algunas reglas fueron hechas para romperse (justin bieber y tu)

capitulo 17

—Hay un poco de mierda importante pasando, ¿no es así?— Preguntó Brody cuando nos subimos al camión, ahora con pastillas para el dolor escondidas en el bolsillo de Justin.

 

—Sí, estamos sin electricidad— respondió Justin.

 

Las luces del tablero iluminan el rostro de Justin. Pude ver su malestar. Él siempre estaba tan confiado y arrogante que verlo así me sacudió como nada más podía hacerlo.

 

—¿Vas a estar bien, __(tn)?— Preguntó Brody.

 

—Voy a estar bien— le dije. Si todo lo que me pasaba era unos dedos lesionados y una costilla rota, tuve mucha suerte. Podría haber muerto en ese club.

 

Miré de nuevo a Justin y lo atrapé apretando los dientes. Con más fuerza de la necesaria, lanzo el camión a la carretera y se alejó. En cuestión de minutos, dejamos detrás el distrito del hospital, volviendo a casa.

 

—Entonces, ¿qué está pasando? ¿Qué fue todo eso atrás? —Preguntó Eva, el miedo hacia su voz más aguda.

 

En lugar de responder, Justin se limitó a preguntar —¿Funciona el móvil de alguien?

 

Tanto Eva y Brody cogieron sus teléfonos. –No— dijeron los dos al unísono.

 

Justin se acercó y encendió la radio, pero sólo había silencio. Cambió las emisoras. Nada. Ni siquiera la emisión de emergencia se oía.

 

Las siguientes palabras de Justin nos calmaron a pesar de lo que dijo. –Vamos a hacer las maletas y nos iremos.

 

Mi cabeza todavía latía dolorosamente. ¿Lo he oído bien a él?

 

—¿Empacar? ¿Hacia dónde vamos? —Preguntó Eva, confundida.

 

—¿Dónde vives, Brody?— preguntó Justin, ignorando la pregunta de Eva.

 

—A una milla del lugar de las chicas, pero no estoy dejando a Eva.

 

—Muy bien, vamos a dejarte en tu lugar primero. Coge lo que necesites y sólo lo que cabe en una mochila o bolsa de lona. Luego nos dirigiremos al apartamento y las chicas empacaran sus cosas — dijo Justin, agarrando el volante con fuerza. —.Tenemos que abandonar la ciudad inmediatamente.

 

Yo sostuve mi mano herida contra mi pecho y miré por la ventanilla, tratando de procesar sus palabras. Empecé a notar algo. Había un vacío que parecía malo, era inusual. Las empresas que nos rodeaban estaban a oscuras. Las farolas por encima de nosotros estaban apagadas. No había coches. No hay gente. No hay luces. Esto no es normal.

 

—¿Por qué tenemos que irnos?— Le pregunté, sintiendo miedo.

 

—Cuando el club comenzó a temblar, pensé que era un terremoto. Pero cuando el lugar quedó a oscuras, yo sabía que había algo más — dijo Justin. Hizo una pausa y doblo por la esquina de una calle residencial. —. Cuando vi al avión descender... empecé a pensar que tal vez...