Yuri se sentía feliz al haber pasado su celo, su vida iba de lo normal a lo común y eso estaba bien ya que no había motivo para alterarse aún mantenía la chaqueta intacta dentro de su habitación en un gancho cerca del armario como si fuera un pequeño altar ante el alfa que había robado su pureza a la difícil edad de 18 años.
Si bien no podía salir de casa por ser un omega sin dueño o pareja era feliz, no era tratado como mascota como la mayoría de los de su clase. Iba y venia como le diera la gana por la mansión, a veces permanecía en su habitación y otras iba al patio trasero a ver los arboles frondosos, tupidos y verdes que se mostraban orgullosos, era como tener un mini bosque personal. Había un estanque que en invierno se congelaba para que Viktor pudiera practicar y alrededor de este había bancos de madera de roble para que los invitados vieran al gran ruso hacer sus coreografías. El patio también tenia una pequeña cabaña, columpios, una mesa para días de campo y un pequeño sauna. Por el otro lado el partido de enfrente solo eran 500 metros de un camino de grava que llevaba a la entrada y a los costados de este más árboles.
Un día, posiblemente a finales de mes mientras que el gatito de la casa Nikiforov paseaba por el patio de atrás, cerca del estanque se detuvo al sentir una cantidad exagerada de saliva en su boca y eso solo indicaba una cosa... Vomitaría.
Así fue, vomito sobre sus zapatos lo que había desayunado esa mañana dejándole un horrible sabor de boca y una extraña sensación en la nariz que posiblemente sería vomito desviado hasta su cavidad nasal. Se limpio los restos que quedaban en la comisura de sus labios y volvió a la casa para cambiarse los zapatos.
—Yuuri —saludo el rubio al entrar.
—¿Qué es ese olor? —el omega mayor arrugo la nariz al percibir el desagradable olor de comida devuelta.
—Vomite un poco allá atrás —dijo Yuri quitándose los zapatos y dejándolos fuera.
—¿Vomitaste? ¿Te sientes mal? ¿Te duele algo? —el mayor se preocupó y fue corriendo a revisar al pequeño.
—Estoy bien. Solo fue un poco de vomito matutino.
—Eso no es nada normal ya que no tienes fiebre ni nada... ¿Te has sentido mareado?
—Solo por las mañanas —dijo Yuri sin preocuparse elevando los hombros.
—¿Por las mañanas? ¿Es la primera vez que vomitas?
—Ayer también pero me dio tiempo de llegar al baño.
—Voy a ir a la farmacia y A ti te quiero en tu habitación ¡AHORA! —el rubio estaba sorprendido por la reacción del mayor así que decidió obedecerlo antes de que le volviera a levantar la voz, le parecía estúpido que le gritara cuando ya era mayor de edad.
Yuri subió a su habitación cubierto de duda y con las palabras del mayor florando frente a sus ojos.
Quince minutos pasaron en lo que volvió Yuuri con una bolsa y la lanzo a la cama del rubio.
ESTÁS LEYENDO
Amor en nueve meses. (Omegaverse)
FanfictionCuando el Omega Yuri Plisetsky durante su celo llama la atención de un Alfa cuyo apareamiento fue inevitable el Omega se entera de que esta en cinta pero el Alfa desapareció después de ese día así que el pequeño Yuri se dedica a buscar a ese superio...