Dos meses más de espera y Yuri tendría a su cachorro en manos, el tiempo había pasado demasiado rápido para él y aunque el proceso fue lento la felicidad de tener a Bolita seria eterna, su cachorro no deseado tendría un hogar y una madre... No estaba seguro de que pasaría con Otabek.
Un día normal en la mansión Nikiforov. Viktor estaba consintiendo a Yuuri, dándole mimos, besos, cariño cuando tocaron la puerta, el alfa se levanto para abrir y se topo con Otabek Altin con un ramo de girasoles, vestido de traje y peinado con demasiado gel.
— ¿Qué rayos haces aquí? —preguntó el peliplateado.
—Vine a buscar a Yuri.
—Mira nada más —Viktor levanto las cejas. —Hasta que decides aparecer después de un mes. No, gatito no te necesita.
—Vamos, Viktor. Dejame verlo —Otabek guiñó un ojo.
—Tus sucios coqueteos no funcionan conmigo —el alfa de la casa cerro la puerta en la cara del otro y este volvió a tocar para que el peliplateado abriera una vez más.
—Viktor, dejame ver a Yuri.
—No —cerro la puerta y camino de vuelta a lado de su omega.
— ¿Quién era? —pregunto Yuuri acariciando su vientre.
—Oh, no era nadie —tocaron el timbre una vez más. —Nadie.
—Yo iré —rió el omega y con dificultad se levanto del sofá para abrir la puerta y ver a Otabek. —Oh, ahora entiendo porque Viktor no abrió.
—Hola, Yuuri. ¿Puedo ver a Yuri?
—Estas muy elegante para una visita casual. ¿Qué planeas?
—Ya lo veras.
Yuuri se hizo a un lado para que pasara y dejar a un Viktor perplejo con la boca abierta.
Otabek subió pero no encontró a Yuri así que volvió al recibidor y fue cuando vio al pequeño rubio vistiendo una bata azul que se ajustaba a su vientre abultado, tan abultado que si él bajaba la vista no podría ver sus pies.
—Yuri... —murmuro el alfa y camino hasta él para luego abrazarlo. —Oh, Yuri.
—Beka... —el omega escondió su rostro en el pecho del alfa inhalando su olor, ese olor que le tranquilizaba.
—Yuri —el alfa se separó. —Yuri, lamento hacer esto hasta ahora pero... —se arrodillo frente al rubio que se quedó sin respirar. — ¿Te casarías conmigo?
Nadie dijo nada, nadie respiro, nadie parpadeo, la respuesta que daría Yuri cambiaría todo en un futuro, cambiaría el futuro de Bolita y el suyo.
—No —dijo Viktor. —Yuri no se casara contigo, ni siquiera han sido pareja. ¿Cómo planeas casarse?
—Viktor, tampoco fuimos pareja cuando nos casamos —interrumpió Yuuri tomando el brazo de su esposo. —Deja a nuestro pequeño responder por si mismo.
—De acuerdo.
— ¿Te casarías conmigo? —volvió a preguntar el alfa. —Por favor.
—Si —dijo Yuri. —Si, si me casaré contigo.
El alfa soltó el aire que estaba conteniendo, le dio las flores a Yuri y se levantó para besarlo. No se besaban muy seguido así que seguía siendo un gesto extraño para el omega.
Viktor estuvo a punto de golpear a Otabek pero Yuuri lo detuvo, el omega mayor estaba feliz de que su pequeño al fin tuviera pareja, quizá no era una pareja estable pero no podía pedirle peras al olmo.
Cuando Otabek dejo de besar a Yuri lo hizo una y otra vez, llenando de besos su rostro mientras que el rubio no paraba de sonreír.
—Te daré la mejor boda que pueda ver esta ciudad —dijo el alfa.
—La mejor boda fue la mía —dijo Viktor.
Y ahí estaba la competencia interminable entre los alfas, entre los lobos, entre la testosterona.
—Chicos por favor, calma —dijo Yuuri.
Pero aunque pareciera que los alfas estaban calmados esa rivalidad nunca terminaría.
—No se como vestirme para una boda —dijo Yuri.
—No te preocupes, cualquier cosa que decidas vestir estará bien —dijo Otabek. —Será después del nacimiento de bolita.
Tenían boda planeada, testosterona al aire libre, bolita más cerca que nunca y emociones a flor de piel.
ESTÁS LEYENDO
Amor en nueve meses. (Omegaverse)
ФанфикCuando el Omega Yuri Plisetsky durante su celo llama la atención de un Alfa cuyo apareamiento fue inevitable el Omega se entera de que esta en cinta pero el Alfa desapareció después de ese día así que el pequeño Yuri se dedica a buscar a ese superio...