Otabek había golpeado a Yuri y rechazado su afecto lo que llevo al omega a dejarlo, al principio las cosas iban bien para él, volvió a trabajar sin interrupción ni el olor del pequeño rubio pero sentía que le empezaba a al faltar algo en la vida, sentía un vacío en el pecho que necesitaba llenar u olvidar ya que lo estaba dejando sin sueño sin hambre y con dolores de cabeza al intentar saber de que se trataba.
— ¿Que rayos me esta pasando? —se preguntó una tarde, dos semanas después de que Yuri dejara de verlo.
Quizá en ese momento no sabía la respuesta pero la obtendría en algún momento llevándolo a una revelación que no esperará y mucho menos vendrá venir, como cuando mueres, nunca vez venir el momento de tu muerte.
Otabek tenía la cita de matrimonio esa misma tarde y debía asistir ya que el mismo la había organizado, no estaba preparado para el compromiso, nunca tuvo una relación sería y de un día al otro estaba a nada de conocer a una chica con la cual se podría casar, eso se volvería noticia de primera llama y le rompería los pedazos de corazón de Yuri.
Se vistió formalmente, como todos los días y salio al restaurante cerca de la empresa donde había quedado de verse con la chica. Cuando llego eran cinco minutos antes del encuentro y se pregunto el porque nunca llevo a Yuri a comer, al parecer al omega le gustaba la comida y más que eso la amaba y al no le gustaba no la comía, así de simple pero cuando esos dos estaban juntos no tenían conversaciones sanar sino todo lo contrario, se gritaban, se enojaban y al final el omega era el que resultaba herido de alguna forma... le molestaba que fuera así aunque no lo admitiera.
Su cita llego, un chica alta y delgada, de larga cabellera negra, ojos color lila y un olor demasiado dulce que llegaba a molestar las fosas nasales, odiaba el dulce y solo soportaba el pequeño toque dulce de Yuri porque... le llego a tomar afecto al rubio pero eso era algo que tampoco admitiría y mucho menos en esa cita tan importante que tenia.
—Buenas noches —saludó el alfa levantándose al ver a la chica frente a él.
—Buenas noches, señor Altin —la chica tomó asiento y ordenaron la cena, a la mitad de esta la mujer toco el tema del matrimonio. —Señor, respecto al matrimonio.
—No, no vamos a hablar de matrimonio. Esta es una cita para ver si realmente me caso contigo. ¿Qué es lo que tu familia me puede ofrecer?
—Voy a heredar la empresa de mi padre y al final podríamos tener nosotros un heredero...
Otabek dejó de escuchar la oferta que le estaba ofreciendo la mujer al escuchar la palabra "heredero." se acordó de la bolita que Yuri portaba en el vientre, levantó una mano para que la mujer dejara de hablar y luego tomo una vez más la fotografía de bolita y luego volvió a mirar a la mujer.
—No debería —dijo. —Gracias por tu compañía durante esta cena —Otabek se levantó, agradeció por la comida y salió del restaurante para volver a su departamento.
Quizá dejar a la hija de su mejor socio sola durante la cena no era la mejor idea pero no tenía muchas opciones, no podía aceptar un matrimonio cuando tenía a un pequeño creciendo dentro del omega de nombre Yuri y aunque lo tratara mal, sólo él podía soportarlo, soportar sus malos tratos y no se quejaba, le gustaba eso... Le gustaba Yuri.
ESTÁS LEYENDO
Amor en nueve meses. (Omegaverse)
أدب الهواةCuando el Omega Yuri Plisetsky durante su celo llama la atención de un Alfa cuyo apareamiento fue inevitable el Omega se entera de que esta en cinta pero el Alfa desapareció después de ese día así que el pequeño Yuri se dedica a buscar a ese superio...