capitulo 28

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Me desperté bruscamente cuando la camioneta frenó en una parada, tirándome ligeramente hacia adelante. Los brazos de Justin eran lo único que evitaba que cayera al suelo del auto. Me acomode y mire a Justin a mi lado. Las luces del tablero emitían un resplandor azulado sobre su mandíbula sin afeitar y fríos ojos mieles .

 

—Estamos en la casa de Eva —dijo, en voz baja.

 

Con incredulidad, mire afuera hacia la noche. A pesar de la oscuridad, reconocía la calle que llevaba directamente a la casa de Eva. Sentí la camioneta rebotar cuando Eva y Brody saltaron de la parte trasera de la camioneta. El pánico estrujó mi corazón. ¡No podía dejarla! ¡Teníamos que quedarnos juntas!

 

Conteniendo un sollozo, seguí a Justin fuera de la camioneta y vi como Eva y Brody colgaban las mochilas sobre sus hombros. El cabello rubio de Eva brillaba vivamente bajo la luz de la luna mientras caminaba hacia mí. Podía ver tristeza en sus ojos, pero también estaba mezclado con emoción. Estaba en casa. 

 

—Lo hicimos, __(tn) —dijo ella, con lágrimas cayendo por su rostro.

 

Eché mis brazos a su alrededor mientras mis propias lagrimas caían. Ruidosos sollozos escaparon de mi pecho cuando sus brazos me envolvieron. No quería verla marchar.

 

—Te quiero, __(tn).

 

—También te quiero, Eva. Cuídate.

 

Eva se secó la cara, quitándose las lágrimas —Eres una perra por hacerme llorar.

 

Tuve que reír a pesar del sufrimiento torciendo mi corazón.

 

Eva se acercó y le dio golpecitos con el dedo a Justin en el pecho —Será mejor que cuides de ella, Justin, o te perseguiré.

 

Una de las comisuras de la boca de Justin se curvó en una media sonrisa —Cuídate tú, Eva. __(tn) estará bien —se volvió hacia Brody—. Si necesitas algo, ven a casa.

 

—Sí, lo mismo te digo. Si necesitas algo, búscame —contesto Brody, extendiendo su mano para estrecharla con Justin. Justin tomo la mano de Brody, sacudiéndola con fuerza.

 

Antes de que se marcharan, Brody le dio al anciano su cuchillo de caza a cambio del viaje. Con un último y lloroso adiós nos fuimos por caminos separados. Estaba reacia a dejar a Eva, pero desesperada por ver a mi papá. Saber que estaba cerca estaba matándome.

 

Las lágrimas continuaron cayendo mientras nos alejábamos. Me di cuenta que solo hace unos días, estaba paseando por esta carretera en la camioneta de Eva. Las lágrimas caían fuertemente al recordar como éramos entonces sin preocupaciones.

 

—Todo va estar bien —dijo Justin. Su mano se movió para descansar en mi pierna. La áspera yema de su pulgar acariciaba mi piel, recordándome que todavía lo tenía a él y no iba a ir ninguna parte.

algunas reglas fueron hechas para romperse (justin bieber y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora