capitulo 33

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Su rostro pálido pero su mano estaba firme en la escopeta apoyada en su hombro. Jason apareció a su lado, su rifle apuntó y señaló a la habitación.

—¡JUSTIN! ¡Quítamelo de encima! —grité, retorciéndome debajo del cuerpo—. ¡Quítalo! ¡Quítalo!

Vi sus labios moverse y su arma bajar pero no podía escuchar ninguna de sus palabras. El zumbido en mis oídos ahogaba todo.

Antes de que lo supiera, Justin y Jason quitaron a Greasy de mi. Justin comenzó a aflojar el cinturón de alrededor de mis muñecas mientras Jason rodó a Greasy fuera de mí.

Cuando mis muñecas estuvieron libres, Justin me levantó y me llevó unos metros más lejos de la piscina de sangre. Bajándome, empezó frenéticamente a pasar sus manos por mi cuerpo.

—¿Estás herida, __(tn)? Dios, ¿estás herida? ¡RESPÓNDEME! —rugió, con el rostro lleno de miedo cuando no respondí.

¡Sus manos en mí! ¡No más sus manos  en mi! Me alejé luchando, aterrorizada de ser tocada de nuevo.

Viendo mi expresión asustada, probó con un tono más gentil—¿Estás herida, __(tn)?

Me estremecí mientras extendía la mano para tocarme.

—¿Qué te hizo ese bastardo? —siseó en shock mientras bajaba la mirada hacia mi camisa cortada.

—Está muerto, Justin —dijo Jason, seriamente.

—Bien o lo mataría yo por tocarla.

Justin me miró de nuevo, sus ojos recorriendo todo mi cuerpo. Lo vi tragar duro.

 

—Mierda, Jason, hay sangre por todos lados —miró hacia su hermano en agonía—. No sé si está lastimada. No me dejará tocarla.

Fue entonces cuando comenzó el temblor. Desde la parte superior de la cabeza hasta la punta de mis dedos, me negué. Grandes y violentos temblores sacudían mi cuerpo. No podía controlarlo. Mi mente estaba todavía en un lugar oscuro.

Jason se agachó y se estiró para tocarme. Empecé a llorar y encogerme lejos de sus manos.

—Está en shock, Justin —susurró Jason—. Necesitamos calmarla antes de que empiece a hiperventilar. Pon su cabeza entre sus piernas para hacer que la sangre fluya de nuevo. Lo harás. Ella confía en ti.

Quería gritar que no les tenía miedo. No, estaba asustada por los recuerdo llenando mi mente. Recuerdos de las manos de un hombre por todo mi cuerpo y la sensación de desesperanza.  Pero las palabras se atoraron en mi garganta mientras me hice un ovillo.

—__(tn), está bien. Voy a poner mi mano sobre ti —dijo Justin, suavemente. Me ayudó a sentarme y gentilmente presionó la parte trasera de mi cabeza entre mis rodillas dobladas.

—Respira normalmente, __(tn). No retengas la respiración —instruyó Jason.

Intenté enfocarme en mi respiración y la sensación de la mano de Justin en la parte de atrás de mi cabeza pero mis ojos se movieron hacia mi pecho. Vi sangre por todos lados. Oscura, roja, y pegajosa. Estaba cubierta en ella.

—¡Quítala! —empecé a gritar, tratando de limpiar la sangre mientras me recostaba contra el marco de la cama—. ¡Justin, por favor, quítala! —lloré, limpiando mi abdomen frenéticamente.

Jason saltó y quitó la manta de la cama. Tomando la manta de Jason, Justin empezó a limpiar la sangre de mi piel.

—__(tn), estás a salvo. Nadie va a volver a lastimarte — dijo con dulzura mientras se concentraba en quitar la sangre.

algunas reglas fueron hechas para romperse (justin bieber y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora