Lo encontré en mi antiguo dormitorio, de pie en el centro de la habitación. Estaba parado con sus pies separados, sus manos en puños a los costados. Su cara estaba apartada de mí, oculta en las sombras de la habitación.
Di unos pasos hacia la oscuridad. El aire era frío, haciendo pequeñas nubes de vapor que salieron de mis labios, pareciendo como nubes de humo que desaparecen rápidamente.
Mis ojos recorrieron la cama, mi viejo escritorio, y los cuadros colgados en las paredes. Eché un vistazo a la ventana que Justin solía tirar piedras para despertarme.
Quería ser esa chica de nuevo. La chica que se había sentado en el medio de la cama, estudiando álgebra y hablando por teléfono con Eva. La chica que se había reído con las bromas tontas que le decía Justin. La que había rodado sus ojos cuando él llamó en el medio de la noche, necesitándola para rescatarlo.
Todavía era esa chica y él todavía era ese chico. Sólo necesitábamos recordar eso.
-Justin...
Su cabeza apareció, sus ojos ardiendo. Sentí su rencor, fijándome en el lugar.
-¿Qué? -preguntó con su voz profunda, impaciente.
-Yo...Yo... -Diablos, ni siquiera podía hablar a su alrededor.
Cruzó sus brazos sobre su pecho y esperó, probablemente esperando que me fuera. Pero no lo hice.
Valiente, di un paso más cerca de él, pero al instante me arrepentí. Pude ver odio en sus ojos. Para mí. Era demasiado.
No puedo hacer esto.
Me di la vuelta, planeando alejarme. Pero me detuve, mis ojos yendo al marco de la puerta. Recordé a Justin apoyado contra ella hace años, mirándome mientras empacaba para ir hacia la universidad. Frunciéndome el ceño cuando le dije que estaría de vuelta en un par de semanas. Haciéndome prometer ser cuidadosa.
Todos esos recuerdos se apresuraron a mí. Los de él y yo. No, no iba a dejar que me alejara. No otra vez.Lo que teníamos - nuestra amistad, nuestro amor - era demasiado importante para perderlo. Volviendo atrás, puse mi barbilla en desafío.
-Me dejaste, Justin. Sin una palabra, me dejaste y a tu bebé. -dije, mi voz rotunda en la oscuridad de la habitación-. Estuviste en esta habitación hace años y me viste empacar. Me ayudaste a mudarme. Me ayudaste a salir y ahora me estás apartando.
Sabía que había dado en el clavo. Se estremeció, mis palabras abofeteándolo como mi palma nunca pudo. Pero luego lo encubrió, la dureza de vuelta en su cara.
-Te estoy apartando porque estoy tratando de protegerte. Eres la única mujer que he amado. La única mujer que siempre quise. La que me hizo querer algo mejor en la vida. -dijo, su voz aumentando mientras caminaba cerca de mí.
Sus palabras hicieron saltar mi pulso. Su cercanía me hizo enrojecer.
Siguió caminando hacia mí, bajando su voz.
-¿Sabes que pensaba en ti todos los días que estabas lejos en la universidad? Tuve que hacer un gran esfuerzo para no llamarte a cada hora. No hacer las maletas e ir a por ti. Eras la única cosa real en mi vida, __(tn). La única persona que amaba más que a nada.
Dio un paso más cerca. Mirando hacia abajo a mis labios, cogió mi bufanda. Envolviendo su mano alrededor de ella, me tiró hacia él, llevando mis labios a los suyos.
-Sé qué clase de hombre soy. Un bastardo que monta las broncas, que le gusta follar, pelear, y beber. Te mereces más. Siempre lo has hecho. El dolor de tener una bala en el costado era nada comparado con el dolor de saber que te lastimé -dijo-. Así que me fui.
-¿Cómo pudiste? -exclamé, ignorando su cercanía-. Me ocupé de ti cuando estabas borracho. Cuando llegabas a casa golpeado y sangrando, estuve allí, vendándote. Juramos siempre cuidar el uno del otro.
Me detuve, el nudo en mi garganta ahogándome, haciendo mi voz ronca, pero necesitaba continuar. Él tenía que escuchar la verdad.
-Te he dado todo, Justin, y todavía te contienes. ¿De qué tienes tanto miedo? ¿De amarme?
-Amarte es fácil. Perderte es lo que hará daño.
-¿Quién te dijo que me vas a perder? ¿Jaxon? ¿Eva? -no esperé a que respondiera-. Ya no se trata sólo de mí, Justin. Este bebé te necesita. Te necesito.
Su mirada se volvió fría de nuevo. Dura.
-Bueno, supongo que estas jodida -dijo tranquilamente, dejando ir mi bufanda-. Debido a que ambos están mejor sin mí.
-¿De verdad piensas eso?-susurré.
Justin no respondió. Sólo me miró.
Mordí mi labio, sin saber qué hacer. Esta guerra había tomado mucho de mí. Tenía miedo de que hubiera tomado a Justin también. Lo amaba. No podía imaginar no amarlo. Pero tenía que darle lo que quería.
-Nunca seré mejor sin ti, Justin. Siempre seré esa chica que te seguía a todas partes cuando era una niña y pasaba tiempo contigo cuando era una adolescente. Siempre serás mi mejor amigo, no importa lo que digas o hagas.
Justin apartó la mirada, luciendo tímido.
Mi corazón se estaba rompiendo, pero tenía que continuar. Él necesitaba oír las palabras y yo necesitaba decirlas.
-Cuando estés herido y enfadado, voy a estar aquí. Cuando necesites a la persona que te conoce como nadie, estaré aquí de pie esperando por ti. Puedes renunciar a mí, pero nunca voy a renunciar a ti. Siempre te amaré, pero te estoy dejando ir.
-Mierda, __(tn), no...
-El bebé y yo siempre seremos tuyo, pero... -las palabras se atascaron en mi garganta. Dilo, insistió mi voz interior. Dale su libertad.
Tomé una respiración profunda.
-Se acabó, Justin. Sólo déjame ir.
Esas palabras terminaron.
Nosotros terminamos.
Él estaba roto.
Estábamos rotos.
Estábamos acabados.
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Holaa..
sii lo se, soy mala, el capitulo es muy corto:(
les queria dejar con la intriga :3
Quedan como 4 capitulos prepárense!!
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algunas reglas fueron hechas para romperse (justin bieber y tu)
Action"Él era mi oscuridad y yo era su luz. No podíamos existir sin el otro". Para mí, la vida era simple. Iba a la escuela y estudiaba. Pasaba el tiempo con mis amigos y me alejaba de los problemas. No bebía, no maldecía, y sólo salía con caballeros. Era...