Cuando abrí los ojos nuevamente, todo era distorsionado, solo veía sombras moviéndose a mi alrededor, escuchaba algunos murmullos y sentía manos pasar sobre las mías. Quería apartarlas pero no podía. Estaba demasiado débil. Me encontraba acostada sobre algo frío y metálico.
—La droga la mantendrá así durante algún tiempo —escuché decir a alguien. Sus voces no eran claras pero podía entender lo que decían—. Ya está consciente.
—Bien. —Ese era David—. ¿Cómo le va a Reed?
—Elliot se está dando gusto —le respondió la primera voz tras una risa. Así que Elliot había sobrevivido...
Escuché la risa de David.
—Traigan comida para Alice, para ellos no.
Mi cabeza palpitaba, me sentía mareada. Una de las figuras se acercó más a mí.
—Alice, esto no ha acabado ¿estás lista para ver lo que viene?
Moví mi cabeza de un lado a otro, quería decir no, pero no tenía fuerza para hacerlo. Tenía frío, pero eso era lo que menos importaba.
Las cuerdas que mantenían prisioneras mi manos fueron soltadas. Sentí una mano en mi espalda que me ayudaba a senterme, mis vista comenzaba a tener más claridad. Distinguí la cara de David frente a mí, además que aún estaba en el horrendo cuarto. Sus ojos me inspeccionaron durante algún momento.
—Necesito que estés completamente consiente, nena.
La repulsión de tenerlo frente a mí era inmensa, pero no podía hacer nada para alejarlo, aunque estuviera desatada estaba muy débil.
David tomó mis manos y las dejó detrás de mi espalda, un apretón en ellas me hizo saber que las había amarrado de nuevo. Inspeccioné el lugar con la mirada. Encontré a Alexis, su cara estaba bastante golpeada, también todo su abdomen. Me negaba a saber qué tanto le habían hecho. Mantenía la cabeza hacía abajo, no sabía si estaba inconsciente o no, mi vista se quedó en él hasta que David se posicionó frente a mí, impidiendo que lo siguiera mirando.
—Que patéticos son... —murmuró con repulsión.
Me hubiera gustado haberle gritado que más patéticos que él no podríamos ser, pero mi garganta estaba reseca. Escuché algo metálico golpear contra el piso. David se agachó y recogió una navaja, la dejó a mi lado en la mesa sobre la que estaba sentada.
—Eres muy débil para hacer algo justo ahora —se burló. Aún así la tomó y se apartó de mi dejándola a más distancia.
Estaba sentada pero mi cuerpo era muy pesado. Mi vestido estaba muy roto de algunas partes. Vi a un chico entrar con un plato en las manos, comida. Se la entregó a David y él se acercó a mí para darmela, negué con la cabeza. No quería nada que viniera de él.
—Tienes que comer, Alice, no puedes estar así.
Una risa forzada y a penas audible brotó de mí. Me pedía que comiera porque tenía que hacerlo sin embargo no le había importado darme descargas eléctricas.
Negué de nuevo y me incliné hacia atrás. David me miró con molestia y lanzó la comida hacia un rincón del lugar. Estaba más que molesto.
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Hermoso Peligro
ActionDespués de años de entrenamiento para ser la mejor asesina de Nueva York, Alice huye con su madre. Ambas odiando aquel mundo por completo, queriendo olvidar un horrible pasado; las torturas, los asesinatos, las drogas, las armas y todo aquello ilega...