Epílogo

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Londres. Un mes después...

Ajusté el moño que sostenía mi cabello antes de comenzar a servir la cena.

El timbre de la puerta comenzó a sonar.

—Dante, es hora de cenar! —grité mientras caminaba hacia la puerta para abrirla.

Cuando lo hice, quedé pasmada. Parpadeé varias veces conmocionada por su presencia. Sus ojos cafés me miraron inquietos, su cabello —un poco más largo desde la última vez que lo miré—, estaba alborotado y me fue imposible no verme atrapada por su mirada una vez más.

—¡Alexis! —el grito de emoción de Dante me sacó de mis divagaciones.

Él sonrió y miró al niño, este corrió a abrazar a Alexis, él se puso de cuclillas y lo recibió con los brazos abiertos. Con el niño en brazos me sonrió y dio un paso para estar más cerca de mí. Por alguna razón se veía preocupado, quizá porque yo no decía nada.

—Quizá tú no me necesites a mí, Alice —dijo, recordándome mis palabras—, pero yo sí te necesito a ti, a los dos.

Una sonrisa temblorosa se pintó en mi rostro de forma inevitable.

FIN.

📓📖📓📖📓

Sé que me están odiando justo ahora por este epílogo, así de corto y raro le gustó a mi cabeza, yo quería toda una reflexión pero ella fue terca.

Alguien dijo mi edad. Fue KeniCC.

Hermoso PeligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora