Cuando el Omega Yuri Plisetsky durante su celo llama la atención de un Alfa cuyo apareamiento fue inevitable el Omega se entera de que esta en cinta pero el Alfa desapareció después de ese día así que el pequeño Yuri se dedica a buscar a ese superio...
El lunes volvió a llegar y Yuri estaba en el desayunador junto con Yuuri conversando sobre como cambiar un pañal, un tema normal para su estado actual, Viktor llegó mucho más temprano de lo normal a casa.
— ¡Hola pequeños! —saludó al entrar a la casa pero ninguno de los dos omegas notó su presencia así que decidió darles un susto de muerte ocultándose mientras se acercaba a ellos.
— ¿Has vuelto al médico? —preguntó Yuuri deteniendo su camino a la cocina.
— ¿Para qué? — preguntó el rubio metiéndose una uva a la boca.
— Para ver como va tu embarazo —rodó los ojos casi con incredulidad, el rubio no podía ser tan descuidado.
¿Qué? ¿Yuuri dijo embarazo? ¿No era su embarazo? ¿Qué estaba pasando?
—Mi embarazo va bien, sólo fui para ver si realmente estaba en cinta —contestó Yuri.
Viktor estaba procesando la información, debía unir piezas pero no tenía ninguna. ¿En qué momento paso eso? No tenía sentido, siempre cuido de su gatito para que ninguna persona estuviera cerca de él.
Los minutos pasaban pero seguía sin comprender que había pasado o como había pasado... Nonono sabia muy bien como paso pero no cuando, las dudas se apartaron dando lugar a algo parecido al enojo aunque podía ser más decepción. Saltó de su escondite y gritó.
— ¡¿COMO QUE ESTAS EN CINTA?! —los omegas se miraron asustados, no esperaban que Viktor se enterara y mucho menos de esa forma. El alfa estaba rojo y respiraba rápidamente, como si estuviera por atacar.
—Viktor deberías calmarte —dijo su omega parándose entre Yuri y el alfa que tenía la sangre hirviendo.
— ¡¿QUIEN CHINGADOS FUE?! — Viktor seguía gritando ignorando totalmente a Yuuri, ahora sólo le importaba saber el nombre de quien profano a su pequeño gatito, a su bebé, a su tesoro. —SINO ME DICES LO RASTREARE POR EL OLOR Y LO MATARE, LE CORTARE ESE PEDAZO DE CARNE QUE TIENE COLGADO.
—Viktor —Yuri hablo, era el único que debía hablar y calmar al alfa, lo que dijera daría paso a las acciones del alfa de la casa. —Viktor, escúchame. Nadie se aprovechó de mi, yo lo permití.
—NO TIENES EDAD PARA ESO —lo apuntó con el dedo, era mayor de edad, sí que tenía edad para hacerlo.
—Deja de gritar va a hacerle daño a los bebés —y con eso Viktor volvió a su color habitual y a respirar con normalidad —Gracias.
—Por favor dime ¿Quién fue? —pidió el alfa apartando a Yuuri y dándole una sonrisa. — ¿Quién?
—No debes matarlo, él es un buen hombre.
—Dime de una vez o realmente lo mataré y le cortare sus partes íntimas —advirtió el peliplateado y Yuri sabía que hablaba en serio más con la forma en la que su mirada se agudizo.
—Fue Otabek Altin —dijo Yuri y al segundo que término la frase Viktor salio de casa sin decir otra palabra.
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Otabek estaba sentado esperando la llegada de Yuri con noticias sobre el embarazo pero en lugar del olor del omega sintió el olor que más detestaba en el mundo... Viktor.
Viktor entró de golpe a la oficina seguido por la secretaria Mila quien al parecer intentoódetenerlo.
—Señor le pedí que no entrará —dijo Mila señalando al mayor.
—No te preocupes, Mila. Quería hablar con él de todas formas —dijo Otabek y la alfa salió cerrando las puertas. —Hola, Viktor.
—MI BEBÉ ESTA EN CINTA —fue lo que salió de la boca de Viktor. — ¡¡EMBARAZASTE A YURI!!
— ¿Acaso no lo sabías? —preguntó Otabek sin moverse de su asiento. —A mi también me tomó por sorpresa y me molesto pero lo que más me molesta es que tú, le compraras cosas al omega que me pertenece.
— ¡YURI NO TE PERTENECE, MALDITO BASTARDO!
— ¡DEJA DE GRITAR! —gritó Otabek. —Me irrita —suspiró.
Viktor volvió a la tranquilidad, respiro profundo y soltó el aire lentamente.
—Debes hacerte cargo de tú hijo —pidió Viktor tomando asiento frente a Otabek.
—No se si es mi hijo y hasta que lo sepa me haré cargo, no antes.
—Yuri no merece esto, esta en cinta todo lo que hagas o no hagas le afecta... Te mataría si mi niño no me hubiera pedido lo contrario pero te advierto que si lo lastimas de cualquier forma te mataré, juro que te mataré.
—Lo entiendo, Viktor. No le va a pasar nada de nada.
Y así un pacto de palabra se había formado. Viktor mataría a Otabek si algo le pasaba a su gatito y Otabek dijo que nada le pasaría a Yuri esa promesa no duraría mucho tiempo y todo quedaría de cabeza en un abrir u cerrar de ojos.
