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PENÚLTIMO CAPÍTULO

PENÚLTIMO CAPÍTULO

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8 de enero, 2018

—Hola.

Utilizo el gesto más serio que poseo con la intención de que entienda que quiero ser seria con todo esto.

—Hola, linda —sonríe descaradamente.

Me cruzo de brazos y me acomodo para mantenerme de pie en el umbral de la puerta de su casa. Hoy me desperté con ganas de resolver todo lo de Zachary porque me está sacando de mis casillas.

—Sé que es impertinente de mi parte aparecerme en tu casa sin avisar, pero estoy cansada de la situación y...

— ¿Qué te parece si vamos a comer? —Interrumpe sin dejar de sonreír— Yo invito.

—Soy capaz de pagar cualquier comida —acomodo mejor mis brazos, gesto que llama su atención. Su sonrisa se agranda cuando baja la mirada a mi pecho. Me aclaro la garganta y sus ojos vuelven los míos, mi gesto se vuelve aún más serio—. Lo único que quiero es hablar contigo.

Suspira con dolor. Veo como si un peso más se alojara en sus hombros y por un momento, la culpa invade mi cuerpo porque él está con tantas cosas y yo vengo a hacerle una escena; sin embargo, la culpa se esfuma al instante pues recuerdo lo frustrada que estoy con esta situación.

—Hablaremos —pronuncia. Sonrío.

Doy media vuelta y camino en dirección a mi auto. Escucho sus pasos detrás de mí hasta que llega a alcanzarme y entrelaza sus dedos con los míos. Me tenso de inmediato pero acepto el gesto.

—Linda, te quiero.

Yo todavía no sé una respuesta a ello.

—Qué bueno —murmuro.

— ¿No vas a decirme que tú también?

Felizmente llegamos a mi carro y suelto su mano para entrar al asiento de conductor. Desbloqueo su asiento y nos ubicamos en el carro.

— ¿A dónde vamos?

—Al lugar donde me digas que me quieres.

—No sé cómo llegar al mundo de los sueños.

Resopla como un niño pequeño.

—Vamos a un restaurante que está cerca; a dos cuadras a la derecha.

—Perfecto.

Conduzco con tranquilidad en un silencio incómodo. ¿Por qué soy así? ¿Por qué estoy malogrando esto con mi actitud del asco?

Llegamos a una cafetería a la que él decía. Busco sitio, estaciono, apago el carro y salgo de él como una autómata. Zack me sigue.

Cuando estamos posicionados en unos asientos cerca a la salida yo pido un helado de vainilla y él una hamburguesa. En esta cafetería tienen de todo.

Cómo me conquista el doctor de mis sueños en 21 semanas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora