Hoy he tenido un día de locos, primero el profesor ese salido, después la discusión con Ian y la disputa con Hanna.
He estado buscando a Byron pero no lo he encontrado, lo he llamado pero no responde.
Terminé de comer lo más rápido que pude porque tuve que ir a entregarle a la señora Audrey el listado de las chicas que an entrado, entre ellas está Ayleen.
Ella es una chica que vale mucho pero no se saca ningún provecho. Obviamente yo no estoy de acuerdo con eso de que todas tienen que ser unas muñequitas Barbie, cada una tiene su estilo y su personalidad pero también es cierto que las personas con lo que se quedan es la primera impresión que des, y una de las cosas que se fijan primero es en el físico, si cambiase algunos toques en su vida diaria, le resultaría más fácil todo.
Le he comentado a la entrenadora algunas ideas que tengo para la coreografía y no a puesto objeción alguna.
-Señorita ¿me puede poner un helado de chocolate?- miro al frente y veo un pequeño niño rubio muy bien peinado al lado de un adulto también rubio.
-Por su puesto.- le sonrío al pequeño y este me sonríe de vuelta, le faltan los dos dientes frontales de arriba.
Salgo con el helado entre las manos de detrás del mostrador -Aquí tiene señor, que lo disfrute.- me hacho para quedar a su altura y se lo entrego.
-Gracias, es una señorita muy guapa.
-Que tierno.- a mi los niños me encantan, tengo mucho tacto con ellos.
- ¿Dónde lo pago? - habla el adulto.
- Aquel chico de alli se lo cobrará - señalo a Jhonatan muchas gracias y vuelvan pronto.
Veo como se marchan, sonrientes.
-Es una monada ¿verdad?.- me giro.
-Si, si lo es.
Ahí está Derek, el novio de la señora Ruffin.
- Ese niño tiene muy buen gusto y no solo en helados.- me guiña un ojo.
-Derek tengo que ir a atender a los clientes, si me disculpas...- me intento marchar pero me detiene.
-No pasa nada Candy, hay más empleados, además tú estás hablando con tu jefe.
- Eres el marido de mi jefa, eso no te convierte en mi jefe. - le recuerdo.
-Novio. - me rectifica - soy el novio, no el marido.
- Lo que sea, tengo que irme. - me marcho mientras noto su penetrante mirada en mi.
Es un idiota y siempre será un idiota. Creía que no había una persona más ególatra y egocéntrica que Ian pero sí, ese es Derek.
Derek es la mayor concentración de amor propio que puede haber en este mundo.
Pobrecilla la señora Ruffin que no sabe con quién está saliendo, bueno, rectifico, si sabe lo que es pero no se quiere dar cuenta.
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Never ® (Completa) [Saga Frecuencias]
RomancePrimer libro saga: Frecuencias Segundo libro: Forever® - Déjame ser el dueño de tus sueños, el único que está en tus pensamientos incluso en aquellos tan profundos y morbosos que no creías capaz de imaginar, déjame ser el dueño de tus fantasías, has...