Hermoso Peligro

Capítulo 36

Hola, mis amores. ¡Buenas noticias! HOY HAY MARATÓN. 1/3

#ViernesDeMaratón

—Sí —respondí lo más normal que podía—. La primera vez que desapareciste te estaba buscando y entré. ¿Por qué?

—No, por nada.

Hubiera suspirado aliviada porque había caído fácilmente en mi mentira, pero eso me hubiera delatado.

—Si no te vas tú, me voy yo.

Me levanté de la cama y caminé a la cajonera en busca de ropa, no era mi intención darme una ducha a las siete de la mañana, pero sí era la manera más fácil de escapar de Alén. Cuando volví a mirar a la cama me di cuanta que Alén me miraba desde ésta. Hasta ese momento fue consiente de que él aún llevaba la ropa de ayer. Me acerqué y me incliné un poco para tomar el celular que estaba a su lado y, cuando me iba a retirar, las manos de Alén tomaron mis muñecas y me atrajo hacia él; estábamos a unos escasos tres centímetros de distancia, en sus ojos cafés bailaba la diversión y la satisfacción, en cambio, yo estaba sorprendida.

Su mano fue a mi nuca y cortó la distancia provocando que mis labios tocaran los suyos. Dirán que apenas y fue un roce, como un beso casto, pero no fue solo eso: era un beso con sabor a cariño, con la tranquilidad brotando de él, con la esperanza de algo nuevo, un beso que me daba la certeza de que las cosas iba a cambiar.

Lo vi caminar a la puerta y cuando estuvo a punto de salir dio media vuelta y me brindó un guiño, el cual era acompañado por una enorme sonrisa. Desapareció de mi vista y, sin poderlo evitarlo, una gran sonrisa se extendió por todo mi rostro y con mi mano acaricié mis labios.

¿Qué me estaba pasando?

Salí del baño con mi celular en mano, busqué el numero de Scott.

—Joyce, lamento decirte que no existe datos de un chico con ese nombre. Por más que busquemos. —Sus palabras me golpearon con fuerza.