¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
11 de diciembre, 2017
— ¿Por qué lloras? —pregunto, preocupada.
—Estuve leyendo un libro buenísimo.
— ¿Y terminó feo?
—Todavía no lo termino pero tal parece que terminará feo —hace un puchero con sus labios y suelta suspiro que podría contagiarte la tristeza.
Me acomodo en la silla a su costado y le doy unas ligeras palmaditas en el hombro en mi débil intento de consolarla.
—Espero que todo salga bien en aquel mundo ficticio de ese libro.
Mi amiga frota sus ojos con sus dedos de manera delicada para no irritarlos pues pareciera que está a punto de llorar, sus mejillas se encuentran sonrojadas y su nariz me causa gracia ya que está roja. Me gustaría molestarla con la canción de Rodolfo el reno.
—Yo también lo deseo.
—Ahora, si apartamos ese mundo irreal que te gusta... ¿Cómo va tu vida?
Ella asiente con la cabeza mientras mueve el celular para no prestarle atención, se toma unos segundos con la intención de retomar la compostura, luego logra su cometido y se gira a observarme con una gran sonrisa.
—Bueno, estoy de vacaciones y descansando. Estoy planeando una sorpresa para Joaquín por su graduación, al igual que creo que haremos una reunión por la de Renato, sin embargo, Eduardo está desaparecido.
— ¿Está desaparecido? Pensé que me odiaba y por eso no me hablaba.
—Gracias. Sé que soy muy linda y dulce —me burlo de ella.
Mi amiga ríe y pese a la sonrisa en su rostro puedo notar que hay una preocupación en ella
— Podemos ir a buscar a Eduardo —sugiero.
—Sería una buena idea, ¿no? Pero tengo miedo de que nos aleje, su forma de ser tan misteriosa me está volviendo loca.
—Ya lo encontraremos —intento darle ánimos. Yo también estoy preocupado, sin embargo, si nuestro amigo necesita ayuda siempre estaremos aquí para ayudarle.
—Me imagino que aparecerá, ahora déjame contarte sobre esa historia que estaba leyendo.
—Con tal que no me deprimas estamos bien.
Me gusta escucharla hablar sobre libros porque es algo que le apasiona. Cuando yo tengo que contar algo de psicología o de medicina ella me escucha atenta a cada palabra que menciono. Psicológicamente hablando, uno necesita apoyo con lo que ama, siempre va a necesitar que una persona le dé ese empujoncito para que se sienta bien consigo mismo haciendo lo que tanto quiere.