Otabek no dijo nada y siguió leyendo los papeles que tenía en el escritorio.
—¿Acaso no me escuchaste? Estoy en cinta y es tuyo —dijo Yuri avanzando hasta el escrito del alfa para recargarse en él.
—Felicidades por el embarazo —dijo el alfa sin despegar los ojos de las hojas, el rubio estaba indignado, sabía que Otabek estaba fingiendo demencia.
—¡Es tu bebé! —gritó Yuri mientras golpeaba con los puños el escritorio del superior.
—¿Cómo sabes que es mío? —preguntó Otabek sin inmutarse, pasó página dedicándole un vistazo rápido al chico frente a él.
La pregunta había ofendido al omega quien se llevó una mano al pecho y abrió la boca por la sorpresa. ¿Cómo se atrevía a cuestionar eso? ¿Cómo podía ser tan antipático?
—¿Cómo puedes preguntar algo así? —chilló Yuri. —¿Acaso no tienes sentimientos?
—Te he felicitado por estar en cinta ¿O no? —Otabek tomó un bolígrafo y firmó los papeles. —Deberías irte ya que no tienes nada más que hacer aquí.
—Vas a ser padre y no te importa —el omega estaba al borde de las lágrimas por la indiferencia del alfa. Se sentía impotente y más como un tonto. La vida no era tan fácil como Viktor le había hecho creer.
—Mira —el alfa miró a Yuri dejando de lado los papeles. —No se si realmente estas en cinta y si es así tampoco se si es mío además ¿Qué esperas viniendo y diciéndome eso?
¿No era obvio lo que quería? Esperaba que lo aceptara con los brazos abiertos y formarán una familia.
— ¿Crees que voy a aceptar tener un hijo con alguien como tú? No eres más que una mascota —Otabek junto las yemas de sus dedos sobre su regazo. —No formaría una familia contigo.
Las palabras destrozaron al omega, sus lágrimas caían silenciosamente sobre sus mejillas, su cara estaba roja y quería desaparecer en ese momento. Quería que al alfa que se entregara por primera vez fuera su pareja por lo que quedaba de su vida pero al estar parado frente a Otabek se dio cuenta que los deseos de los omegas no se cumplían.
Los caprichos de las personas como él no se cumplían, en cambio tenían que hacer lo imposible para satisfacer los de los alfas.
—No importa si me vez como mascota o un estorbo—sollozó Yuri cuando junto el suficiente valor para que su voz saliera aunque fuera en un susurro —Voy a tener a nuestro hijo y lo vas a amar.
Yuri dio media vuelta dispuesto a irse cuando la voz de Otabek lo detuvo.
—Si estas tan decidido de que la cosa que llevas en el vientre es mío... —Otabek hablo haciendo que Yuri se detuviera con la puerta entre abierta. — ¿Cuanto tiempo tiene?—era la primera vez que el omega sintió el interés, un real interés por parte del alfa para saber sobre su cachorro.
—Un mes, tenemos un mes de embarazo —dijo Yuri girando sobre sus talones para mirar al alfa y sonreír mientras colocaba una mano en su vientre.
—No se si es mío, no me haré cargo de él hasta saber que tiene mi sangre pero te advierto una cosa —Yuri se tenso al escuchar esas palabras ya que no significaban algo bueno. —Si es mío y no nace alfa olvídate de que existo, ese cachorro no llevara mi nombre —dijo Otabek y volvió a los papeles.
Yuri estaba por protestar cuando la secretaria personal del señor Altin lo sacó de la oficina para que el alfa atendiera a otras personas.
El omega estaba abrumado, sentía que el mundo le daba vueltas, creía que había logrado convencer a ese alfa que el hijo era suyo y que podían estar juntos pero no era así. Si su bebé no nacía alfa debía olvidarse de Otabek pero eso le parecía imposible no solo porque era el padre del cachorro sino que Yuri había caído en una especie de amor no correspondido ya que al escuchar su voz, sentir su aroma y verlo era lo mejor que le podía pasar aún cuando solo lo trataba mal.
Sin siquiera haberlo notado estaba llorando de nuevo y la secretaria le tendió un pañuelo.
—Gracias —dijo Yuri entre sollozos, quizá era la primera persona que no lo trataba mal en la empresa.
—Por nada —dijo la pelirroja de ojos azules. —El señor Altin puede ser un poco duro con los demás.
—Es bastante duro —rodó los ojos antes de limpiarse la nariz.
—Bueno, no es su culpa. Se imagina tener que estar a cargo de más de cuarenta mil empleados a los 19, debe ser algo pesado —la mujer sonrió.
—Usted es amable conmigo, es la primer persona que es amable conmigo dentro de esta empresa —Yuri agachó la cabeza.
—Creo que debemos ser amables con todos, nunca se sabe de quien puedas necesitar ayuda —dijo la secretaria. —Soy Mila, la secretaria personal del señor Altin.
Fue ella quien le consiguió la cita de diez minutos en tan poco tiempo aunque Otabek tuviera una agenda apretada.
—Gracias por conseguirme la cita.
—En tu voz se escuchaba que la necesitabas más que los demás —Mila sonrió y Yuri fue al elevador para salir del edificio.
Aún no sabia que le tenía deparado el destino ni el tiempo pero no se daría por vencido con Otabek ni aunque su hijo no fuera un alfa, haría que el superior aceptara a su hijo tal y como fuese pero para ello tendría menos tiempo del que durara su embarazo y lo ocultaría tanto como fuera posible de Viktor aun si eso lo condenaba a tratarlo como su padre y a ser extra empalagoso con él.
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Amor en nueve meses. (Omegaverse)
FanfictionCuando el Omega Yuri Plisetsky durante su celo llama la atención de un Alfa cuyo apareamiento fue inevitable el Omega se entera de que esta en cinta pero el Alfa desapareció después de ese día así que el pequeño Yuri se dedica a buscar a ese superio...