raro desde hace más o menos una semana... ¿seguro que te encuentras bien?– Preguntó la pelinegra preocupada.

–Sí, es sólo que la semana pasada tuve que venir con treinta y ocho de fiebre a clases.– Explicó desganado. Apartó un poco el plato y puso cara de asco.– No tengo hambre.– Murmuró.

–Los lunes te sientan mal.

–No te voy a discutir eso.

–Deberíamos ir tirando ya para llegar antes y coger el último sitio en la clase de ciencias, no quiero que el profesor nos escupa en la cara por estar sentados en primera fila...– Dijo Jamia levantándose.

Frank asintió siguiendo los pasos de la pelinegra. Ambos cogieron sus bandejas y las dejaron en el montón, para después, andar tranquilamente hasta su siguiente clase.

"Ánimo Frank, sólo quedan tres horas más..."

***

Camila almorzaba en el mismo cubículo en el que había permanecido por tres largas horas. No se atrevía a salir.

Escuchaba a las chicas que entraban al baño, la criticaban sin saber que ella estaba presente, aunque eso tampoco importaba mucho, ya que si hubiera estado presente probablemente le habrían dicho lo mismo o peor.

Al menos, le tranquilizaba saber que no era la única que estaba en boca de todos, algunas rumoreaban (que sonaba bastante falso) que los dos hermanos Way eran adictos a pastillas o cosas parecidas.

Aquí, hasta los más grandes caen a veces.

***

Una hora más y podría ir a clase de música. Eso le tranquilizaba un poco.

El sólo pensamiento de la clase de música le hizo recordar que Gerard Way, su pareja para escribir, componer y cantar la canción del micro abierto, no venía al instituto desde hacía ya una semana y media.

¿Qué demonios le había pasado?

No es que le importase, es simplemente que no soportaba trabajar solo en clase, y tampoco que no estuviera para enseñarle el Progreso.

Si al menos tuviera móvil para localizar al pelinegro... pero ni eso.
Tampoco estaba tan desesperado como para ir corriendo a casa de los Way a preguntar por Gerard... pero era un poco preocupante, la verdad.

Entonces Frank se dio cuenta de que en lo único que estaba pensando durante lo que restaba de hora era en Gerard.

Dios, realmente estaba preocupado por ese capullo. A veces se daba asco a sí mismo por ello.

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Nota:

Whaaaaat

Oh dioh mioh he subido cap PERRAS

QUÉ ESTÁ PASANDOH?

mañana si eso subo de los que me quedan que hace siglos que no subo y ya tienen hasta telarañas.

Frank, xq ereh azi?

Espero que os mole, subo pronto.

Long live the car crash hearts 💔

Insignificant. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora