Cuando el Omega Yuri Plisetsky durante su celo llama la atención de un Alfa cuyo apareamiento fue inevitable el Omega se entera de que esta en cinta pero el Alfa desapareció después de ese día así que el pequeño Yuri se dedica a buscar a ese superio...
Viktor tenia la sangre de Otabek en su ropa y puño pero no le molestaba parecer asesino si era para defender a su gatito del cualquier imbécil pero nunca pensó que llegaría a tal extremo.
Caminaba por la calle con las miradas de los demás sobre él y era algo normal, ver a una persona como Viktor cubierta de sangre daría mucho de que hablar así que paro un taxi... No era cualquier taxi era el de Chris.
—Vaya estas cubierto de sangre, estoy seguro de que nadie te hubiera dejado subir —dijo Chris cuando el peliplateado subió a su taxi. — ¿A quien has matado?
—No he matado a nadie... aún —dijo Viktor irritado. —Llevame a la mansión Nikiforov.
—Vaya, he llevado a un chico ahí muchas veces.
—¿Un chico? ¿Qué chico?
—Afeminado, rubio y embarazado —describió Chris.
— ¡Ese es mi Yuri! —dijo Viktor.
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—Tengo que ir a ver a Beka —dijo Yuri en la entrada de la mansión.
—No puedes ir, Viktor enloquecería y no sabes de lo que es capaz. No debes ir —dijo Yuuri cruzando sus brazos y poniéndose frente a la puerta.
—Iré, así que muévete —Yuri aparto al omega mayor de la puerta y este no pudo evitarlo, no quería hacer enojar al gatito y menos por su embarazo, él era mas tranquilo. —Dile a Viktor que me quede dormido después de llorar.
De esta forma el omega rubio salio de la mansión al tiempo que Viktor volvía, no se toparían y el alfa peliplateado no se enteraría del pequeño escape pero Yuri hablaría con Otabek, el lobo alfa de cara destruida.
Cuando Yuri llego a la empresa vio a todos murmurando y mirándolo, señalando y juzgando... siguio caminando hasta subir al elevador y quedarse solo ¿Que rayos había pasado? ¿Porque todos estaban tan raros? el elevador se abrió y camino hasta la oficina de Otabek.
— ¿Que ha pasado, Mila? —preguntó el rubio.
—Lo mejor sera que hables con el señor Altin.
Yuri entro a la oficina y lo primero que vio fue que el alfa no estaba en su asiento como siempre para luego ver el charco de sangre en el suelo y se cubrió la boca con sus manos... eso estaba mal, muy mal.
— ¿Beka? —gritó pero no tuvo respuesta. — ¿Beka, donde estas? —un momento después se abrió una puerta del otro lado de donde estaba la sala de juntas y ahí apareció Otabek con una toalla en la nariz. — ¡BEKA! —el omega corrió para ver al alfa. — ¿Que te paso?
—Viktor vino y tuvimos una charla que escaló a lo físico —dijo el lobo moviendo la tolla cubierta de sangre de su rostro.
—Te ha destruido la cara —Yuri acercó su mano a la cara de Otabek y este la alejó. —Déjame tocarte.
—Vete, Yuri...
—Beka... —susurró el omega y esta vez tocó el rostro del mayor. —No quería que esto pasara.
—No importa, me lo merezco —acarició el cabello del menor y un pequeño vistazo de su omega anterior vio reflejado en Yuri, se aparto de golpe. —Vete, te he golpeado.
—Se que no era tu intención, entiendo que tienes que atender tus negocios ademas supe soportar el dolor.
—Fue solo una cachetada... y no debió doler tanto ya que no use toda mi fuerza.
—Eso dices porque tu no fuiste el golpeado —Yuri sobo su mejilla al recordar el ardor que se había ido. —Nunca me había golpeado.
—Es porque eres un omega mimado —dijo Otabek y otro recuerdo del omega muerto volvió, esta vez cuando alguna vez le compro su propia cama. Sacudió la cabeza para despejarse. —Vete, Yuri.
