*Narra Alex*
Habíamos optado por quedarnos fuera en lugar de regresar con el bullicio y sus excentricidades de ricachones. Pasado el aparcamiento, encontramos una especie de descampado, así que decidimos acostarnos en el césped y divagar sobre el Universo. Lo normal, vamos.
-No, en serio. Te digo que hay algo superior a nosotros - dijo Leo entre risas.
-Espero que no vengas por mi puerta preguntándome si tengo un minuto para el Señor - bromeé divertida.
-Lo digo de verdad. No necesariamente un Dios o algo así. Pero sí una fuerza, un ente. No sé. Algo que mueve el mundo y hace que las cosas sucedan de la manera en la que lo hacen - me miró, sonriendo, y le devolví el gesto-. Eres muy guapa.
Desvié mi mirada nuevamente al cielo y achiné los ojos por culpa de la risa.
-Me encanta cómo pasas de hablar de las fuerzas de este Universo a decirme lo guapa que soy en nada.
Leo se apoyó en su codo derecho y pasó su mano por mi cintura, obligándome a imitarle.
-¿Qué? - pregunté tras varios segundos en los que no paró de mirarme.
-Eres muy guapa - sentenció con seriedad.
-Eso ya lo has dicho - rebatí soltando una pequeña risita-. Oye... -Mordí mi labio, nerviosa por lo que iba a decir a continuación. No se me había ocurrido hasta ese preciso momento, pero esperaba que dijera que sí-. Bueno, antes te he contado que mis padres se habían divorciado.
-Sí, ¿ocurre algo?
-Bueno... Es que mi padre se casa a finales de verano y... Pues... Mmm...
-Me encantaría ir contigo - dijo, anticipándose incluso a mis pensamientos.
-¿En serio? - dudé, a medio camino entre sorprendida y emocionada.
-Claro. Necesitarás apoyo moral ese día. En una escala del uno a Hitler, ¿cuán zorra es? - No pude evitar sonreír ante la alusión. Leo besó mi nariz, haciendo que me estremeciera y se me olvidara lo que iba a responder.
-Pues... - respiré profundamente, intentando recuperar el hilo de mis pensamientos-. En realidad no es mala persona... Es sólo que es rematadamente pija y Dios... Tiene una hija - puse los ojos en blanco ante el recuerdo-. Creo que nadie me ha caído peor en mi vida.
-¿Ni siquiera yo al principio?
-Tú me caías regular. Un poco presumido y demás. Pero es que ella te supera con creces. ¿Sabes? Es la típica que critica tu ropa, peinado, maquillaje... Y claro, cuando eres como yo y ni siquiera usas la palabra maquillaje en tu vocabulario diario, pues... Dejémoslo en que nuestras personalidades suelen chocar.
-Pero su madre te cae bien.
-No me cae bien... Bueno... - Suspiré-. Se va a casar con mi padre después de romper el matrimonio con mi madre. Fue la responsable. Ya sabes... La típica historia de la secretaria mona.
-Lo siento - susurró, haciéndome señas para que apoyara mi cabeza en su pecho.
-No lo sientas. Después... Después de todo este tiempo lo tengo más que asimilado.
-Sabes que eso es mentira - me miraba desde arriba con seriedad.
-No es que tenga la esperanza de que mis padres vayan a volver... Es sólo que...
-Le echas de menos - sentenció.
-Mucho. Y ahora... Ahora él tendrá una familia nueva y será más feliz que nunca y... ¿Dónde encajo yo en todo eso?
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Mi historia favorita.
RomanceLeer era su pasión, pero nunca había vivido una historia así. Nunca. Hasta que llegó él.