capitulo 4:

220 32 5
                                    

Mi primer amigo:

Guren que pasó con el pequeño rubio? Porque no está aquí?-el albino empezaba a servir la comida en los platos para comenzar a cenar pero no se sentó al lado de su esposo- no comeré si el no está aquí, le dijeron algo malo?

Ese niño es muy extraño, solo se sentó, miró la mesa y luego se fue, al parecer no le gusta estar aquí; deberías Regresarlo tal ves sus padres volvieron mientras el está aquí...

No, el me dijo que llevaba un día te entero y lo creo que se haya ido así por así, que le dijeron?

Mamá-dijo el niño de ojos verde esmeralda- no le dijo nada papá y yo tampoco, solo se fue...ya podemos comer? Tengo hambre...

El albino subió al cuarto del rubio muy molestos, ni siquiera pidió permiso para entrar en esta solo pasó y se sentó en la orilla de la cama- hola...no quieres comer?-aquel niño no le respondía, solo se quedó viendo un punto fijo en la pared como anteriormente lo hacia en su otra casa, tal ves si demostraba portarse bien lo aceptarán.

Escucha... Puedes sentirte en casa, soy tu nueva familia, entiendo que tengas miedo pero si no quieres comer abajo...comeré aquí contigo, si no te molesta claro.

Podría comer aquí conmigo?-dijo con los ojos llorosos, esos hermosos ojos azules como zafiros, me dolía verlo llorar de esa manera, un ángel como el no debía sufrir de esa forma-

Claro que comeré contigo...no te dejaré solo, es más, si quieres puedo ser tu amigo; así podríamos tenernos confianza y conversar juntos.

Mmm si, sin quiero que sea mi amigo- dijo el niño ya sin lágrimas en sus ojos, tenía una bella sonrisa- por cierto, soy mikaela hyakuya...

Mikaela...lindo nombre , puedes llamarme shinya si quieres

Me gusta más mami shinya, es adorable...

Horas más tarde:

Estar con shinya era increíble, era muy tierno conmigo, comimos juntos, jugamos, me hizo galletitas, el era muy lindo, podría decirse que es el mejor padre o madre del mundo, en este momento estaba en mi habitación, me arropó con las mantas de la cama y empezó a leerme un cuento, antes de leerlo me contaba que a yuu, su hijo, no le gustaba los cuentos y pues yo le dije que me gustaría escuchar uno y así fue.

Tal ves mi vida mejoraría con el, mi primer amigo.

Un Día NormalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora