[Narra Gerard]
Sentí una especie de presión acomodarse en mi pecho al salir de esa secta de hormonas a la que mi hermano suele llamar "club de teatro", una especie de malestar mezclado con rabia espontánea, y a la vez iba apareciendo una actitud poco común en mí, inseguridad.
Por si fuera poco, no podía olvidarme de ello con mis supuestos amigos, ya que los imbéciles no paraban de hacer coñas sobre Frank y Jamia liándose como dos adolescentes encima del escenario, delante de mí...
Sí, sé que suena a celos, y en parte creo que mi subconsciente tiene razón, estaba celoso de Jamia, de su cercanía con Frank, de su amistad que parecía verdadera... Y eso no me gustaba nada.
Mi cerebro sólo podía centrarse en Frank ahora mismo; cómo Frank me contestaba sin importarle lo que yo le pueda decir; la forma en la que Frank se sonrojaba cada vez que le decía alguna especie de cumplido (o al menos cuando le hablaba sin insultos); los momentos que he pasado con Frank; Frank riéndose; Frank enfermo; Frank siendo amable conmigo; Frank siendo mi amigo, Frank, Frank, FRANK.
Obviamente no hablo en términos románticos, no es que me gustara Jamia, esa chica me resultaba irritante y poco atractiva, y mucho menos sentía algo por un tío, es sólo que cada vez que cerraba los ojos podía volver a ver la escena de Romeo y Julieta, y eso me revolvía el estómago de una manera desagradable.Entonces comprendí que estaba mal porque estaba enfadado conmigo, no con ellos, conmigo.
Me comporté fatal con Frank desde el principio cuando él sólo quería trabajar codo con codo, ser mi compañero y, quizás, si veía que yo daba mi brazo a torcer, ser mi amigo. Pero no, yo siempre he sido un cabezota, y cuando se trata de mi popularidad y mi imagen no podía dejarlo de lado por un niño insignificante con poco dinero y un lugar nefasto en la pirámide social del instituto.
Miré de reojo a mis tres "mejores amigos", quienes aún no se habían dado cuenta de mi frustración, enfado y depresión. Grandes amigos...
Si alguno de ellos fuera como Frank, estarían conmigo, sentados, hablando tranquilamente de mi problema para buscar una solución, o simplemente me desahogaría...
Y ahí estaba otra vez, el nombre de Frank hacía presencia en mi cabeza sin darme ni cuenta.–Hey Gerard, ¿Qué te parece si vamos al salón de juegos? Dicen que han puesto una máquina de Pac-Man de las antiguas...– Me dijo Andy, quien se dio la vuelta para mirarme, ya que yo iba mucho más lento y atrasado que ellos en el camino.
Me encogí de hombros dando a entender que estaba demasiado desganado como para responder, o para ir directamente.–Eso es aburrido, mejor vamos al Rocking, es la mejor discoteca de la ciudad, además de que ponen buena música y hay chicas con pantalones ajustados de cuero.– Le contradijo ahora Jared, creyendo que me apetecía ver el "culazo" de una chica cualquiera embutido en unos pantalones de cuero negros. No, no me apetecía.
–¿Qué os parece si vamos mejor al concierto de los Lords Of Salem? Tocan en el bar de mi tío esta noche.– Mencionó ahora Serj, mirándonos con una ceja arqueada, sabiendo que nos perdía el olor a fuerte alcohol y las bandas poco conocidas.
Entonces comprendí que me vendría bien despejarme, aunque sólo fuera por una noche, debía dejar el tema de "Gnomeo y Jamlet", sólo me traía dolores de cabeza, y para dolores de cabeza prefiero la resaca de mañana.***
Al volver a casa esa tarde noté el vacío que había en ella, casi siempre se nota, pero hoy sentía una soledad demoledora, asfixiante...
Sacudí la cabeza, deshaciéndome de todo pensamiento en mi cabeza y solté mis cosas en la entrada, dispuesto a subir a ducharme.
Dejé mi móvil en la mesa de mi cuarto, cargando, para después desnudarme con torpeza y entrar al baño, abrir el agua caliente y dejar que las gotas me mojaran el pelo.
Definitivamente era lo que necesitaba.
Cerré los ojos por inercia y comencé a masajearme las sienes, para evitar el inminente dolor de cabeza que amenazaba con aparecer al primer chupito que me meta en el cuerpo. Sí, ya podía sentir el amargo sabor a lejía del ron barato de aquél bar, me moría por algo de alcohol y mi hígado se moría por no saber digerir tanto ron...El estruendoso sonido de mi iPhone se hizo presente tras la puerta de mi baño.
–Ni un minuto a solas...– Murmuré suspirando para mí mismo. Alcancé la toalla y me la puse en la cintura, caminé aún con el pelo mojado hasta mi cacharro y lo descolgué a tiempo.– ¿Que lo qué?– Un poco extraño el saludo pero era típico en mí.
–¿Gerard Way?– Preguntó una voz masculina.
–Sí, ¿Quién habla?
–Soy Matt, de la tienda de música, ha llegado el vinilo de The Smiths que me encargaste el mes pasado, ese firmado.– Salté en mi sitio murmurando un 'toma' que seguramente el chico escuchó.– Me dejaste tu número para avisarte, ¿Lo recuerdas?– Yo asentí como un estúpido, como si él pudiera verme.
–Eh... Sí, lo recuerdo, me pasaré más tarde a recogerlo, gracias.– Le respondí.
–Genial, aquí te espera.– Me contestó con sorna, obviamente el vinilo no se movería de allí.
Colgué después de unos cuantos 'gracias' más, y tiré el teléfono a la cama empezando a saltar.
Al fin algo bueno en este día de mierda.Me vestí a la velocidad de la luz, sin tener cuidado en elegir mi ropa y dejando mi pelo húmedo y sin peinar, pero qué más daba ahora mi imagen, llevaba esperando mucho tiempo ese disco único, además me iba a pillar un pedo importante aquella noche, así que la ropa era lo de menos.
Cogí mi móvil y mis llaves y no tardé ni un segundo en salir de mi casa vacía.Jared no pasaría a por mí hasta las siete, por lo que tenía una hora y media para ir andando tranquilamente hasta la tienda, comprar el vinilo, volver andando hasta mi casa y arreglarme tranquilamente, con esta camiseta de David Bowie desgastada no podía ir a un concierto de los Lords.
Además, ya no estaba depresivo, y eso era un avance, incluso me había planteado ir a hablar con Frank, eso claro si supiera dónde vive... El caso es que volvía mi buen humor y mis ganas de salir.
Y todo gracias a ese Matt.
•••••••••••••••••••••
Nota:
Hola wenas, se me borró el capítulo entero y tuve que volver a escribirlo xdxd
Soy una desgraciada Doraemon ...En fin, espero que os mole y que lo leáis mucho mucho porque sigue y sigue bastante fuerte y salseante ahahaj
Ad iOs
Long live the car Crash Hearts 💔

ESTÁS LEYENDO
Insignificant.
FanfictionOtra vieja historia cliché. O quizás no tanto. [Frerard/Camren] Para Lauren Jauregui, mudarse junto a su nuevo padrastro fue una verdadera tortura. Sabía que el matrimonio de su madre fue por pura conveniencia, y es que Donald Way y sus dos hijos er...