Otabek atendía negocios todo el día, desde el amanecer hasta media noche, si tenia suerte salía a las diez pero desde que el omega de nombre Yuri llegó a su vida estaba menos concentrado y trabajaba menos horas para él eso estaba bien, era joven y quedarse sin horas de sueño afectaría su salud aún si era un alfa.
Ese lunes empezó como cualquier otro día de trabajo, cada inició de semana se reunía con los demás empresarios que proporcionaban algún servicio a la ciudad. Charlaban sobre las próximas reuniones y sobre que se debería de mejorar pero Otabek no estaba del todo atento, tenia en sus manos la fotografía del ultrasonido y la miraba por debajo de la mesa de juntas que se encontraba dentro de su oficina pero en otra habitación.
— ¿Señor Altin? —le llamo un alfa a su derecha, era el dueño de la empresa que proporcionaba agua potable a la ciudad, era un hombre mayor tal vez de cuarenta años, un poco gordo y calvo, usaba anteojos y siempre usaba trajes caros. — ¿Esta escuchando?
Otabek dejó de mirar la fotografía para ver al hombre pero antes de que le contestara sintió el olor de Yuri fuera de su oficina.
—Disculpen —se levantó de su asiento y corrió fuera de su oficina topándose al pequeño omega frente a él. —Hola —saludo el alfa cuando recobró la compostura —Tu olor...
—Claro, le resulta desagradable —Yuri agacho la cabeza —Quiero mostrarte algo —el rubio se acercó al alfa y este retrocedió.
—Aléjate —dijo Otabek levantando las manos.
—Tienes que verlo —el rubio tomó el borde de su camiseta y la levantó lo suficiente para que su vientre fuera descubierto —Se empieza a abultar.
El alfa no dijo nada pero se acercó para ver mejor y para él no estaba sólo un poco abultado sino bastante, había visto al omega desnudo y lo recordaba delgado, mucho más delgado. Acercó su mano derecha para tocar el vientre de Yuri y cuando su mano hizo contacto con la piel del omega sonrió para luego colocar la otra mano.
Sentir la calidez del vientre del omega y como su estomago estaba abultado le hizo feliz de alguna forma, saber que Yuri portaba vida en su vientre era algo que ni en mil años hubiera imaginado y mucho menos que era un 101% que ese cachorro era suyo, eso tampoco lo imagino, todas las demás personas con las que estuvo usaron los supresores para que no quedaran en cinta ya que él no estaba listo para eso, no estaba preparado para ser padre pero aun así investigo el desarrollo del vientre en Internet y este no cuadraba con el omega.
—Esta demasiado abultado para tu tiempo ¿No? —preguntó el alfa levantando la mirada al rostro del omega. Le preocupo por un momento que el embarazo no fuera de forma adecuada y que estuviera en riesgo la vida del cachorro y del mismo Yuri.
—La doctora dijo que se estaba desarrollando bien —el omega bajo su camiseta y Otabek quitó sus manos del cuerpo del menor y sintió nostalgia al dejar el cuerpo del Yuri. Le gustaba sentir la tersa piel del rubio, quería grabarse esa sensación.
—Ya veo —Otabek se enderezó y acomodó el sacó. —Sí es todo retírate, a mis socios no les gustara que estés por aquí —fue lo que dijo antes de volver a su oficina.
Dentro de su oficina volvió a su asiento en la junta y fingió escuchar lo que los demás decían, podía sentir por el olor que Yuri seguía afuera pero no saldría de nuevo, no podía permitirse dejar la junta a la mitad así que espero a que los socios se fueran uno a uno para volver a ver al omega.
— ¿Porqué sigues aquí? —preguntó Otabek al mirar al omega sentado a lado de su secretaria personal. — ¡Contesta! —¿Cómo podía estar tan cerca de otro alfa? ¿Cómo podía estar tan cómodo con alguien que no era él? Intento calmarse y lo logró al ver que Mila miraba a otro lado al notar su presencia aunque ambos fueran alfas Otabek tenía mayor posición social.
—Quería verte sonreír de nuevo, sonreíste al tocar mi vientre —dijo Yuri levantándose y caminando frente al alfa, este se mantuvo aunque moría por rodar los ojos.
—Ya. ¿Quieres entrar a la oficina o no? —preguntó Otabek señalando las puertas de su oficina.
—Si, si quiero —el omega estaba tan emocionado que se abalanzó sobre el alfa y este lo detuvo colocando una mano en su hombro. ¿Cómo podía lanzase sobre él? Estaba bien que estuviera emocionado pero no era para tanto, invitar a alguien a pasar a algún lugar para hablar era demostrar que tuviste una buena educación.
—De acuerdo, pasa.
Ambos entraron a la oficina, Otabek miró por el ventanal y Yuri se sentó en una de las sillas que estaban frente al escritorio. La vista era hermosa, se podía ver todo lo que estaba al rededor del centro, se sentía el dueño del mundo y en parte lo era. Era el dueño del mundo de Yuri y su próximo cachorro.
—La sonrisa fue un espasmo corporal, solo fue eso —dijo Otabek después de minutos de silencio, mintió, le mintió al pequeño y se mintió a si mismo.
—Tengo lista una habitación para el bebé —dijo Yuri jugando con los dedos y provocando que el superior lo mirara. —Esta a lado de mi habitación así que podré cuidar bien de él, no debes preocuparte por eso.
Otabek no tardo nada en procesar esa información pero ¿Cómo era posible? era un simple omega ¿Cómo podría pagar por una habitación completa?
— ¿Ya tienes una habitación? ¿Como lo pagaste? ¿Vendiendo amor? ¿Robando autos? ¿Nadando con vagabundos? —Otabek se sentó en su silla evitando ver al chico, sí lo hacía se creía capaz de hacerlo el resto del día. — ¿Quién lo pago?
—Viktor pero él no lo sabe —el alfa se levantó al escuchar eso y fue hasta el omega. ¿Viktor? ¿El calvo mayor? ¿El estúpido de Viktor Nikiforov? ¿El idiota que detestaba? ¿Cómo se le ocurría permitir que le comprara algo? Tenía a su omega y ahora iba por el suyo, nadie tocaría lo que por derecho le correspondía, tomó a ese omega para dañar al peliplateado y ahora resultaba que el dañado era él.
— ¿Cómo que ese viejo pago? —Otabek ya estaba sobre el omega y como este estaba sentado la figura del alfa se veían aún más imponente que antes. —Él debe de ver por su omega y no por el de los demás —gruño, era el gruñido de un alfa a la defensiva.
—Yo... Yuuri fue quien pidió las cosas y pago con el dinero de Viktor —el omega miraba al piso de la oficina, temblando y con los ojos llorosos cosa que le molesto y tensó la mandíbula.
—Ahora resulta que hasta dejas que alguien como tú te cuide —el alfa rodó los ojos y retrocedió. —Vete, vuelve mañana —señaló la puerta mientras que tomaba el puente de su nariz entre sus dedos pulgar e índice.
Yuri salió cerrando la puerta tras de él y Otabek se sentó en su silla. No podía creer que lo pusiera tan mal ver a ese omega, llevaba una vida excelente pero en cuanto aparecía el aroma de Yuri todo se descontrolaba, dejaba lo que estaba haciendo por ver aunque fuera un momento a ese omega y su vientre abultado pero ese mismo omega era quien lo desesperaba por sus estúpidas acciones y por estar embarazado, le jodía saber que Yuri fue tan idiota como para no notar que estaba en cinta hasta que ya tenia un mes de embarazo.
Y le jodía más no ser capaz de reconocerlo.
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Amor en nueve meses. (Omegaverse)
FanfictionCuando el Omega Yuri Plisetsky durante su celo llama la atención de un Alfa cuyo apareamiento fue inevitable el Omega se entera de que esta en cinta pero el Alfa desapareció después de ese día así que el pequeño Yuri se dedica a buscar a ese superio...