capitulo 20

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Cerca de trescientos metros delante de nosotros había dos vehículos detenidos que bloqueaban los carriles.

 

Entrecerrando los ojos por el sol, traté de ver lo que habían hecho a Brody y Justin volverse repentinamente intranquilos. 

 

Habíamos pasado numerosos coches estancados, así que, ¿cuál era este problema?

 

Entonces lo vi.

 

Las olas de calor aumentaron en torno a un hombre inconsciente. Estaba tendido entre un camión viejo Chevy y una camioneta con mucho polvo.

 

Aprehensión hizo que mi corazón latiera más duro. Algo sobre esta escena me molestó. Algo estaba mal.

 

—Brody, toma el camino al alrededor —dijo Justin, sin apartar los ojos del hombre.

 

—Alguien está herido —dijo Eva, ahora despierta—. Tenemos que parar.

 

—No, tenemos que seguir conduciendo. —dijo Justin, cada palabra recalcada.

 

—¡No podemos pasar de largo si alguien está herido! —Respondió Eva—. Tenemos que ayudar.

 

Justin le lanzo a Eva una mirada frustrada. —El mundo cambió cuando la EMP atacó, Eva. Es sálvese quien pueda...

 

—¿Y joder a los demás? ¿Es esa tu respuesta para todo, Justin? —preguntó Eva, molesta—. ¿Y qué si fuera __(tn) la lastimada? ¿No te gustaría que alguien pare y la ayude?

 

Estábamos casi en los vehículos ahora. Alguien tenía que tomar una decisión. Rápido.

 

—No se puede salvar el mundo, Eva —dijo Justin, tratando de razonar con ella.

 

—Pero al menos estoy dispuesta a intentarlo —murmuró, su significado obvio. Se volvió a Brody y le puso una mano en el brazo—. Brody, por favor.

 

Cuando escuché el tono seductor de su voz, supe que íbamos a parar.

 

—Tu novia va a hacer que nos maten, Brody —Justin murmuró con ira mientras ponía el cuchillo de caza en la parte trasera de sus pantalones y sacaba su camisa sobre ella.

 

—Mantén tus ojos abiertos, Justin —dijo Brody, parando el camión a pocos metros de los vehículos detenidos.

 

—Ustedes dos se queda en el camión mientras comprobamos que es —dijo Justin, mirando a Eva y a mí.

 

El hombre en el suelo parecía ser de unos treinta años. Era grande y musculoso, vestido con vaqueros negros y una camisa azul con botas de combate pesadas. Desde donde estábamos, no parecía herido. No había sangre, no había señales de lucha, y nada de lo que pudiera explicar por qué estaba inconsciente.

algunas reglas fueron hechas para romperse (justin bieber y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora