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27 de noviembre, 2017

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27 de noviembre, 2017

Me encuentro recostada en mi cama en una posición que me resulta cómoda para leer, pese a que prefiero estar en mi escritorio no puedo ya que no he llegado a ordenarlo. Es de esta manera que intento concentrarme en la lectura junto con los apuntes para la clase de mañana.

—Hola, primita —Melissa abrió la puerta de mi habitación repentinamente sobresaltándome.

—Hola, Meli —finjo una sonrisa. Ella sonríe mostrándome su perfecta dentadura y comienza a golpear con sus dedos la pared de mi cuarto.

— ¡Tengo noticias! —Chilla, emocionada— Hay una fiesta.

—Es día de semana —digo como la pincha globos que puedo ser.

— ¿Y? —Entrecierra sus ojos— Eso no impide que haya fiesta.

—No voy a ir —niego con la cabeza y vuelvo a prestar atención a mis apuntes.

—Eso mismo te iba a decir —me señala. Su emoción aun no desaparece de su voz—. Vamos.

—No —bajo la mirada a mis apuntes.

— ¿Por qué? —pregunta, afligida.

A Melissa le gusta mucho ir a fiestas. Realmente ama las fiestas; y por eso, por un tiempo tuvo algo con Renato y las fiestas.

—Es día de semana y mañana tengo clases.

—Vamos solo un rato —me pidió.

—No —la mirada la tenía fija en mis apuntes pese a que no estaba leyéndolos.

Ella caminó hacia donde estaba recostada y se sentó en el pequeño espacio que quedaba vacío.

—Vamos —me dio una palmadita en el hombro—. Así te olvidas del chico.

— ¿Qué chico? —volteé a mirarla.

—Ese chico lindo de las rosas— Zachary—. Sé que ha pasado algo y por eso tu humor está insoportable; así que vamos.

Volví la mirada a mi lectura para que Melissa note que estoy hablando en serio y no estoy interesada en esa fiesta.

—Pues no.

Nos quedamos calladas. Yo no tenía intención de hablar y sabía que mi prima estaba maquinando alguna idea en su cabeza para que yo asista a esa fiesta. Tendré que ser fuerte.

—Vas a ir, Leslie —sonó amenazante. Se puso de pie y caminó a paso rápido hacia la puerta.

—No, no iré, Melissa.

Sonrió antes de salir de mi habitación y yo ignoré su amenaza. Me concentré en continuar con la lectura sobre el proceso del lenguaje humano.

***

Cinco horas después estoy siendo chófer mi prima llevándola a esa tonta fiesta. Como sé que Melissa tiene un poder de convencimiento de envidia he venido con buzo a dejarla, hasta me puse chanclas con la intención de que no me quedará a una fiesta de esa manera.

Cómo me conquista el doctor de mis sueños en 21 semanas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora