Never ® (Completa) [Saga Frecuencias]

Me mira a los ojos

-¿Ahora me amordazarás y me venderás para que trafiquen con mis órganos?-Le entrego el casco, esboza una sonrisa y lo coge, luego me da la mano y bajo de la moto.-Y... ¿Donde estamos?

Miro a mi alrededor, no hay gente ni se escucha tráfico.

- No preguntes y sígueme.

Deja la moto aparcada, lleva mi mochila en el hombro y con una mano sujeta el casco, comienza a caminar y se adentra por un sendero.

- Espérame.

Camino deprisa y me posiciono a su lado, andamos en silencio durante barios minutos, escuchando únicamente el sonido del cantar de las aves y las hojas de los árboles agitándose. De pronto se para y me mira. -Ahora necesito que cierres los ojos. - Pide con cierta emoción en su voz.

- ¿Para qué?

- Puedes por favor dejar de preguntar tanto y por una vez en la vida confiar en mi?

- Vale... -Cierro los ojos a regañadientes y noto como agita la mano delante de mi cara. -Ian no veo nada, no hace falta que...

Notos unos labios encima de los míos y abro los ojos instantáneamente, se separa y solo a sido eso, un contacto que no ha ido más allá

- ¿Qué? tenia que asegurarme de que no veías.

- ¿Pero que clase de escusa es esa?

- Ya lo he hecho antes ¿que más da?

- No Ian, no me puedes besar cada vez que quieras.

Hace una mueca de desagrado y se nota que hay cierto enfado en su rostro.

- Te he dicho que hago lo que quiero ¿te queda claro?

- Pues haz lo que quieras con tu cuerpo no con el mío.- me cruzo de brazos.

Se pellizca el puente de la nariz - esto no va a nada. Mira no tengo ganas de discutir, cierra los ojos y punto.

Decido dejarlo estar, yo tampoco quiero discutir.

Hago lo que me dice y se posiciona por detrás de mi, sujeta mi cintura y avanza a paso lento y con cuidado de que no me caiga.

Para y suelta mi cintura, sigo con los ojos cerrados, cuando siento un aliento cálido cerca de mi oído.

-Bienvenida a mi pequeño mundo.

Noto que es la señal para que abra los ojos y así lo hago y Dios...

Es precioso, todo está cubierto por sauces llorones y pequeñas flores que brotan del suelo, hay un antiguo banco de madera que mira hacia el horizonte, nada separa el mar del gran precipicio que tengo en frente. Esto es alucinante, es el sitio más bonito en el que he estado nunca.

-Ian, esto es....- me quedo sin palabras.

-¿Te gusta?

-No me gusta, me encanta. Ian es hermoso.