Otabek había sido criado para heredar la empresa de su padre, fue un niño mimado toda su vida...
Desde que antes de que naciera su destino fue forjado por sus padres, ambos alfas en espera de que él también lo fuera. Habían tenido cachorros antes pero ninguno fue alfa así que tuvieron un destino muy diferente al de Otabek.
Sus padres no lo criaron del todo,lo dejaron hacer todo lo que quisiera. Le gritaba a sus nanas y las despedía, comía lo que quería cuando quería sino despedía al chef, todo era como él quería y sino tenia consecuencias desde golpes a ser despedidos, un niño rico y mimado.
Sus padres compraron un omega cuando el tenia 16 y esto fue lo que paso en ese entonces:
—Beka, amor —llamó su madre al entrar a su mansión. —Te he comprado algo.Otabek no tardo en bajar de su habitación para ver que le había traído esta vez su madre. Ya le había dado un caballo, su propia pista de hielo e incluso un helicóptero, la familia más rica de la ciudad se podía dar ciertos gustos.
— ¿Qué trajiste madre? —preguntó el pequeño Otabek cuando ya estaba frente a su madre.
—Es un pequeño regalo para que dejes de ser tan irresponsable —su madre le tendió una caja grande, demasiado grande posiblemente del tamaño del niño. —Ábrelo.
Otabek abrió la caja emocionado pero esa emoción desapareció en un instante al ver lo que había adentre... un omega. Era un omega de la edad del joven, delgado, castaño y de ojos color ámbar, no tuvo ninguna reacción al ver al alfa, solo lo veía con sus grandes ojos.
— ¿Que es esto? —pregunto Otabek señalando la caja. — ¿Porque me das eso?
—Es una mascota, deberás cuidarla, alimentarla y protegerla —dijo su madre ayudando al omega a salir de la caja. —Tiene tu edad y lo hemos tomado de una tienda que entrena a los omegas para ser las mejores mascotas que hay. Le dices que haga algo y lo hará.
—De acuerdo —dijo Otabek aceptando el ridículo regalo de su madre, ya tenía al caballo. ¿Para que quería a un omega? —Sígueme.
Otabek volvió a subir a su habitación seguido del omega que observaba la mansión con curiosidad, era la primera vez que salia de la tienda y se encontraba en un lugar tan grande pero eso no le importaba al alfa.
—No hagas ruido y siéntate —ordeno el alfa cuando entraron a su habitación y el omega obedeció sentándose, eso le sorprendió las personas le obedecían pero no de inmediato como lo había hecho ese omega. —Levántate —y eso hizo el omega. —Vuelve a sentarte.
Se la paso un tiempo haciendo que el omega se sentara y levantara hasta que se canso de hablar, le gustaba el control que tenia sobre esa criatura y aun mas porque no se oponía a lo que ordenaba pero esa felicidad al ordenar no duro mucho, el omega enfermo al no descansar por acatar las ordenes del alfa pero nunca se quejo.
— ¿Porque estas así? —cuestiono Otabek de 17 años al omega que estaba acostado en su alfombra. —Contesta.
—No es nada —dijo el omega. A Otabek le costo meses entender que los mejores omegas eran los de la clase de perros ya que eran los mas fieles. -Solo estoy un poco cansado.
Pero era mentira. El omega no solo estaba cansado sino desnutrido y tenia la esperanza destrozada por culpa del alfa que le ponía hacer toda clase de castigos como mantenerse fuera de casa durante días sin comer porque tardaba en hacer alguna tarea pero el omega nunca se quejo, le gustaba la compañía de Otabek ya que era cálido y protector de alguna forma, era un lobo digno de ser el alfa de una manada... de forma extraña.
Esa misma tarde el omega cerraría los ojos para siempre y Otabek no se separo de su lado, le acaricio el cabello y le dijo que había sido un gran omega durante el tiempo que estuvieron juntos y que agradecía cada momento de su compañía... el omega no respondía pero al alfa le bastaba con ver su lenta respiración que lentamente iba mas despacio y en algún momento se detuvo pero antes de eso junto la poca fuerza que le restaba para susurrar un "Gracias." que destruyo un poco de Otabek, le había tomada cariño aunque lo maltrataba y su muerte fue un golpe duro, fue el único que le obedeció durante tanto tiempo y no lo abandono... no encontraría a un omega igual al que perdió y nunca puso nombre. El recuerdo de ese omega permanecería toda su vida...
—Así que, el omega murió —dijo su madre cuando encontró a Otabek abrazando el cuerpo del omega. —No se puede hacer nada al respecto, quizá era un omega enfermo.
—Él no estaba enfermo, yo lo enferme es mi culpa que este muerto.
—Lo compramos grande para que no pasara esto, demandare a la compañía —su madre estaba por salir de la habitación cuando Otabek la detuvo.
—No lo hagas, no es culpa de la compañía... además quiero un funeral para mi omega.
Su madre escucho la petición pero no haría un funeral para una criatura tan insignificante como un omega así que Otabek tomo el cuerpo y lo cargo hasta el patio trasero donde él solo cabo un hoyo en la tierra y coloco el cuerpo inerte de la criatura, la enterró y lloro por su muerte. Pasar por eso solo debía ser una tortura y el alfa se quedo a lado de esa tumba toda una semana intentando ocultar su dolor o que alguien comprendiera como se sentía pero ninguna de las cosas paso, las nanas le llevaban comida y comía, le llevaron una cobija para pasar las noches ya que ninguna se atrevía a decirle que debía volver a casa por miedo a ser despedido pero Otabek no haría algo así, no volvió a despedir o gritar y cuando eso paso los empleados de la casa empezaron a obedecer mas y trabajar sin miedo, se convirtió en un verdadero alfa y heredo la empresa de la familia cuando su padre se tomo un descanso.
Dirigía la empresa donde mas de cuatro mil personas laboraban y no le había gritado a ninguna ni despedido pero siempre estaba dando ordenes y mantenía un semblante serio, era un buen líder e imponía respeto pero las cosas cambiaron cuando Yuri llego a su vida y olvido a su antiguo omega mascota volviendo a gritar y golpear... Yuri se estaba convirtiendo en el antiguo omega del señor Otabek Altin.
ESTÁS LEYENDO
Amor en nueve meses. (Omegaverse)
FanficCuando el Omega Yuri Plisetsky durante su celo llama la atención de un Alfa cuyo apareamiento fue inevitable el Omega se entera de que esta en cinta pero el Alfa desapareció después de ese día así que el pequeño Yuri se dedica a buscar a ese superio...