Estaba equivocada, las cosas sí se podían poner peor. Resulta que existía la posibilidad de que Mariana estuviese embarazada y por eso Bruno le reñía. Después de que yo la regañara más, les pregunté si ya habían hecho pruebas de embarazo y dijeron que no. Me molestó la falta de sensatez de esa mujer. Y se suponía que ella era la adulta, era cuatro años mayor que yo.
—Alén —llamé al llegar a su lado, estaba con Camy—, necesito las llaves del auto.
—¿Para qué? —preguntó.
—Voy a ir a la farmacia —respondí indiferente. Marina me prometió esperar hasta que yo llegase para empezar.
Se disculpó con Camila, se puso de pie y me tomó del brazo para comenzar a alejarnos de las demás personas.
—¿Te sientes mal? —quiso saber—. ¿Qué vas a comprar?
—Quédate —le dije, ignorando deliberadamente sus preguntas—, yo puedo ir sola.
—No —espetó. Por esa razón tenía mi propio auto. Caminé al carro siendo consiente de que él me iba a seguir—. ¿Qué vas a comprar?
Llegué al auto y di media vuelta para encararlo.
—Nada importante.
O al menos para él no lo era. Marina no quería que nadie supiera de su posible embarazo.
—Nada en especial, dame la llave. —Él elevó ambas cejas y se cruzo de brazos, si no le decía no me las iba a dar y tampoco es como si fuera a caminar, estaba a punto de anochecer—. Voy a comprar una prueba de embarazo.
Sus ojos se abrieron tanto que pensé que saldrían de sus orbes.
—¿Anoche cuando me fui...?
—¡¿Qué?! —exclamé cuando me di cuenta a dónde iba—. ¡No, yo no...!
Me quedé callada cuando recordé que yo no tenía que darle explicaciones a nadie. Además eso era absurdo.
—Sólo... —negue con la cabeza y suspiré—... préstame el auto. No tengo por qué darte explicaciones a ti.
Me lanzó las llaves para que las atrapara en vuelo y dio media vuelta. Subí al auto.
•♦•♦•♦•
Fue la boda más anormal del mundo, todo estaba hermosamente decorado, con colores blancos y plateados por todo lados, sin embargo cuando iban a firmar los papeles Marina salió corriendo; todos pensaban que se había arrepentido, pero no, solo había ido a vomitar.
Marina nunca tomaba y cuando lo hacía sólo era un trago, así que le afectó mucho el haber tomado demasiado. Y no, no había tal hijo en su vientre y si hubiera existido creo que tendría que recibir regaños de muchas personas.
Suspiré por quinta vez mientras llevaba la copa de vino a mi boca. Estaba aburrida, Marina estaba dentro de la casa con Bruno; Jonathan y Aaron, quienes también habían sido invitados, estaban hablando con Camy y Alén; Mirna y Daniel —hermanos de Aaron— se ofrecieron a cuidar de Lionel y se fueron a jugar con él. La fiesta no era para nada lo que esperaba.
Veía a la parejas bailar y moverse lentamente de un lado a otro en movimientos lentos, las familias y amigos en las mesas charlando, todos felices, contentos y disfrutando, menos los esposos y yo.
—¿Deseando la vida de otros? —susurró en mi oído una voz muy conocida.
Se sentó a mi lado con una sonrisa.
—Me gusta mi vida —dije mirando a los invitados—, pero no la vida que llevaba. A causa de mi pasado mi presente está mal.
—Olvida las cosas malas, deja el pasado atrás.
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Hermoso Peligro
ActionDespués de años de entrenamiento para ser la mejor asesina de Nueva York, Alice huye con su madre. Ambas odiando aquel mundo por completo, queriendo olvidar un horrible pasado; las torturas, los asesinatos, las drogas, las armas y todo aquello ilega...